Una 'operación jaula' para dar esquinazo a la asesora de Juana Rivas y garantizar la entrega de Daniel a su padre - España
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Una 'operación jaula' para dar esquinazo a la asesora de Juana Rivas y garantizar la entrega de Daniel a su padre

Publicado: julio 24, 2025, 8:07 pm

Objetivo: una entrega «ordenada», sosegada y limpia de «interferencias», alejada del siniestro aquelarre del martes pasado y acorde con los derechos de Daniel Arcuri, de 11 años. Una entrega secreta, una especie de gincana -se hará en dos citas con final desconocido hasta el último momento-, para dar esquinazo a las miradas ajenas y las «manipulaciones» al niño. Y convertir el trance en el reencuentro por orden judicial de un padre y su hijo, «manipulado» por la madre según los jueces italianos.

Eso, no poco, pretende lograr hoy la juez Cristina Luis, de Instrucción 3 de Granada, para zanjar los últimos siete meses del menor retenido en España, que le acaban de valer a la madre, Juana Rivas, una imputación por sustracción del niño -es decir, por secuestrarlo, por lo que ya fue condenada y luego indultada por el actual Gobierno-.

Una entrega sin centenares de medios a las puertas y sin Paqui Granados dando mítines y gritando al menor «dilo, ahora!» -la juez lo menciona explícitamente-. Y sin Gabriel Arcuri, hermano mayor de Daniel, de 19 años, haciéndole de regidor en sus protestas presuntamente ensayadas y coreografiadas. Una entrega de verdad, sin teatros ni inducciones al menor. Por ello la magistrada llama a «la madre» en el escrito, al que ha accedido EL MUNDO, a hacer «lo necesario» para que Daniel «comprenda la inevitable entrega, la acepte y no se transmita al menor otro mensaje que la obligatoriedad de cumplir». Es decir: nada de trucos. Arcuri no sólo es el custodio en exclusiva según los jueces italianos, sino también el «único progenitor» que puede cuidar del menor.

Para ello, para que la cosa no devenga en un circo loco, el juzgado ha establecido un sistema de doble llamada que pretende evitar las concentraciones de apoyo a la puerta, la jarana de psicólogos y familiares en torno al niño, y el veremos si inevitable chaparrón mediático.

Según ha podido saber este diario, y evitando concretar para no publicitar el proceso, Rivas y Arcuri han sido citados a primera hora de la mañana, con media hora de diferencia, en un lugar al que deben llegar «en vehículo particular y no a pie», y entrar directamente por el garaje.

Rivas debe acudir allí con Daniel y acompañada «únicamente» de su abogado, y el auto incluye textualmente el nombre de su letrado, extirpando claramente del lance a su consejera áulica, la directora del Centro de Atención a la Mujer de Maracena, Francisca Granados -quien expuso al menor al grito de «dilo ahora» el pasado martes, en una escena surrealista-. El niño, además, deberá llevar sus «enseres» para poder viajar a Italia -el martes apareció sin maleta, cosa que también sorprende a la juez-.

Media hora después será el turno de Arcuri, con los mismos criterios de llegada e igualmente sólo con su letrado, Enrique Zambrano. Ahí se les comunicará a ambos dónde se va a producir la entrega real, a lo largo de la mañana, y cómo deberán acudir, recalcando la magistrada, a petición del fiscal, que deberán hacerlo «sin interrupciones y sin interferencias».

Todo se desvelará a última hora para evitar problemas y también la presencia de Gabriel Arcuri, a quien Daniel ha culpado de manipularle contra el padre en los últimos años, y quien según las sentencias italianas fue «abducido» por una condición de víctima «exagerada» e «instrumentalizada» por su madre.

La juez desliza, con elegancia, cómo el pasado martes la manera en que Rivas, Granados y Gabriel Arcuri se manejaron en el Punto de Encuentro Familiar fue contraproducente, «influyendo el excesivo acompañamiento en el desarrollo de la diligencia, hasta el punto de reseñarse que no se dejaba a solas a Daniel porque, literalmente, ‘lo van a convencer para que se vaya’».

Que sigue, sobre la entrega fallida y el uso de Daniel por parte de Rivas: «Lo sucedido respecto al menor, su intimidad y propia imagen, no puede repetirse en ningún caso: se evidenció una sobreexposición innecesaria y altamente nociva para el menor, que se vio incluso abocado a intervenir ante Los medios de comunicación a la voz de ‘dilo, habla o grita’, generando una situación de angustia al menor». Y se despacha acerca de la actitud obstruccionista y nada colaborativa de Rivas: «Se indica por las personas técnicas del Punto de Encuentro que la progenitora accedió sin ir acompañada del menor, y al preguntarle por él, se empleó [de nuevo el auto evita mencionar por su nombre a la autora de la frase, Francisca Granados] la expresión ‘ella ha venido, ya ha cumplido’»

Ya ha quedado claro que la Justicia española, advertida por la italiana, no se cree los lloros de Daniel -«manipulaciones de la madre, que no respeta sus sentimientos», rezaba la sentencia del pasado febrero-, y que el niño debe volver con su padre, único progenitor que puede cuidarle, a Cerdeña. Ahora sólo hay que conseguirlo.

Related Articles