En vísperas del Día Mundial del Sida , el Informe de Vigilancia del VIH/sida 2024 de la OMS Europa y el ECDC revela que más de 2,6 millones de personas han sido diagnosticadas con VIH en la región europea de la OMS desde los años 80, incluidas más de 650.000 en la UE/EEE. Pero, a pesar de los avances, cerca de 1 de cada 3 personas con VIH en la región desconocen su estado serológico. De acuerdo con el informe, en 2023, se reportaron casi 113.000 casos en 47 países de la región, un aumento del 2,4 % respecto a 2022, impulsado por mayores esfuerzos de pruebas y políticas de detección tras la pandemia de covid-19. Además, más de la mitad de los diagnósticos (52 % en la región total, 53 % en la UE/EEE) se realizan en etapas avanzadas, incrementando riesgos de complicaciones y muertes relacionadas con el sida. El documento advierte que solo el 70% de las personas con VIH en la región conocen su estado; eso sí, hay con grandes disparidades: 92 % en la UE/EEE, pero solo 40 % en Europa del Este y Asia Central. En España, según el Ministerio de Sanidad la cifra de personas con VIH no diagnosticadas se ha reducido casi a la mitad (-42,3%) en los últimos cuatro años: del 13% al 7,5%. Esta evolución sitúa la tasa de personas diagnosticadas de VIH en el 92,5% y posiciona a España en el camino para alcanzar el objetivo del 95% fijado para en la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Según los últimos datos publicados por el Instituto de Salud Carlos III en coordinación con el Ministerio de Sanidad, el 92,5% de las personas que vive con el VIH en España conocería su diagnóstico de infección, el 96,6% está recibiendo tratamiento antirretroviral y el 90,4% tiene la carga viral suprimida. Si el 95% de las personas con VIH tiene una carga viral indetectable el virus se convierte en intransmisible. ONUSIDA estableció como objetivo para acabar con la infección por el VIH como problema de salud pública que, en el año 2020, el 90% de las personas con infección por el VIH estuvieran diagnosticadas, de ellas el 90% estuvieran con tratamiento antirretroviral y de estas el 90% tuviera la carga viral suprimida. Este objetivo denominado 90-90-90, se amplía hasta el 95-95-95 a conseguir en el año 2030, como parte de la meta 3 de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). España está alineada con estos objetivos mundiales y realiza estimaciones periódicas de los avances en estos tres indicadores. En cuanto a las vías de transmisión, la sexual es la más común en toda la región, con predominio heterosexual en el este, mientras que en el oeste y la UE/EEE destacan tanto el sexo entre hombres como las relaciones heterosexuales. El informe subraya la necesidad de intervenciones adaptadas según las subregiones. Así, por ejemplo, en el este y centro, se debe priorizar estrategias innovadoras de pruebas y prevención combinada, mientras que en la UE/EEE, hay que mejorar el acceso a la profilaxis preexposición (PrEP) y eliminar barreras relacionadas con el estatus migratorio para garantizar servicios equitativos. En este sentido, Hans Henri P. Kluge , Director Regional de la OMS Europa, enfatizó la urgencia de combatir el estigma, normalizar las pruebas y financiar la prevención para detener nuevas infecciones y la transmisión. «Los mayores obstáculos que persisten en la lucha contra el VIH/sida en nuestra región son los entornos restrictivos e intolerantes, el estigma, la discriminación e incluso la criminalización de la transmisión del VIH, así como la adopción inconsistente de intervenciones basadas en evidencia. Debemos crear espacios seguros para que las personas accedan a los servicios de salud, normalizar las pruebas y garantizar que las políticas sean compasivas, no punitivas. También necesitamos aumentar la financiación para la prevención, evitando que ocurran nuevas infecciones por VIH desde el principio y deteniendo la transmisión», dijo. Pamela Rendi-Wagner , Directora del ECDC, subrayó la necesidad de reducir los diagnósticos tardíos. «La UE/EEE ha avanzado mucho en mejorar el acceso a las pruebas y reducir el número de personas que viven con VIH sin saberlo, pero aún queda trabajo por hacer. Con más de la mitad de los diagnósticos realizándose de forma tardía, es vital centrarnos en involucrar a las poblaciones clave y a las más vulnerables para asegurarnos de que puedan ser diagnosticadas a tiempo y acceder a la prevención, tratamiento y atención que necesitan para vivir vidas largas y plenas».