Publicado: marzo 31, 2025, 1:11 pm
Un innovador test de sangre no solo permite diagnosticar la enfermedad de Alzheimer, sino también medir su progresión. Los ha desarrollado un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (EE.UU.) y la Universidad de Lund (Suecia). La nueva prueba también puede proporcionar información sobre si los sÃntomas de una persona probablemente se deban al Alzheimer o a otra causa. El estudio, publicado en la revista ‘ Nature Medicine ‘, demuestra que el nivel de la proteÃna MTBR-tau243 en la sangre refleja con gran precisión la acumulación de tau en el cerebro y la severidad de la enfermedad. Actualmente, existen pruebas sanguÃneas para diagnosticar el Alzhéimer, pero la mayorÃa no proporciona información sobre el estado clÃnico de la enfermedad. Dado que los tratamientos disponibles son más efectivos en las primeras etapas, contar con un método accesible y confiable para evaluar la progresión del mal podrÃa ayudar a determinar qué pacientes se beneficiarÃan más de las terapias disponibles. El estudio analizó muestras de sangre de pacientes con diversos grados de deterioro cognitivo y demostró que el nivel de MTBR-tau243 permite distinguir entre alzhéimer temprano y avanzado, asà como diferenciar la enfermedad de otras formas de demencia. Con una precisión del 92%, el test ofrece una alternativa más accesible y menos invasiva que las actuales exploraciones cerebrales con tomografÃa por emisión de positrones (PET) . «Este análisis de sangre identifica claramente los ovillos de tau del alzhéimer, que es nuestro mejor biomarcador para medir los sÃntomas de Alzheimer y la demencia», afirma el coautor principal, Randall J. Bateman . «En la práctica clÃnica actual, no disponemos de métodos fáciles ni accesibles para medir los ovillos de alzhéimer y la demencia, por lo que un análisis de sangre para ovillos como este puede proporcionar una indicación mucho más precisa de si los sÃntomas se deben al alzhéimer y también puede ayudar a los médicos a decidir qué tratamientos son los más adecuados para sus pacientes». La enfermedad de Alzheimer implica la acumulación de una proteÃna, llamada amiloide, en placas cerebrales, seguida del desarrollo de ovillos de proteÃna tau años después. Los sÃntomas cognitivos aparecen aproximadamente cuando los ovillos de tau se hacen detectables y empeoran a medida que estos se extienden. El método de referencia para la estadificación de la enfermedad de Alzheimer es la tomografÃa por emisión de positrones cerebral para placas amiloides y ovillos de tau. Las tomografÃas de amiloide proporcionan información sobre las etapas presintomáticas y sintomáticas tempranas, mientras que las tomografÃas de tau son útiles para el seguimiento de las etapas posteriores de la enfermedad. Las tomografÃas cerebrales por PET son muy precisas, pero costosas, requieren mucho tiempo y, con frecuencia, no están disponibles fuera de los principales centros de investigación, por lo que su uso no está generalizado. En un estudio previo , Bateman y su equipo demostraron que los niveles de MTBR-tau243 en el lÃquido cefalorraquÃdeo se correlacionan estrechamente con los ovillos de tau en el cerebro. En el estudio actual, el equipo extendió el análisis a la sangre. Una muestra de sangre es más fácil de recolectar que el lÃquido cefalorraquÃdeo, que se obtiene mediante punción lumbar . Los investigadores desarrollaron una técnica para medir los niveles de MTBR-tau243 en sangre y la compararon con la cantidad de ovillos de tau en el cerebro, medida mediante escáneres cerebrales. Implementaron el enfoque con datos de dos cohortes: voluntarios del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer Charles F. y Joanne Knight de WashU Medicine , que incluÃa a 108 personas, y un subconjunto de 55 personas de la cohorte sueca BioFINDER-2. Para evaluar la generalización del enfoque, lo validaron en un conjunto de datos independiente compuesto por las 739 personas restantes de la cohorte BioFINDER-2. Las personas de las dos cohortes representaban todos los grupos, excepto el extremo más grave del espectro de la enfermedad de alzhéimer, desde la etapa presintomática, cuando los niveles de amiloide cerebral son elevados, pero las personas se mantienen cognitivamente sanas, pasando por la etapa temprana de la enfermedad con deterioro cognitivo leve, hasta la etapa tardÃa de la enfermedad sintomática, cuando los pacientes presentan demencia en estado avanzado. A modo de comparación, se incluyeron personas cognitivamente sanas con niveles normales de amiloide y personas con sÃntomas cognitivos debido a afecciones distintas de la enfermedad de Alzheimer. El estudio reveló que los niveles sanguÃneos de MTBR-tau243 reflejan con un 92 % de precisión la acumulación de ovillos de tau en el cerebro. En personas asintomáticas, estos niveles se mantuvieron normales, incluso en aquellos con placas amiloides, lo que indica que no varÃan en la etapa presintomática del alzhéimer. Sin embargo, en pacientes con sÃntomas cognitivos debidos al alzhéimer, los niveles de MTBR-tau243 fueron notablemente elevados en la fase de deterioro cognitivo leve y hasta 200 veces mayores en la etapa de demencia avanzada. Estas diferencias permitieron una clara distinción entre las fases temprana y tardÃa de la enfermedad. Además, los niveles de MTBR-tau243 se mantuvieron normales en personas con sÃntomas cognitivos causados por otras enfermedades, lo que demuestra que la prueba permite diferenciar eficazmente la demencia por Alzheimer de otros tipos de demencia. «Utilizaremos la p-tau217 en sangre para determinar si una persona padece alzhéimer, pero MTBR-tau243 será un complemento muy valioso tanto en entornos clÃnicos como en ensayos de investigación», afirma Hansson. «Cuando ambos biomarcadores son positivos, la probabilidad de que el alzhéimer sea la causa subyacente de los sÃntomas cognitivos de una persona aumenta significativamente, en comparación con cuando solo la p-tau217 es anormal. Esta distinción es crucial para seleccionar el tratamiento más adecuado para cada paciente». La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado dos terapias para el alzhéimer que ralentizan la progresión de la enfermedad, aunque en Europa la Agencia Europea del Medicamento ha desestimado su aprobación. Ambas funcionan reduciendo los niveles de amiloide en el cerebro. Horie explica que la cantidad y variedad de medicamentos disponibles para el Alzheimer podrÃa aumentar pronto, ya que se están desarrollando varios fármacos experimentales dirigidos a la proteÃna tau u otros aspectos de la enfermedad. Con análisis de sangre para diagnosticar y estadificar la enfermedad, los médicos podrÃan adaptar los tratamientos al estado particular de cada paciente. « Estamos a punto de entrar en la era de la medicina personalizada para la enfermedad de alzhéimer », asegura Horie. «En las etapas iniciales con bajos ovillos de tau, las terapias antiamiloides podrÃan ser más eficaces que en las etapas avanzadas. Pero tras la aparición de la demencia con altos ovillos de tau, la terapia antiamiloides o alguno de los muchos otros enfoques experimentales podrÃa ser más eficaz. Una vez que dispongamos de un análisis de sangre clÃnicamente disponible para la estadificación, además de tratamientos eficaces en diferentes etapas de la enfermedad, los médicos podrán optimizar sus planes de tratamiento según las necesidades especÃficas de cada paciente».