Publicado: junio 16, 2025, 4:07 am
Miércoles 11 de junio. Pasan unos minutos de las 21.30 horas. Suena el móvil del presidente del Gobierno. Ya han saltado las alertas de algunos medios, incluido EL MUNDO, anticipando que en las próximas horas se conocerá un informe de la UCO que implica a Santos Cerdán, lugarteniente de Pedro Sánchez en el PSOE, en las adjudicaciones de obra pública y el supuesto cobro de comisiones. Al jefe del Ejecutivo le informan del material y la información que a esa hora manejan y prevén los medios. Sánchez habla por teléfono con Cerdán, que insiste en que «no es verdad»: «No he estado en esas reuniones». Las informaciones ya anticipan conversaciones de Cerdán con José Luis Ábalos y Koldo García abordando el reparto de presuntas mordidas. El jefe del Ejecutivo pide esperar al día siguiente, a tener el informe completo. Mantiene su fe en el todopoderoso secretario de Organización.
«Nos fuimos a dormir creyendo que al día siguiente habría una explicación», relatan desde el equipo de Sánchez. En La Moncloa sabían que había un informe, se había publicado, pero no tenían detalles del mismo. El miércoles por la noche había «desesperación» por conseguirlo, por tener información. Ante el vacío informativo de todo un presidente, Cerdán insiste en su realidad paralela de que todo es mentira.
Sánchez se instala en la tesis de que hay que creer a su mano derecha en el partido. Traslada que no va a dejar de hacerlo ahora. Es la orden. De hecho, ambos pactan un comunicado del PSOE negando que Cerdán haya participado en la adjudicación de obras y que «jamás ha cobrado una comisión». El clavo ardiendo era pensar que al día siguiente el informe no sería tan demoledor, habría cosas descontextualizadas. La falta de datos -ni siquiera el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, de quien depende la Guardia Civil, maneja información- obliga a entregarse a especulaciones. Hay quienes creen que el haberse proclamado víctimas de una «campaña de acoso y derribo» respecto a anteriores informes o decisiones judiciales hizo minusvalorar el escenario actual.
Personas que han estado al mando del aparato de partidos, y también miembros del PSOE, muestran su sorpresa por la ignorancia de Sánchez. Las personas consultadas detallan que en una formación política al presidente, al secretario general y al de organización les llega todo lo que pasa. Otra cosa es tener las pruebas y sin ellas es la palabra de uno contra la de otro. En este caso, contra la nada, pues en el complejo presidencial iban «a ciegas».
Pasadas las 12 de la mañana del jueves se detona la bomba. Hasta ese momento, en el Gobierno no tienen el informe. En el Congreso, Cerdán, pese a negarlo luego a la prensa, lo lee en su móvil. Sánchez quiere que Cerdán vaya a La Moncloa para hablar con él. El jefe del Ejecutivo habla y analiza la situación con su núcleo duro. El consenso es claro: es prioritario soltar lastre con Cerdán. Pese a la evidencia del atestado de la UCO, éste insiste, según fuentes gubernamentales, en que «todo es mentira», que no se reconoce en las conversaciones. El presidente del Gobierno le pide que dimita y entregue el acta, circunstancia esta última que aún no ha hecho pese a anunciarlo el jueves a la hora de comer.
Quienes han tratado con Sánchez estos días lo definen como «destruido» y «abatido». «Es un momento terrible»; «de gran dificultad». Hablan de «traición». Pero lo cierto es que la UCO describe el modus operandi de una presunta organización criminal en la cúpula del PSOE en la que Santos Cerdán «era la persona encargada de gestionar los presuntos pagos». «No teníamos ninguna sospecha», insisten las personas más cercanas a Sánchez, para sorpresa e incredulidad de muchos, incluso en el propio partido. El jefe del Ejecutivo ha dedicado el fin de semana a reflexionar y estudiar los escenarios. «Ha hablado con muchas personas» y medita qué hacer, qué pasos dar. Ayer pasó el día conversando con ministros y cargos socialistas. Nadie descarta nada.
Está previsto que Sánchez comparezca este lunes tras la Ejecutiva del PSOE
En el Gobierno esperan una «batalla político-mediática» asfixiante, pero la conjura en el núcleo duro de Sánchez, aunque le ven muy débil, es «cabeza alta» y «no asustarse». Están dispuesto a «resistir». «Hay que aguantar». Creen que se necesita «tiempo» para madurar las cosas y conocer todos los detalles. Las personas consultadas, descartan, al menos a día de hoy o de forma inmediata, que Sánchez adelante elecciones -pese a que cada vez es un sentir de más recorrido en el partido-, se someta a una cuestión de confianza o haga una crisis de Gobierno. En la formación socialista hay «miedo» entre los cargos medios a que esta trama corrupta sea una «mancha de aceite» que lastre todas sus opciones electorales. Por eso gana peso la fórmula anticipada por Emiliano García-Page de que se adelanten las generales para distanciarlas de las autonómicas y las municipales.
Sánchez se reúne con sus socios de gobernabilidad
«No hay un Gobierno o un presidente corrupto», defienden fuentes gubernamentales, aunque la UCO sí describe corrupción en el seno del Gobierno y el partido, al menos de personas como Ábalos, Koldo y Cerdán. «Somos conscientes de la gravedad máxima de la situación, pero no es corrupción en el Gobierno ni financiación ilegal del partido», argumentan. Pero hasta sus socios exigen más contundencia, depurar responsabilidades, más explicaciones… «Los socios se encuentran en una situación difícil. Tienen que manifestarse y distanciarse de lo que ha pasado, pero nos han hecho llegar que no ven motivos para una moción de censura». Ha habido contactos con ellos estos días para pulsar sus intenciones y darles unas primeras explicaciones.
El PSOE ha tenido comunicación con los grupos parlamentarios y será el propio Sánchez el que protagonice una ronda de reuniones con sus socios de gobernabilidad para informarles de cuáles van a ser los siguientes pasos. Las fuentes consultadas señalan que se trabaja en ideas como un plan de regeneración o un mayor control y fiscalización de las obras públicas. Sánchez preside hoy la ejecutiva federal del PSOE, donde esta previsto que anuncie sus primeras decisiones y medidas, y comparecerá ante la prensa tras la misma. El miércoles acudirá a la sesión de control al Gobierno en el Congreso. 2027 queda muy lejos.