Se debatía en el Congreso la elección del nuevo presidente de RTVE cuando el diputado de Vox Manuel Mariscal entendió que venía a colación hablar del franquismo. «No fue una etapa oscura», ha defendido el también vicesecretario de comunicación del partido, a lo que sus compañeros de bancada han respondido con un sonoro aplauso, alabando su definición de la dictadura como un periodo «de reconstrucción, de progreso y de reconciliación para lograr la unidad nacional».
Mariscal es el responsable de diseñar las estrategias de comunicación de Vox y ha sido diputado por los de Santiago Abascal en las últimas tres legislaturas. Se encarga ahora de gestionar los canales de difusión del partido, con el foco especialmente puesto en las redes sociales, una herramienta que hoy ha encumbrado en el Congreso porque, considera, sirve para revelar las «verdades» que La Moncloa «intenta ocultar». «Gracias a las redes sociales muchos jóvenes están descubriendo que la etapa posterior a la Guerra Civil no fue una etapa oscura, como nos vende este Gobierno», ha sostenido.
Aunque en el Pleno no ha habido reacción alguna a estas palabras por parte del resto de formaciones, esta se ha trasladado, precisamente, a las redes sociales. En su perfil de X, el socialista Félix Bolaños ha calificado de «ultra» al diputado de Vox por su defensa de la dictadura y le ha acusado de «blanquear los crímenes franquistas». Considera el ministro de la Presidencia que el discurso de los de Abascal ha llevado a que las plataformas se «inunden de porquería», y por ello ha interpelado al PP por sus pactos con los de Bambú: «¿Algo que decir a sus socios en cientos de municipios?».
El titular de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, ha replicado a Mariscal recordando que durante el franquismo las mujeres «no podían abrir una cuenta bancaria o hacer trámites administrativos sin el sí del varón». Enumerando este y otro hechos, el ministro ha apelado directamente al diputado de Vox: «Todo eso, si eres joven – o no- supongo no lo querrías, ni para ti ni para tus hijos». Otros parlamentarios socialistas se han sumado a la denuncia, calificando de «barbaridad» las palabras de Mariscal y acusándole de «insultar a la verdad y a las víctimas del franquismo».
El diputado de Vox, natural de Talavera de la Reina, es el portavoz del partido en la Comisión de Control Parlamentario de RTVE. Este martes, en su intervención ante el Pleno, ha cargado contra el Gobierno por «utilizar la cadena pública para protegerse de la verdad», algo que, a su parecer, sucede porque «sabe que cada vez más españoles conocen la realidad mediante las redes sociales».
Es entonces cuando ha enunciado su discurso de legitimación de la dictadura franquista, en el que también ha pretendido demostrar cómo las redes sociales arrojan luz en otros asuntos sobre los que La Moncloa «miente»: «Gracias a las redes sociales los españoles están viendo que el fanatismo climático de este Gobierno mata, que el fanatismo feminista es simplemente postureo y que las políticas de fronteras abiertas de este Gobierno están acabando con la seguridad de nuestras calles».
No es esta la primera vez que parlamentarios de Vox se pronuncian en defensa del franquismo. Y, más allá de declaraciones y palabras, sus acciones en las distintas Cámaras en las que tienen representación revelan que la postura del partido no es la de la condena. El pasado mes de octubre, el Congreso de los Diputados dio el primer paso para cambiar la ley que regula las asociaciones, con el fin de facilitar la supresión de aquellas que hagan «apología del franquismo», una iniciativa que solo enfrentó el ‘no’ de la formación de Abascal. Vox cargó entonces contra el PSOE, autor de la propuesta, por pretender «imponer su ideología» desde el «sectarismo» y de «ignorar unas víctimas» en beneficio de otras.
Asimismo, desde la sede de Bambú han hecho de la oposición a la Ley de Memoria Democrática una de sus principales banderas, tanto que la derogación de esta norma fue uno de los requisitos que impusieron al PP para constituir los cinco gobiernos autonómicos que compartieron -ya disueltos-. La ley del Gobierno de Pedro Sánchez incidía en la reparación y reconocimiento de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista, pero Vox exigía hacer referencia a «todas las víctimas» (incluyendo etapas como la Segunda República). Los de Abascal lograron sacar adelante su norma alternativa -la Ley de Concordia- en la Comunidad Valenciana, pero la ruptura de los Ejecutivos autonómicos de coalición paralizó el resto.