Publicado: marzo 7, 2025, 3:07 pm

No vio nada raro ni ella parecía borracha. Un asistente a la fiesta en la que supuestamente Íñigo Errejón agredió sexualmente a Elisa Mouliaá ha explicado este viernes ante el juez que vio a ambos en la fiesta y que a la actriz y presentadora la notó «normal», sin que notara «ninguna actitud extraña».
El testigo, un conocido de Mouliaá que había estado con ella antes tres o cuatro veces, ha declarado que no recordaba si en algún momento su amiga fue con el ex portavoz de Sumar a una habitación, donde según la denuncia se produjo una agresión sexual. En todo caso, él vio una relación «normal» entre ambos esa noche, «nada raro», aunque ha precisado que tampoco estuvo pendiente de ellos.
En sus respuestas, ha indicado que no vio a Mouliaá «ebria» y que no recordaba verla con un vaso en la mano, aunque no sabe lo que bebió. El testigo ha dicho que él sí bebió, pero que no estaba «muy borracho». El juez Adolfo Carretero le ha repreguntado al respecto y ha indicado que él mismo estaba «bebido», pero que «sabía lo que estaba haciendo».
El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ha tomado declaración este viernes a otros tres testigos: el padre de Mouliáa, el hermano y una amiga de la actriz.
El padre ha declarado que notó a su hija «ausente» cuando la llamó esa noche para avosarle de que su bebé estaba con fiebre. Ha añadido que cuando esa noche volvió a casa le pareció que «no era ella», según indican fuentes conocedoras de la declaración.
Al término de la declaración, el abogado de Mouliaá, Alfredo Arrién, ha dicho que cuando ella llegó a casa «siguió con esa ausencia» y que estaba claro «el estado de embriaguez» en que se encontraba. «O de lo que tuviera», ha añadido, en referencia a la sugerencia de Mouliaá en su declaración de que Errejón podía haberle hecho ingerir alguna sustancia que le había afectado.
«Si hubiera sabido toda la realidad hubiera cogido ese momento a su hija y la hubiera llevado él mismo a la comisaría de denunciar… Pero no lo supo, porque su hija no le relató todos los hechos por pudor», ha dicho el letrado.
Los interrogatorios forman parte de las diligencia acordadas por el instructor tras tomar declaración a denunciante y denunciado. El magistrado también les ha pedido que entreguen sus teléfonos en los próximos días para que las Fuerzas de Seguridad puedan examinar qué hicieron con los mensajes que se cruzaron en las fechas en las que ocurrieron los hechos.