Publicado: julio 3, 2025, 1:07 am

Sumar está perdiendo la paciencia. Se desespera por la «falta de reacción» del PSOE. Y, lo que es más grave, retrata a su socio como un partido que «no es consciente de la gravedad de la situación» por la corrupción.Que deambula «desorientado» y en «shock» mientras la legislatura se dirige a toda velocidad hacia un barranco a la espera de que un volantazo evite una caída mortal.
En un acto de fe, porque Sumar no tiene constancia real de que así vaya a ser, espera ese giro in extremis para el día 9 de julio. Cuando Pedro Sánchez comparece en el Congreso para dar explicaciones por las acusaciones contra Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García y para anunciar cuál es su plan para salir de la encrucijada en la que está.
«Nadie espera que no diga nada, a ver que anuncia», señalan en el socio minoritario, donde fían el futuro a esa comparecencia al tiempo que se admite que no saben si el presidente atenderá algunas de sus demandas para impulsar la acción del Gobierno con medidas de calado. No pueden dar certezas, porque nadie se las ha trasladado todavía a ellos. Así está a día de hoy la situación interna en el Gobierno. Es lo que quedó de manifiesto ayer en la reunión oficial entre las delegaciones del PSOE y Sumar. Se salió «sin avances» y con un resultado «muy insatisfactorio».
El cónclave exigido por Yolanda Díaz a Sánchez hace dos semanas en Moncloa buscaba ser un revulsivo para el Gobierno de coalición. La cumbre en el que trazar el «punto de inflexión» que necesita la legislatura para poder «llegar a 2027». En torno a dos ejes, en opinión de Sumar: el impulso de la «agenda social» y la aprobación de medidas contra la corrupción y por la regeneración democrática.
Sin embargo, la comisión de seguimiento del pacto de la coalición de gobierno ni siquiera pudo vender a la salida ante la opinión pública que los socios comparten un diagnóstico. Menos aún la salida. Así, al final el encuentro fue un fracaso que dejó reflexiones hirientes de los ocho portavoces de Sumar que, con caras largas y palabras duras, analizaron la reunión. Como que ahora mismo, con la que está cayendo con la corrupción, «el mayor riesgo para que la legislatura embarranque» es «el inmovilismo del PSOE».
Visiblemente enfadados, del encuentro queda un documento que Sumar trasladó al PSOE donde negro sobre blanco se detallan cuáles son los pasos que debe dar el Gobierno para salir de la quema y «recuperar la confianza» de los votantes. «Hemos ofrecido una hoja de ruta y ahora la pelota está en el tejado del PSOE», explicó el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun. En ese documento están los dos paquetes sobre regeneración y agenda social.
En cuanto al PSOE, cuya delegación encabezó María Jesús Montero y Félix Bolaños, se limitó a escuchar y no planteó ninguna medida nueva. Sobre las de Sumar, dicen: «Algunas ya están en marcha, otras ya están tomadas y el resto se estudiarán de aquí al día 9». Así, de las dos horas y 20 minutos de reunión se destaca que seguirán ambos trabajando los dos años que restan de legislatura.