Publicado: agosto 24, 2025, 10:00 am
Hoy, cuando vemos un iPhone compitiendo contra un Samsung Galaxy o un Google Pixel, nos parece lo más natural del mundo. Pero hubo un tiempo en que el CEO de Google tenía acceso directo a los planes de Apple. Durante tres años, Eric Schmidt se sentó en la mesa donde se decidía el futuro del iPhone. Conocía cada estrategia, cada movimiento. Y luego, un día de agosto de 2009, todo se vino abajo. Lo que vino después fue algo que Steve Jobs llamó «guerra termonuclear». No era una metáfora. Para Jobs, era personal.
2006: el fichaje de Apple por el CEO de Google
El 29 de agosto de 2006, Apple anunció algo que hoy parece impensable: Eric Schmidt, CEO de Google, se unía a su junta directiva. La noticia fue recibida como una alianza natural entre dos gigantes de la innovación.
Eric está haciendo un excelente trabajo como CEO de Google, y esperamos sus contribuciones como miembro de la junta directiva de Apple. Al igual que Apple, Google está muy centrado en la innovación y creemos que los conocimientos y la experiencia de Eric serán muy valiosos.
En 2006, la colaboración tenía sentido. Apple dominaba el hardware. Google, internet. No parecían competidores, sino aliados. Google era el buscador por defecto en Safari y Apple no tenía planes de hacer un teléfono móvil… oficialmente.
Steve Jobs y Eric Schmidt tomando un cafe
Eric Schmidt, por su parte, estaba encantado con la oportunidad. Durante años había admirado la capacidad de Apple para crear productos que la gente amaba, no solo que funcionaban. Tener acceso interno a los «secretos» de Cupertino era un sueño para cualquier CEO. Lo que ninguno de los dos sabía es que estaban a punto de entrar en uno de los mayores conflictos de intereses de la historia de Silicon Valley.
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2007-2008: los secretos del iPhone, al descubierto
En enero de 2007, Steve Jobs subió al escenario del Moscone Center y cambió el mundo con el iPhone. Eric Schmidt estaba allí, en primera fila, aplaudiendo como uno más. Pero él ya lo sabía todo.
Como miembro de la junta directiva de Apple, Schmidt había tenido acceso a los planes del iPhone desde sus primeras etapas de desarrollo. Conocía la interfaz táctil, el concepto de apps, la estrategia de marketing… todo. Pero Google también tenía sus propios planes. En octubre de 2008, apenas un año después del lanzamiento del iPhone, Google lanzó Android. Y aquí empezaron los problemas.
Android no era solo otro sistema operativo móvil. Para Jobs, las similitudes con iOS eran demasiado evidentes: interfaz táctil, tienda de aplicaciones, navegación por gestos… ¿Coincidencia? Jobs no creía en las coincidencias. Eric Schmidt comenzó a encontrarse en una posición imposible. En las reuniones de la junta directiva de Apple tenía que ausentarse cada vez que se hablaba del iPhone. Los conflictos de interés se multiplicaban semana tras semana.
Steve Jobs presentando el iPhone en 2007
Agosto de 2009: la ruptura inevitable
El 3 de agosto de 2009, Apple publicó un comunicado que todos vieron venir, pero que aun así sorprendió por su tono diplomático:
Eric ha sido un excelente miembro de la junta directiva de Apple. Desafortunadamente, a medida que Google entre en más de los negocios principales de Apple, la efectividad de Eric como miembro de la junta disminuirá significativamente debido a posibles conflictos de intereses.
Schmidt había durado exactamente dos años, once meses y cinco días en la junta de Apple. Tres años compartiendo mesa, secretos y estrategias con la empresa que ahora se había convertido en su rival directo. Pero lo que el comunicado no decía era cómo se lo tomó Steve Jobs por dentro.
El HTC Dream vs el iPhone original
La declaración de «guerra termonuclear»
Jobs raramente perdía los nervios en público, pero en privado era otra historia. Según relatos posteriores de empleados y biógrafos, la salida de Eric Schmidt desató en Jobs una furia que pocos habían visto antes.
Para Jobs, Android no era competencia leal. Era, en sus propias palabras, «robo descarado». Y el hecho de que Eric hubiera tenido acceso a información privilegiada durante el desarrollo del iPhone hacía que todo fuera aún más personal.
Voy a destruir Android. Es un producto robado. Estoy dispuesto a iniciar una guerra termonuclear contra Google.
No era una metáfora. Para Jobs, que había visto cómo Microsoft «se inspiró» en el Mac para crear Windows en los años 80, esto era historia repitiéndose. Y esta vez no iba a quedarse callado.
Una comparativa entre Android e iOS en una de las últimas Keynote de Apple con Steve Jobs vivo
2010-2011: empieza la guerra legal
La «guerra termonuclear» no se quedó en amenazas. Apple comenzó una serie de demandas contra fabricantes de Android que se extendieron por todo el mundo. El mensaje era claro: si tocaban al iPhone, tendría consecuencias.
Jobs rechazó cualquier intento de Eric de limar asperezas. Cuando el CEO de Google trató de proponer acuerdos extrajudiciales, Jobs solo tenía una respuesta: que Google dejara de usar las ideas de Apple.
La relación entre ambas compañías se convirtió en lo que los medios llamaron «guerra silenciosa». Apple comenzó a trabajar en alternativas a todos los servicios de Google: Apple Maps para competir con Google Maps, iAd para reducir la dependencia de la publicidad de Google, la desaparición de YouTube como app nativa de iOS… incluso hubo intentos de lanzar un buscador propio.
Momento de la presentación de Apple Maps
De enemigos a socios inevitables
Hoy, 16 años después de aquella ruptura de agosto de 2009, Apple y Google siguen siendo rivales, pero también socios inevitables. Google paga miles de millones a Apple para seguir siendo el buscador por defecto en el iPhone. Además, Apple Intelligence tiene integrada la búsqueda de Google Imágenes.
Eric Schmidt intentó explicar años después que todo había sido «simplemente business», que no había intención de hacer daño. Pero para Steve Jobs nunca fue solo business. Era personal.
Al final, tanto iPhone como Android llegaron lejos. ¿Qué hubiera pasado si Eric no hubiese estado en la sala de juntas de Apple? No lo sabemos. Quizás Android hubiese llegado más tarde, o quizás no. Quizás Google ya lo tenía todo en mente y simplemente fueron dos caminos paralelos.
A día de hoy, sí, es impensable lo que sucedió en 2006. Pero, en cierto modo, Google sigue dentro de Apple: como buscador, como apoyo para Apple Intelligence… Porque Jobs quiso desatar una guerra, pero la realidad es que en Silicon Valley los enemigos de hoy son los socios de mañana.
Fuente | Apple, Dogfight: How Apple and Google Went to War And Started a Revolution y Biografía de Steve Jobs
En Applesfera | Nuevo iOS 26: novedades, cuándo sale, iPhone compatibles y toda la información sobre la nueva actualización
En Applesfera | Apple Intelligence: qué es, lo que puedes hacer, dispositivos compatibles y cómo probarlo en español
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La noticia
Steve Jobs compartió durante años mesa y secretos con el CEO de Google. La relación terminó con una amenaza de «guerra termonuclear»
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Guille Lomener
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