España ha tenido una representación ininterrumpida en la parrilla de Fórmula 1 desde 1999, año en el que debutaron Marc Gené y Pedro de la Rosa. Dados los 43 años de Fernando Alonso y la incertidumbre sobre el futuro a medio plazo de Carlos Sainz tras su fichaje por Williams, los aficionados no dejan de clamar por la otra gran estrella del automovilismo español: Álex Palou.
El tricampeón de la IndyCar ya ha sonado en la rumorología del ‘Gran Circo’. Palou llegó a disputar unos entrenamientos libres con McLaren en 2022, pero el fichaje de Oscar Piastri le cerró la puerta, lo que provocó su paso atrás, de vuelta al equipo Ganassi y un posterior juicio.
El piloto español negó por enésima vez pensar en la Fórmula 1 el año pasado: «He dicho muchas veces que no era mi objetivo», pero cuando se le preguntó por una posible futura aventura, la puerta volvió a quedar entreabierta: «Si se presenta una oportunidad [en la F1] en un futuro, que es una posibilidad muy, muy pequeña, me lo pensaré seguro, al 100%», reconoció Palou.
La llegada de General Motors a la máxima categoría del automovilismo con la escudería GM/Cadillac cambia las cosas. En primer lugar, en 2026 habrá dos asientos completamente desocupados en la parrilla, que no serán objetivo de las grandes superestrellas del ‘Gran Circo’ y, como la mayoría de equipos completamente nuevos, pueden generar desconfianza entre los pilotos asentados en la zona media.
Es por ello que Álex Palou tiene tanto sentido para un equipo como Cadillac, porque no solo representa un soplo de aire fresco como cualquier debutante en la Fórmula 1, sino que llegaría con un palmarés superior a la gran mayoría de pilotos del mundo y unas credenciales (el mejor piloto de la IndyCar en la actualidad) casi incomparables.
Por si fuera poco, Palou ya ha sido piloto de Cadillac. Sucedió en las 24 Horas de Le Mans de este mismo año, cuando el español se puso a los mandos del Cadillac V-Series.R, con el que, junto a Earl Bamber y Alex Lynn, logró una meritoria séptima posición. Si bien es verdad que aquel monoplaza estaba operado por Ganassi, y todo apunta a que la estructura Andretti podría estar involucrada, se desconoce la duración del actual contrato de Palou con su equipo de IndyCar, y las hipotéticas cláusulas de salida que las estrellas del automovilismo se aseguran de incluir.
A todo ello se le suma que muy pocos pilotos acaban su contrato al final de la temporada 2025: George Russell tiene pocos incentivos para abandonar Mercedes, y Yuki Tsunoda sigue esperando a Red Bull. Aunque hay algunos acuerdos cuyos detalles no son públicos, se antoja complicado que Charles Leclerc o Lando Norris abandonen sus asientos punteros por la incógnita de Cadillac, algo que no hace sino aumentar el atractivo de Álex Palou, que podría unirse a Fernando Alonso y Carlos Sainz en una parrilla con mucha sangre española.