Publicado: julio 5, 2025, 4:07 pm
En medio de la peor crisis en la historia reciente del PSOE, con dos ex secretarios de Organización señalados por organizar una trama corrupta en el corazón del partido, con el último de ellos, Santos Cerdán, en prisión, y tras el último incendio provocado por el fontanero designado por Pedro Sánchez para salvar al partido, el Comité Federal ha proclamado este sábado a María Jesús Montero como candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía en las elecciones autonómicas que se celebrarán, salvo sorpresa, a mediados de 2026.
La también vicesecretaria general del PSOE, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda ha recibido la bendición de Sánchez en un Comité Federal que el PP ya ha bautizado como «comité funeral» tras la abrupta caída de Francisco Salazar, a quien el secretario general había designado la tarea de tutelar a la dirección del partido que se va a renovar parcialmente este sábado como adjunto a la Secretaría de Organización.
Las denuncias publicadas sobre supuestos casos de acoso sexual por parte de Salazar a empleadas del partido han terminado de noquear a un partido que no levanta cabeza desde que el último informe de la UCO señalara a Cerdán y que se proclama asqueado por las relaciones con prostitutas de quienes fueron sus máximos responsables.
Montero, que puso «la mano en el fuego» por Cerdán, afronta ahora una tarea que se antoja imposible, la de socavar la mayoría absoluta del PP de Juanma Moreno en Andalucía. Porque el objetivo, incluso antes de que estallara todo este escándalo, era ése, romper la mayoría absoluta del PP. Ganar las andaluzas ni siquiera se contemplaba en el mejor de los escenarios, pero ahora, salpicada Montero y manchada la imagen del PSOE por la corrupción, su candidatura parece abocada al fracaso. «Esto es una ruina», aseguraba este sábado un ex dirigente del PSOE andaluz.
Con todo, Sánchez está intentando aislar la carrera electoral andaluza de su vicepresidenta del caos en el que está envuelto el partido, aunque con escaso éxito. El Comité Federal de este sábado en Madrid estaba pensado, en un primer momento, para lanzar la candidatura de Montero y se había previsto celebrarlo en Sevilla, con mitin del propio líder socialista incluido al día siguiente. Pero la trama de corrupción y las revelaciones de los investigadores de la UCO, con el ingreso en prisión de Cerdán por si fuera poco, obligaron a cambiar todos los planes.
De su candidata ha dicho Sánchez que «una de esos hombres y mujeres valientes dispuestos a dar un paso al frente cuando más falta hace».
«Quiero expresar mi profundo respeto a María Jesús Montero no solamente por ser la vicesecretaria general del PSOE y por cómo desempeña sus funciones, sino por ser una extraordinaria vicepresidenta del Gobierno de España», ha alabado Sánchez despertando una intensa ovación, probablemente el momento menos tenso de todo el Comité Federal, una especie de respiro en medio de la tormenta continua.
Además, Sánchez ha subrayado su «solvencia política, rigor técnico, dedicación y compromiso al proyecto socialista» y le ha dado la enhorabuena por ser oficialmente la candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía. «Te conozco, sé que te vas a dejar la piel como siempre haces y sé que no te vas a ahorrar ningún esfuerzo para ser lo que vas a ser, porque te van a llevar millones de andaluces y andaluzas a ser la próxima presidenta de la Junta de Andalucía», ha concluido Sánchez.
Sensación interna de desastre
Pero pese a los buenos deseos del presidente, ni siquiera en el PSOE andaluz, en la ejecutiva diseñada por Montero hace solo unos meses tras el congreso regional de Armilla creen que haya opciones reales de ganar los comicios regionales, que inaugurarán el calendario electoral si no hay adelanto de las elecciones generales.
En el socialismo andaluz la sensación es de catástrofe anunciada y los últimos sondeos publicados, incluso antes de la entrada en prisión de Santos Cerdán, ya vaticinaban un fracaso en las urnas de Montero, con resultados incluso peores que los que obtuvo en 2022 Juan Espadas.
La secretaria general del PSOE-A alcanzó el pasado 26 de junio el máximo número de avales exigidos por los estatutos federales del partido después de ser la única precandidata que se presentó. Así, después de que la Comisión Regional de Ética supervisara el conteo de los mismos y los verificara, Montero pasó a convertirse en la candidata socialista a la presidenta de la Junta de Andalucía.
