Publicado: agosto 4, 2025, 4:07 am
Más pluri que nacional, la España que sostiene a Pedro Sánchez se encoge en cada entrega de la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO. Los 13 diputados que ha perdido de las elecciones de 2023 hasta hoy afloran en hasta 11 autonomías ya. Lo que obliga a enfocar sobre las excepciones.
Y se descubre que sólo en Asturias asciende. La estirpe izquierdista del lugar, un electorado envejecido (pensionista) y el repliegue de Sumar le permiten añadir un diputado. Se queda igual en Extremadura, porque con sólo dos circunscripciones pequeñas hay poco margen a novedades. Tampoco cambia en Aragón, donde poco más podía caer. También está estable en Valencia, algo que debe agradecer, probablemente, a Carlos Mazón. Y, por último aflora la dupla País Vasco y Navarra, donde nada pierde. Hay que añadir Cataluña, donde se dejaría un escaño pero los 18 de hoy muestran una mayor dependencia. Si Cataluña dio a Sánchez el 15,7% de su total en 2023, ahora daría el 16,6%.
Por tanto, el sanchismo, por convicción plurinacional (Navarra-País Vasco-Cataluña), porque sí (Asturias), porque peor es imposible (Aragón) o por causas ajenas (Comunidad Valenciana) se reduce a 7 autonomías.
Y la balanza se desequilibra cada vez más. Si se toma como referencia el reparto de escaños cuatro meses atrás, el PSOE añade pérdidas en cinco comunidades. Desde julio de 2023 a abril de 2025, había resistido en las uniprovinciales Cantabria, Murcia y La Rioja, donde ya cede un diputado, en los dos primeros casos, a Vox. También se deja un escaño en Canarias, para el PP. Pero, sobre todo, el hundimiento llega en Castilla y León, donde se ha dejado tres de sus 12 diputados en un cuatrimestre. Los tres han ido a Vox y el PP ya dobla al PSOE. Pésima expectativa donde arrancará el nuevo ciclo electoral. Bien tranquilo puede estar Mañueco, pues la inercia nacional es un ingrediente positivo para su propia gestión. Y mal pálpito para Carlos Martínez, un líder solvente socavado por la marca PSOE.
El alcalde de Soria podría ocultar la sigla. Es algo común: llegó Feijóo a poner un PP invisible en su cartel con Casado en Génova. Pero no podría ponerse careta María Jesús Montero. Vicepresidenta en Moncloa y vicesecretaria en Ferraz, debe cargar con el lastre del líder doblemente.
El PP ya dominó en Andalucía en las generales, en un aval también a la gestión de Moreno. En abril, Feijóo ya sumaba 2 diputados más desde Andalucía, aprovechando la caída en 4 de Sumar -Vox se quedaba los otros 2-. Y al llegar a julio ya es el PSOE de Montero quien cede dos. No es que recupere Sumar algo de lo mucho perdido, sino el PP y Abascal. En dos años de legislatura, y de coalición progresista, la izquierda pierde 6 escaños andaluces. La derecha, 40 diputados, casi dobla a la izquierda (21), una barbaridad replicada en Galicia (15-8) o Castilla-La Mancha (14-7) y engordada en Aragón (9-4), Castilla y León (22-9), Murcia (8-2) y Cantabria (4-1).
Como Montero, también Óscar López, otro enviado de Moncloa a la trinchera autonómica, acentúa la depresión. El PSOE pierde un escaño por Madrid, que gana Vox. El PP sigue en 17, uno más que en 2023, a costa de Sumar, que llegó a tener 6 junto a Podemos. En el último mes, los morados caen uno para adecentar el bagaje de Yolanda-Mónica (4).
Hay otros dos ministros en batallas regionales. Con Pilar Alegría, el PSOE repite su nada en Aragón. A mitad de legislatura, la única variación es que Sumar-Chunta pierde su escaño y lo gana el PP, que dobla al PSOE. Por último, el caso valenciano…
Son lógicas las dudas de Génova con Mazón. Ahí, en unas generales, el PP, que crece en 11 autonomías, valdría lo mismo que en 2023 y en el último cuatrimestre pierde el escaño que llegó a ganar. Una grieta para Feijóo, que tiene su otra cuenta pendiente en Cataluña. La ambigüedad con Junts -frente a Alejandro Fernández, aún líder ahí- tiene rédito. Si en 2023 le llegaron 6 escaños desde allí, ahora son 9. Crece mucho y también Vox, que pasa de 2 a 5 en media legislatura. Para Abascal, el erial se achica: Galicia, País Vasco, Navarra y La Rioja.