Publicado: marzo 10, 2025, 9:07 pm

Durante las alrededor de dos horas que ha durado la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE de este lunes, Pedro Sánchez no se ha referido en ningún momento a la delegación de competencias sobre inmigración cerrada con Junts la semana pasada. Para sorpresa incluso de alguno de los asistentes, el presidente del Gobierno y líder del partido ha obviado toda referencia al respecto, incluidas las críticas desde sus propias filas encabezadas por el barón castellanomanchego, Emiliano García-Page, y de varios socios parlamentarios del espectro ideológico de la izquierda que han tachado el acuerdo de «racista».
Fuentes de la dirección de Ferraz restan importancia a la falta de apoyos con los que a priori cuenta la proposición de ley en la que se plasma para poder recibir luz verde en el Congreso con el argumento que otras iniciativas con peores perspectivas han acabado saliendo adelante. Lo que apuntan es que se trata de una «una negociación a varias bandas» y que el Ejecutivo central tirará del carro para que salga adelante, pero que los de Carles Puigdemont también tendrán que «remar» para intentar alcanzar el consenso necesario entre las fuerzas contrarias como es el caso de Podemos.
A diferencia de con la delegación de competencias en inmigración, Sánchez sí que sometió a consideración de su Ejecutiva el pacto alcanzado con ERC el mes de julio que permitió situar al socialista Salvador Illa al frente de la Generalitat, en el que se incluía literalmente la «soberanía fiscal plena» para Cataluña. La controvertida medida que sobre el papel suponía la cesión de la recaudación de impuestos estatales recibió entonces el respaldo unánime de la cúpula del partido salvo por una abstención.
En la reunión a puerta cerrada tampoco ha hecho mención alguna el secretario general de los socialistas a los posibles apoyos al incremento del gasto en Defensa con los que cuenta tras haberse comprometido a acelerar la inversión para llegar al 2% del PIB antes de 2029. Y ello a pesar de que su intervención ha abordado básicamente dos temas, la respuesta internacional a la guerra en Ucrania y las derivadas políticas de la dana en Valencia.
Ferraz pide «altura de miras»
Sobre el asunto de la subida de la inversión militar, desde Ferraz reclaman «altura de miras» a los grupos parlamentarios en general con el argumento de que España y Europa se están «jugando cosas muy importantes». Respecto a las reticencias de Sumar en concreto, apuntan que los dos socios de coalición están «completamente alineados en lo sustancial», que es que la unión de Los 27 debe tener «un perfil propio» y eso requiere reforzar las capacidades y la autonomía estratégica de los países miembros.
En el PSOE defienden que el Gobierno está comprometido con ese incremento de la inversión en Defensa que cuando Sánchez llegó a La Moncloa no superaba el 1% del PIB. «Se ha aumentado en un 10% desde ese momento y, además, una de las cosas de las que más nos enorgullecemos es que una de las últimas medidas ha sido el aumento en la retribución de la tropa, tan necesario, tan demandado y tan pocas veces escuchado por los gobiernos del PP», ha afirmado la portavoz de la Ejecutiva Federal socialista, Esther Peña.
Lo que se traslada desde el equipo de Sánchez es que el hecho de que haya que destinar más esfuerzo económico a la seguridad no tiene por qué suponer que haya que «elegir quitar un servicio público o un derecho». «Aquí por suerte hemos aprendido mucho de la crisis de 2008, donde hubo una respuesta neoliberal que sumió a nuestro país y a Europa en un lugar indeseable», sostienen. En este sentido señalan que hay «fórmulas diferentes» como aplicar las mismas medidas que durante la pandemia del Covid, como «la flexibilidad de las reglas fiscales» en la Unión Europea.