Publicado: julio 21, 2025, 8:07 pm
En el Patio de los Cañones del Palacio de la Moneda, en Santiago de Chile, los líderes de izquierda Gabriel Boric (Chile); Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil); Pedro Sánchez (España); Yamandú Orsi (Uruguay); y Gustavo Petro (Colombia) han querido erigirse como impulsores de una suerte de alianza para defender a la democracia de los peligros que, entiende, actualmente ponen en riesgo su supervivencia. El avance de la ultraderecha y sus valores, la desigualdad, la desinformación son algunos de los males que sitúan en su diagnóstico. Buscan aunar medidas que fortalezcan las instituciones. «Es un acto político», ha dicho Boric. No buscan ir a la guerra ni hacer uso de los cañones, pero sí han decidido dar la batalla para contrarrestar la narrativa que se está imponiendo en algunos lugares. «Tenemos que ser capaces de proponer una alternativa».
«Preservar la democracia no es solo una cuestión institucional o jurídica. Es una obligación moral. Es una responsabilidad que le debemos a las generaciones pasadas, pero también a las generaciones futuras. Preservar la democracia es una batalla política que trasciende las urnas y los votos», ha reflexionado Pedro Sánchez, que ha señalado como «amenaza real» actual de la democracia y sus valores a una «coalición de intereses entre oligarcas y la ultraderecha. Una internacional del odio y la mentira que avanza peligrosamente, por desgracia, en ambos continentes».
Estos cinco líderes, que se han reunido durante varias horas a puerta cerrada, han centrado sus debates y sus trabajos en tres ejes fundamentales: cómo fortalecer nuestras democracias y el multilateralismo; cómo enfrentar de manera decidida la desinformación y el uso malicioso de las tecnologías «sin caer, por cierto, en la censura»; cómo combatir la desigualdad y los extremismos «que tantas veces se alimentan mutuamente». Su radiografía les hace concluir que son los líderes progresistas quienes están obligados a hacerlo, porque los partidos de la derecha tradicional consideran que han sucumbido a la presión de la ultraderecha. De ahí que Sánchez busque estas alianzas en Latinoamérica, toda vez que en Europa tanto la derecha como la ultraderecha han ido ganando terreno y cuota de poder. Articular una foto de líderes progresistas es ahora sólo posible cruzando el Atlántico.
«Nos toca a nosotros, gobiernos liderados por fuerzas progresistas, encabezar esa respuesta. Y nos toca hacerlo solos, si es necesario. Porque cada vez es más evidente que hay una derecha tradicional, con las que hasta no hace tanto compartíamos consensos básicos, ha desertado de esa labor histórica. Y ha sucumbido al marco impuesto por la ultraderecha», ha sido el mensaje lanzado por Sánchez, y que también encierra una clave nacional. Tanto él como sus ministros llevan tiempos inmersos en la estrategia de presentar al PP encadenado a Vox y aprovechando sus alianzas autonómicas para señalar las políticas que han ido llevando a cabo.
«Son cada vez más fuertes, están en más sitios, es una evidencia. Porque no hay fronteras. Así lo han entendido en la internacional reaccionaria. Y por eso las fuerzas progresistas debemos actuar de forma conjunta», ha ahondado el presidente español. Petro ha señalado como fundamental que los líderes progresistas «nos juntemos» para encender la luz cuando las tinieblas llegan, cuando empiezan a atemorizar el alma. Queremos abrir a luz en un mundo que se llena de oscuridad».
Respecto a los ejes en los que se ha dividido esta llamada Reunión de Alto Nivel «Democracia Siempre», España ha coordinado en los últimos meses los trabajos relativos a la desinformación. En este sentido, la propuesta de Sánchez gira en torno a la idea de promover una gobernanza digital democrática y que los países colaboren para garantizar que los algoritmos no manipulen las opiniones de la sociedad ni tampoco debiliten la cohesión social y la convivencia.
El presidente del Gobierno, en su intervención, ha aprovechado para anunciar que España acogerá la próxima Cumbre en Defensa de la Democracia en 2026.