Publicado: julio 30, 2025, 4:07 am
Pedro Sánchez cumplió un año más -el séptimo- con la tradición de celebrar el último despacho con Felipe VI antes de las vacaciones de verano. Como siempre, el presidente del Gobierno se trasladó hasta Palma de Mallorca, donde se encuentra la sede de la Jefatura del Estado estos días. El líder del Ejecutivo viajó tras presidir la reunión del Consejo de Ministros en el Palacio de la Moncloa y unas horas después de que la Sala de Apelaciones del Tribunal Supremo ratificara el enjuiciamiento del Fiscal General, Álvaro García Ortiz, por revelación de secretos del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Sánchez se reunió primero con la presidenta Balear, Marga Prohens, una hora y media antes de hacerlo con el Rey. A las seis y media de la tarde, un vehículo oficial cruzó los muros del Palacio de Marivent, donde regresó el despacho tras celebrarlo en la Almudaina los últimos años. La cita se prolongó cera de 90 minutos, tras los que Sánchez compareció ante los medios de comunicación.
Este es el único despacho entre el Rey y el presidente que se hace público, y al que le sigue una rueda de prensa en la que cada año se permiten menos preguntas a los periodistas. En concreto, en este 2025 han sido dos las que se han podido realizar, con la exigencia de que una de ellas versara sobre asuntos insulares. Es, además, el último acto con refrendo gubernamental del Rey antes del verano. El próximo se producirá el 5 de septiembre en la Apertura del Año Judicial, uno de los actos con mayor carga del Monarca, donde de reúnen diversas autoridades vinculadas al Poder Judicial, entre ellas el fiscal general.
Don Felipe inaugura el curso judicial con unas palabras en las que reflexionar sobre el estado del Poder Judicial. El apoyo cerrado del Gobierno hacia García Ortiz y la decisión del máximo representante del ministerio público de seguir en el cargo comprometen el discurso del Jefe del Estado. No esconde el Ejecutivo su respaldo al fiscal. Sánchez afirmó ayer sin rodeos: «Nosotros respaldamos la acción del fiscal general, creemos en su inocencia y cuenta con el aval y el apoyo del Gobierno de España». Una situación que compromete las palabras del Monarca que debe moverse entre la neutralidad que le exige el cargo pero con la Constitución de fondo, que en su artículo 97 habla de la separación de funciones entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, algo que volverá a recordar el Jefe del Estado en su primer discurso a la vuelta de verano y ante García Ortiz.
El carácter presidencialista de Sánchez ha provocado que desde que es líder del Ejecutivo los encuentros con Don Felipe, en los que despacha sobre la situación del país, se celebren más espaciados de lo que desearía la Jefatura del Estado. Aunque la relación Felipe VI-Pedro Sánchez es fluida, y los despachos cuando se producen son largos, no son semanales como acostumbraban otros presidentes del Gobierno.
Sánchez llega a su séptimo despacho con una situación que se complica cada año. Una inestabilidad que ha enmarañado cada uno de estos encuentros y que puede confirmar que el liderazgo del líder del Ejecutivo cada vez se ve más debilitado.
En 2024 el presidente aterrizó en Palma unas horas después de que el juez Peinado le tomara declaración en el Palacio de la Moncloa. Pese a que era difícil superar ese brete, la cita de ayer se celebró en medio de las imputaciones a las personas de confianza del también secretario general del Partido Socialista y con la incógnita de si Sánchez podrá sacar adelante unos presupuestos. Se produjo además, horas después de que el Tribunal Supremo confirmara el enjuiciamiento del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Que cuenta con plena confianza de Sánchez. También sus ministros, pues disipó cualquier duda sobre cambios a la vuelta del verano: «No va a haber una crisis de Gobierno», afirmó.
El pasado lunes, Sánchez reafirmó ante los medios de comunicación su voluntad de continuar en el Gobierno hasta 2027, con o sin presupuestos. Y es que vive de unas cuentas aprobadas por un ejecutivo sanchista, pero de una legislatura anterior. Es por ello que el de este año podría ser su penúltimo despacho si agota la legislatura. Años de citas marcadas por la inestabilidad y las polémicas.
Su primera visita a Marivent fue en el verano de 2018, cuando llevaba dos meses como presidente. Se trató de un encuentro de menos de una hora en el que Sánchez intercambió impresiones con el Rey y al que siguió un almuerzo con sus esposas. En 2019, Sánchez acudió como presidente en funciones tras una investidura fallida y llegó con un retraso de 50 minutos. En el año 2020 el abandono de España de Juan Carlos I, así como la situación de la pandemia, centraron la conversación. En 2021 hablaron sobre el buen ritmo de vacunación que había alcanzado España.
En 2022, el despacho se trasladó a la Almudaina, donde antes del encuentro, tomó posesión Álvaro García Ortiz como fiscal general, objeto precisamente del despacho de este año y quien tiene toda la confianza del presidente del Gobierno, sobre quien se pondrán los ojos el próximo 5 de septiembre.