Publicado: marzo 29, 2025, 3:57 pm
La penúltima etapa de la Volta Ciclista a Catalunya ha estado marcada por la polémica, pues su recorrido se modificó en tres ocasiones por el viento, por lo que el ganador de la prueba, que lidera Juan Ayuso, se decidirá en la séptima y última jornada que este domingo se disputa en Barcelona.
En la meta ubicada en Berga, Quinn Simmons arrancó en el último kilómetro y se impuso en una etapa de 73 kilómetros, aunque 48 de ellos fueron neutralizados, y que, tras eliminarse las bonificaciones de las tres primeras posiciones y parar el tiempo a 5 kilómetros de meta, deja la clasificación con Ayuso en cabeza, que goza de un segundo de ventaja sobre Primoz Roglic.
La incertidumbre reinó en el pelotón por culpa del viento, con dos cambios de recorrido antes del inicio y muchas dudas entre los ciclistas en la salida, que, tras rodar una hora y media por detrás del coche de los comisarios, pidieron lanzar la carrera y evitar, así, que la jornada se alargara. La mayoría de equipos están hospedados en Barcelona, donde este domingo termina la Volta, y no querían que el sexto día de la carrera se eternizara.
Fueron unas horas frenéticas. Ya en la víspera los organizadores, siguiendo las recomendaciones de las autoridades, habían decidido recortar la sexta etapa, entre Berga y Queralt, anunciando que no se subía el Coll de Pradell, de categoría especial, y uno de los principales alicientes de la que tenía que ser la etapa reina de la 104ª edición de la ronda catalana.
Y es que las fuertes rachas de viento deslucieron una jornada muy esperada por los aficionados de la comarca del Berguedà, que como ya pasó hace un año se había movilizado para llenar las carreteras de esta zona del prepirineo barcelonés. Y lo que debía ser una fiesta del ciclismo se convirtió en una jornada de dudas, llamadas y reuniones entre los equipos, los ciclistas, los jueces de la UCI y la organización.
Dos horas antes de la salida, se anunciaba la suspensión de la subida al puerto final de Queralt y 35 minutos antes del pistoletazo de salida se daban a conocer los detalles del recorrido modificado. El pelotón debía dar dos vueltas a un recorrido circular de 146 kilómetros, con inicio y final en la localidad de Berga, y sin ningún puerto de montaña puntuable.
Antes del inicio, Roglic y Ayuso, entre otros gallos del pelotón, conversaban con el director de la Volta, Rubèn Peris, para compartir sus sensaciones. El español decía estar «en shock» antes de salir porque le hubiera gustado jugarse el triunfo final en un recorrido más duro.
Pese a las dudas entre los ciclistas, la etapa empezó a las 14:15 horas, un cuarto de hora más tarde de lo previsto con una teórica primera vuelta neutralizada, con el pelotón detrás de los comisarios. «La idea es salvar la etapa. No es un tema de seguridad para los corredores, sino para el público», explicaba el director de la Volta, Rubén Peris, antes del inicio.
Y la etapa se salvó, pero sufrió una tercera modificación por petición del pelotón. Tras rodar 40 kilómetros neutralizados, Roglic se dirigió al coche de los comisarios para transmitirles que las condiciones «eran buenas». También Marc Soler, Omar Fraile y Juan Pedro López se sumaron a un cónclave caótico.
Los ciclistas querían correr y, tras unos minutos de discusión encima de la bicicleta, la carrera se reanudó, aunque se decidió eliminar el esprint intermedio, parar el tiempo en la general a 5 kilómetros de meta y eliminar la segunda vuelta al circuito. La etapa quedaría reducida a un recorrido de unos 25 kilómetros sin neutralizar y sin bonificaciones para los tres primeros.