Publicado: junio 24, 2025, 10:07 pm
El Pleno del Congreso ha dado este martes el primer paso para reformar su Reglamento y limitar la capacidad de la Mesa para alargar la tramitación de ciertas leyes. Esto es: para acelerar su tramitación. El texto impulsado por los populares -que ha recibido el apoyo del PSOE, Vox, UPN y BNG– pretende evitar que el procedimiento parlamentario de cualquier norma se retrase «arbitrariamente» mediante sucesivas ampliaciones del plazo de enmiendas.
Esta, critican en el PP, es una estrategia de «bloqueo» a la que recurre repetidamente la presidenta del Congreso, Francina Armengol, apoyándose en la mayoría que PSOE y Sumar representan en la Mesa. Pero la práctica no es solo habitual en esta legislatura, y es por ello que la propuesta de reforma ha aglutinado el voto de la mayoría del arco parlamentario -289 síes frente a 44 noes-. Solo Sumar, ERC, Bildu y PNV se han opuesto a la tramitación de la reforma, mientras Junts, Podemos y Coalición Canaria se han abstenido.
Los populares llevan meses denunciando que las iniciativas que sacan adelante en el Senado -donde el PP tiene mayoría absoluta- se quedan «congeladas» en el Congreso porque la Mesa, con mayoría de PSOE y Sumar, prorroga continuadamente el plazo de enmiendas. No solo sucede con los textos llegados de la Cámara Alta, sino también con propuestas del Gobierno o de los socios parlamentarios que, al no contar con los apoyos para salir adelante, extienden su plazo de enmiendas para seguir negociando.
Ahora, el Congreso avanzará en la modificación de su Reglamento para poner límite a dichas ampliaciones. En concreto, la propuesta de los populares contempla fijar que el plazo de enmiendas no pueda superar los dos meses y medio para los proyectos de ley -del Gobierno-, las proposiciones de ley -de los grupos parlamentarios- y las iniciativas legislativas populares (ILP). Para los textos que provengan del Senado -que no tienen que pasar por el trámite de la toma en consideración-, los populares sugieren que el plazo de enmiendas no pueda extenderse más de dos meses.
«La potestad legislativa del Congreso no está en manos del Pleno, sino de una mayoría de la Mesa que al dictado del Gobierno ha convertido la prorroga de enmiendas en un mecanismo de bloqueo y censura política», ha censurado el diputado popular José Antonio Bermúdez de Castro durante el debate de la iniciativa. El parlamentario ha defendido que la reforma supone poner «punto y final al llamado ‘congelador’ de Armengol» y ha llamado al apoyo del resto de grupos porque, cree, es una «cuestión de respeto a la Cámara».
Los socialistas, señalados en varias ocasiones durante la intervención de Bermúdez de Castro, han criticado que los populares no respaldaran una iniciativa muy similar que presentó el PSOE cuando gobernaba Mariano Rajoy. «Ustedes necesitan más memoria y menos hipocresía», les ha reprochado el diputado socialista Joaquín Martínez: «No intenten convencer de que lo que llamaban democracia cuando gobernaban, ahora lo llamen bloqueo». Es bajo esta tesis que el PSOE, finalmente, ha decidido apoyar la toma en consideración de la reforma.
Esa misma crítica al PP también la han lanzado otros grupos de todo el abanico parlamentario, desde los socios del Gobierno hasta Vox. «La iniciativa es prácticamente idéntica a la que trajo el PSOE en 2017 y a la que ustedes se opusieron», ha recordado Lourdes Méndez Monasterio, diputada del grupo de Santiago Abascal. Además, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha puesto de manifiesto que el PP también hace uso de su mayoría en la Mesa del Senado para prorrogar plazos cuando lo considera oportuno.
Los grupos minoritarios de la Cámara han sido los que han mostrado más reticencias a tramitar esta reforma del Reglamento, pues consideran que reducir el plazo para presentar enmiendas a las leyes dificulta que ellos puedan hacerlo -porque tienen menos diputados y recursos-. La parlamentaria de Sumar Esther Gil de Reboleño se ha sumado a esta postura: «Esta reforma no democratiza el procedimiento; al contrario, recorta tiempo y deja fuera a los grupos minoritarios de este arco parlamentario», lo que considera que supone «neutralizar» al Congreso.
