El líder de la izquierda ‘abertzale’ Arnaldo Otegi ha emplazado a miles de simpatizantes a «cantar y bailar» el ‘Sarri, sarri’ de Fermín Muguruza en el final de la manifestación que ha vuelto a reinvindica que «Euskal Herria es una nación». Una marcha ya tradicional en el calendario del soberanismo vasco que Otegi ha utilizado para poner en valor el «trabajo institucional y militante» que ha permitido acelerar los beneficios penitenciarios de los presos de ETA incluida la reducción de sus penas aprobada en el Congreso de los Diputados.
Los cambios en la política penitenciaria y el poder institucional de Bildu en Navarra constituyen, según Otegi, los grandes logros políticos de la estrategia de pactos con el PSOE. Sin citar al partido de Sánchez ni mucho menos hacer mención alguna a las acusaciones vertidas contra él por el comisionista Víctor Aldama, Otegi ha querido subrayar ante sus militantes logros concretos después del agridulce balance electoral de 2024. El líder de EH Bildu ha puesto en valor los «pasos significativos» que ha logrado al haber acabado con la dispersión de los etarras, su calificación en primer grado y, sobre todo, la modificación legal que permitirá a medio centenar de etarras descontar de sus condenas pendientes el tiempo de prisión cumplido en Francia por otros delitos de terrorismo. Una relación de objetivos con los presos y sus familias como protagonistas que no forma parte del discurso público de Otegi aunque se encuentren en su «frontispicio» como reconoció en octubre de 2021 ante un grupo de militantes en Eibar.
Un centenar de presos de ETA cumplen sus condenas en las cárceles vascas y durante toda la semana la canción «Sarri, sarri» creada en 1985 por Fermín Muguruza para celebrar la huida de dos etarras ha estado en el centro del debate político vasco. La consejera de Justicia María Jesús San José ha anunciado un control sobre los repertorios de los conciertos en las tres prisiones vascas después del escándalo que se generó porque Muguruza interpretara ‘Sarri, sarri’ en la prisión de Martutene el pasado sábado 16 de noviembre ante un grupo de condenados por terrorismo y varios presos comunes.
Además, el líder de Bildu ha arrancado el aplauso de sus fieles al recordar que hace un año era UPN quien gobernaba el Ayuntamiento de Pamplona y ahora lo hace Joseba Asiron (Bildu), que ya se ha aprobado la reforma del estatuto navarro para que la Guardia Civil deje de regular el Tráfico y que la izquierda ‘abertzale’ preside la confederación de municipios y concejos de Navarra. Tres objetivos que Otegi ha logrado tras consolidarse el pacto con el Partido Socialista de Navarra (PSN) que apadrinó el ‘número tres’ del PSOE Santos Cerdán.
La manifestación que, como ya es tradicional, ha recorrido la calle Autonomía de Bilbao ha vuelto a reclamar que «Euskal Herria es una nación». «Nacionalizamos las luchas de la izquierda; las miramos desde la perspectiva vasca», ha recalcado Otegi cuando EH Bildu prepara un congreso continuista en el que será reelegido sin candidatos alternativos. La coalición ‘abertzale’ ha abrazado el ‘nuevo estatus’ soberanista que inicialmente defendía el PNV a la espera de que Andoni Ortuzar decida activar o no la renovación del Estatuto de Gernika como le pide el PSOE vasco. El presidente del PNV necesita coordinar el proceso de renovación interna que ya le ha permitido renovar las direcciones provinciales de su partido con la reforma estatutaria mientras analiza las implicaciones de dirigentes socialistas en la trama de comisiones que lideraba el empresario Víctor de Aldama.