Publicado: noviembre 23, 2025, 5:07 am

El Gobierno y el PSOE mantienen las espadas en alto tras el fallo condenatorio del Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por revelación de datos confidenciales de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
En esta estrategia de cuestionamiento de la decisión y de descrédito del propio Tribunal, Óscar López, ministro de Transformación Digital y Función Pública, y secretario general de los socialistas madrileños, se confirma como cabeza de puente del Gobierno. Hoy, el también candidato del PSOE a la comunidad de Madrid ha trasladado el mensaje a los universitarios recalcando que la «sentencia» es injusta, pese a que nadie ha podido aún leerla porque no se ha publicado; que todo es fruto de los «chanchullos» de Díaz Ayuso y que los socialistas, ante ello, no callarán.
López ha insistido en todo esto en un acto conferencia sobre el estado de la universidad pública en la Comunidad en el que ha hecho hincapié en «denunciar lo que hace Ayuso», a la que ha tachado de «subproducto de Esperanza Aguirre». El ministro se ha remontado al año 2001 para enhebrar la «demolición» de la educación universitaria pública que ha llevado a cabo el PP para «convertir los derechos en negocios privados financiados con dinero público».
Al hilo de esta denuncia ha comparado la situación con la que se vive en una comunidad de vecinos «en la que los del ático», ha dicho, «no pagan mientras se montan una fiesta con el dinero de todos». Y a continuación ha insistido, sacando a colación el fallo del Supremo contra García Ortiz, en que «ninguna sentencia judicial por injusta que sea va a tapar lo que está pasando en la Comunidad de Madrid. Una cosa es acatar y otra callar y nadie nos va a callar ante los chanchullos de Ayuso».
El ministro también se ha referido a las manifestaciones «de los del brazo en alto» que se han celebrado en la capital «autorizadas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid» y ha reclamado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y a los jueces del tribunal que «condenen a quienes pedían a gritos que se le pegue un tiro en la nuca al presidente del Gobierno».
