Publicado: abril 19, 2025, 8:07 pm

Nueve detenidos, cinco de ellos menores de edad, y destrozos importantes en el mobiliario urbano es el balance de una semana de disturbios en la localidad de Mataró, en la costa de Barcelona. Un conflicto que ha escalado en los últimos días y que ha provocado la intervención de la propia consejera de Interior de la Generalitat, Núria Parlon, quien se ha reunido con el alcalde y ha cerrado filas con los Mossos d’Esquadra. «No se pueden quemar 30 contenedores y que no pase nada», ha resumido la dirigente sobre la labor de los agentes.
Los altercados empezaron hace ahora una semana y el detonante fue una intervención de los Mossos para frenar un intento de ocupación en el barrio de Cerdanyola, uno de los más humildes de la ciudad. El pasado miércoles 9 de abril, dos jóvenes intentaron entrar en un piso vacío y propiedad de una entidad bancaria.
Agentes del cuerpo autonómico, apoyados por la Policía Local de Mataró, frustraron el intento de ocupación del inmueble. Hacia las 20:00 horas, uno de los dos individuos de origen subsahariano que había entrado al piso saltó por el balcón y la policía catalana lo redujo y lo arrestó.
Sin embargo, aquella misma noche empezaron los disturbios, que se han repetido a lo largo de varias noches, especialmente el lunes y martes de esta semana. Si bien ayer no hubo altercados de consideración, antes de ayer (martes) los Mossos detuvieron a cuatro menores de edad, uno de ellos inimputable al ser menor de 13 años, por la quema de dos contenedores más en el mismo barrio de Cerdanyola.
En concreto, los agentes arrestaron a tres menores de edad por los delitos de daños y de desórdenes públicos. Además, también interceptaron a un cuarto menor, el de 13 años, que volvió con sus padres.
El lunes, un grupo formado por unas sesenta personas protagonizó unos altercados en la plaza Onze de Setembre de la localidad y alrededores. Durante la concentración, los individuos lanzaron objetos contra los agentes de los Mossos d’Esquadra desplegados para mantener el orden público, que acabaron deteniendo a un joven menor de edad por atentado a la autoridad.
De hecho, estos disturbios estuvieron precedidos de una asamblea convocada por el Sindicat d’Habitatge de Mataró, asociación que lleva días criticando la numerosa presencia policial en el barrio y señalando a los Mossos.
«Los incidentes son reprobables y las detenciones se tenían que producir», ha señalado este jueves de Semana Santa la consejera de interior tras reunirse con el alcalde y una representación de los agentes policiales que participan en los dispositivos de seguridad en el municipio. «No se pueden quemar 30 contenedores y que no pase nada», ha recalcado tras recordar que «hay líneas rojas que no se pueden traspasar». «No se pueden tolerar agresiones a agentes de la autoridad», ha zanjado tras pedir diálogo para abordar el fondo del problema.
A nivel político, el PP ha pedido la ocmparecencia de la responsable de Interior en el Parlament. El portavoz de los populares catalanes en la cámara, Juan Fernández, acusó al Govern de «inacción» y de no tener «una estrategia concreta». «Están convirtiendo Cataluña en un polvorín«, ha lamentado el diputado del Partido Popular.
Vox achaca los problemas en Cerdanyola a la inmigración y el secretario general del partido, Ignacio Garriga, reclama que el Ejecutivo catalán impulse un plan para «identificar a todos los extranjeros que estén cometiendo delitos en Cataluña y sean expulsados a sus países de origen», y ha pide que se haga lo mismo con los extranjeros que hayan sido nacionalizados para que se les retire la nacionalidad española y se les expulse. Así lo aseguró ayer en una visita a la localidad.
«Hay grupos extremos que intentan canalizar la angustia de determinados sectores sociales para obtener beneficio», ha criticado el alcalde David Bote (PSC) en referencia implícita a Vox y el Sindicat d’Habitatge.