Publicado: octubre 12, 2025, 6:07 am

Zaragoza vive una nueva edición de las fiestas del Pilar en un momento en el que la ciudad se encuentra en clara expansión. La llegada de un sinfín de inversiones empresariales en el sector tecnológico ha servido para que la capital del Ebro tome impulso como una de las ciudades más importantes de España en el ámbito económico. Un auge que le permite pensar a lo grande y comenzar a tejer un crecimiento demográfico similar al que experimentó en la década de los 60, en el contexto del éxodo rural propiciado por el proceso de industrialización.
Su alcaldesa, Natalia Chueca (PP), abre las puertas del Ayuntamiento a EL MUNDO para explicar su modelo de atracción poblacional, que fija como objetivo a 10 años alcanzar la cifra de los 800.000 habitantes. «Más que una meta en sí misma, la intención de expandir nuestro horizonte corresponde al seguimiento de una senda de crecimiento. Hace 20 años que el alcalde Juan Alberto Belloch (PSOE) hablaba de llegar al millón de habitantes, pero se quedó muy lejos porque, después de la Expo de 2008, Zaragoza se apagó, quedando como la ciudad más endeudada de España. Ahora estamos trabajando por revertir esa inercia y ya hemos sido capaces de atraer proyectos muy importantes asociados, sobre todo, a las nuevas tecnologías», expone al comienzo de la entrevista.
Dichos proyectos, según explica la regidora, «constatan la relevancia que va a tener Zaragoza en el futuro de España y de Europa» porque «aquí se va a crear un gran ecosistema laboral en torno al progreso tecnológico y a la inteligencia artificial». A través de ese aumento en la oferta de nuevos puestos de trabajo, que se concentrarán principalmente en los centros de datos, el Gobierno local pretende apostar por la ejecución de un profundo proceso de «transformación social».
«Los movimientos migratorios ya no se producen entre los pueblos y las ciudades. Ahora son algo mucho más global, en el que las ciudades que puedan ofrecer una mejor calidad de vida y empleos cualificados van a ser las que tengan mayor capacidad de atracción de talento joven», explica a este periódico Natalia Chueca.
En busca de mostrar el atractivo que reivindica, la alcaldesa se ha embarcado en un avión rumbo a China en dos ocasiones durante este año. En busca de mostrar el atractivo que reivindica, la alcaldesa se ha embarcado en un avión rumbo a China en dos ocasiones durante este año. En la primera visita, la regidora presume de haber conseguido «cerrar la llegada de TDG Ibernavitas para establecer en Zaragoza su fábrica de baterías de litio». En la segunda, cerró un acuerdo con el grupo Juneyao para dar inicio en España a la venta de los vehículos eléctricos que producen en el país asiático..
Estas inversiones se suman a la colaboración que CATL y Leapmotor van a comenzar a desarrollar con Stellantis y sitúan a Zaragoza como un socio referencial para el gigante asiático. «He decidido centrarme en China y Estados Unidos, a donde también acudí invitada por Google, porque son los dos mercados más importantes del mundo y considero que yo soy de las que defiende que hay que invertir el tiempo en aquellos lugares en los que más beneficio se puede recoger», argumenta.
Más oferta de vivienda
La llegada de numerosos trabajadores, tanto nacionales como internacionales, obliga al Ayuntamiento a impulsar de una manera contundente la construcción de nuevas viviendas. En un momento en el que la falta de acceso es el problema que más preocupa a la sociedad española, Chueca pretende «incrementar la oferta con unos precios asequibles, especialmente para los jóvenes, que es a quienes hay que ayudar para que no encuentren tantas dificultades a la hora de emanciparse». En estos dos años de gestión, su Gobierno ha impulsado más de 2.300 viviendas y, tal y como explica la regidora, se ha «hecho, por un lado, aprovechando todas las convocatorias de fondos europeos y, por otro, gracias a un acuerdo con el Gobierno de Aragón por el cual el Ayuntamiento cede los suelos municipales y ellos ayudan en la concesión de proyectos para promover el modelo de colaboración público-privada».
El facilitar que las personas jóvenes encontrasen en Zaragoza un oasis de valores a la hora de buscar una vivienda fue una de las claves en la estrategia que Natalia Chueca desarrolló durante la campaña electoral de 2023. En ella prometió que el Ayuntamiento actuaría como avalista de aquellos interesados en comprar. «Es una de las cosas que nos faltan por cumplir, pero nos vamos a poner a trabajar para hacerlos posible. La idea es que si el banco ofrece una hipoteca al 80%, sea el propio Ayuntamiento el que abone la parte restante. Para ello debemos alcanzar acuerdos con entidades bancarias en los próximos dos años de gestión», explica.
Asimismo, otro de sus deberes a corto plazo es ampliar el modelo de construcción a viviendas de protección civil y vivienda pública, «para que todo el mundo pueda tener las mismas oportunidades». En ese sentido, asegura a este periódico que «el Ayuntamiento va a aprobar en unas semanas la posibilidad de hacer concesiones de licencias express, para que las constructoras puedan comenzar a trabajar bajo rasante al día siguiente de presentar la licencia de obra».
En esta ampliación del parque de vivienda de la ciudad, Chueca también destaca el «plan de rehabilitación de casas antiguas». Un proyecto que, según desarrolla la regidora, «es muy necesario para una ciudad con tantos años como Zaragoza, en la que hay viviendas de los años 40, 50 o 60 en las que vive gente mayor, con pocos recursos, y donde las condiciones de vida no son muy buenas».
Por ello, el Gobierno local ha invertido un total de 300 millones de euros en la rehabilitación de numerosos barrios, «para que así los propietarios puedan cambiar las ventanas, poner un ascensor o mejorar la eficiencia energética, lo que también supone un beneficio para la ciudad».
Por otro lado, la regidora también intenta aumentar la oferta de viviendas en alquiler brindando «seguridad jurídica» a los vecinos propietarios que no se atreven a ponerlo en renta. «A través de nuestro programa ALZA les damos la garantía de que, si su inquilino no paga, el Ayuntamiento de Zaragoza sufraga los costes».
Todo ello para facilitar «lo máximo posible» los trámites en un proceso de expansión vecinal que, asegura Chueca, «sería mucho más rápido si el Gobierno de España atendiese a las peticiones de cesión de los suelos que tiene en Zaragoza y que no está desarrollando». La alcaldesa desea para su territorio obtener un acuerdo como el anunciado por Salvador Illa en el Debate de Política General, por el que Cataluña obtendrá la propiedad durante 75 años de 13.000 viviendas y 300 solares de la Sareb. Un acuerdo entre Generalitat y Ejecutivo nacional que desde Aragón consideran que es «discriminatorio» con el resto de las comunidades.
Renovación urbana
Cabe destacar que, entre los cinco núcleos poblacionales más grandes de España (Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Sevilla), la ciudad del cierzo es la más asequible tanto para comprar como para alquilar, según datos de Idealista. Aunque también es cierto que registra una tendencia alcista respecto a hace un año, que se debe, precisamente, a la falta de oferta.
El Ayuntamiento también aprovechará este contexto para rehabilitar varios espacios clave de la ciudad. Así Zaragoza verá cómo la calle de El Coso, la plaza de El Portillo o la ribera del río Huerva vivirán amplias modificaciones, que, a juicio de la alcaldesa, «servirán para revalorizar por completo los barrios que les rodean y renovar la imagen de la ciudad».
En el caso del afluente del Ebro, que recorre la ciudad desde el sur hasta el centro, el Ayuntamiento ha invertido un total de 27 millones de euros para sacarlo a la luz y dar solución al mal estado en el que se encuentra. «Es el gran proyecto de esta legislatura. Nadie se había atrevido a trabajar sobre ello porque se trata de una operación que tiene una dificultad técnica muy importante, ya que hay que renovar todas las tuberías que tienen más de 100 años», explica la alcaldesa de Zaragoza.
Ahora, con las modificaciones planteadas, «la ciudad va a dejar de dar la espalda al río, porque va a dejar de ser un lugar sucio, descuidado y lleno de vegetación a un nuevo espacio para la biodiversidad, la flora, la fauna y, por supuesto, cualquier ciudadano».
La transformación del Huerva está planteada para el año 2027, al igual que la joya de la corona de este proceso de regeneración: la Nueva Romareda. Un proyecto faraónico de más de 170 millones de euros que será la nueva casa del Real Zaragoza y habilitará la posibilidad de que la ciudad sea sede de eventos colosales como el Mundial 2030. «El estadio nos permitirá ser el escenario de importantes acontecimientos deportivos y culturales, lo que representará una potente fuente de ingresos. Por fin la cuarta ciudad de España tendrá un estadio a su altura», celebra Chueca.
A pesar de los beneficios aportados por estos proyectos, el proceso de renovación urbana que plantea la alcaldesa deberá culminarse con una mejoría de la seguridad ciudadana. Zaragoza es de las ciudades que menos peligrosidad registra España, pero en 2024 vivió un aumento delincuencial del 6,9%, el segundo mayor, tras Málaga, en las urbes de más de 500.000 habitantes. Además, también ha habido un aumento de la inmigración en los últimos años y se han registrado casos de exclusión social, como el de las decenas de personas de origen africano que se han visto forzadas a vivir en el Parque Bruil al ver rechazadas sus solicitudes de asilo.
Esta situación ha provocado repetidos choques entre Ayuntamiento y Delegación de Gobierno, ante las numerosas peticiones de aumentar el número de agentes de la Policía Nacional que, por el momento, no han sido atendidas.
Sin embargo, esto no afecta a las Fiestas del Pilar, la guinda de este modelo de atracción y desarrollo. Esta celebración servirá para mostrar Zaragoza como una ciudad «divertida» en la que «siempre pasan cosas». Así, el Ayuntamiento ha ejecutado una inversión de tres millones de euros para organizar más de 1.000 eventos durante las festividades, que alcanzará su culmen durante el domingo con la Ofrenda de Flores a la Virgen. «Tenemos que recuperar nuestro orgullo como ciudad y reivindicar lo que somos capaces de lograr cuando trabajamos unidos», sentencia Natalia Chueca.