Publicado: septiembre 24, 2025, 8:07 am
Ni el presidente del Gobierno ni el líder de la oposición han estado hoy en el Congreso, y han sido la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y el ministro de Justicia, Félix Bolaños, quienes han afrontado las arremetidas del PP y también de Vox a cuenta del escándalo de las pulseras antimaltrato y el caso del hermano de Pedro Sánchez, acusándoles de «deslegitimar la democracia con mentiras y fango», «no aceptando los resultados electorales» y «sembrando bulos». «Ustedes lo único que hacen es intentar destruir», ha sentenciado Montero quien ha asegurado que pese a todo y contra viento y marea, el Gobierno «seguirá trabajando hasta el final de la legislatura».
El caso de las pulseras y el del hermano del presidente han centrado el inicio de la sesión de control. Montero ha entrado en la batalla respecto al primero pero ha sorteado el segundo. La vicepresidenta sólo ha hecho una referencia indirecta al procesamiento de David Sánchez para atacar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por el presunto delito fiscal de su novio.
Tanto PP como Vox han intentado que Montero explicara si como ministra de Hacienda sabía que el hermano del presidente del Gobierno vivía en Moncloa mientras pagaba los impuestos en Portugal. Pero ha sido en balde. La número dos del Ejecutivo se ha limitado a asegurar que la oposición está «en el acoso y derribo del Gobierno».
La portavoz parlamentaria del PP, Ester Muñoz, ha metido el dedo en la llaga de las pulseras y ahí Montero ha replicado reprochando al PP que sólo le interese las mujeres «cuando se trata de generar alarma». Les ha señalado por «pactar con Vox, un partido machista» y, además, «votar en contra de todas las medidas que benefician a las mujeres». «Ustedes no creen en el feminismo», ha dicho antes de insistir en que el PP con este tema lo que pretende es «causar alarma social» y ha asegurado que las mujeres «han estado protegidas en todo momento».
Ester Muñoz le ha recordado la ley del sí y es sí o la ley ELA o el caso de los saharauis para reprocharle que el Gobierno «abandere causas o las abandone en función de sus intereses». «Ustedes», ha asegurado, «no están en el lado correcto de la historia, están en el lado hipócrita». Montero ha insistido en que el Gobierno «protege a las mujeres frente a las mentiras y los bulos del PP» y ha instado a los populares a apoyar la ley de abolición de la prostitución cuando el Gobierno traiga su proyecto de ley al Congreso.
A continuación Juan Bravo ha sacado a relucir el caso del hermano de Pedro Sánchez y Montero se ha parapetado tras el caso del novio de Ayuso que, ha dicho, «se ha declarado delincuente», y el de Carlos Mazón cuya «mala gestión costó 228 vidas».
El ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha acusado a los populares de hacer un «discurso ultra» en relación con el caso de las pulseras y ha aprovechado para repetir que el PP debería avergonzarse por perseguir a «personas absolutamente honestas como el hermano del presidente del Gobierno». Bolaños ha repetido que el Gobierno «no acepta lecciones» de la oposición, pero ni él ni la vicepresidenta primera han desmentido el hecho de que David Sánchez, que ahora se sentará en el banquillo, estuviera residiendo en el palacio de La Moncloa, haciendo así uso de recursos públicos mientras tributaba en Portugal.
