Publicado: mayo 4, 2025, 2:07 pm

Hasta el pasado lunes, el «cero absoluto» del sistema eléctrico español sólo era una hipótesis teórica, o una distopía de conspiranoicos. Por eso, cuando alguien dijo que el «cero absoluto» había ocurrido, nadie en el Gobierno se lo podía creer. Mucho menos que nadie Red Eléctrica. «El sistema eléctrico es la joya de la Corona, la maquinaria más robusta y eficiente a nivel mundial, la envidia de todos los países». Eso le habían dicho al presidente del Gobierno y a todos los españoles. Pedro Sánchez atesora experiencias de gestión de pandemias, catástrofes, guerras y volcanes, y siempre ha sabido qué cara poner, qué decir en sus comparecencias públicas y cómo convencer de que está al mando de la nave. El jefe del Ejecutivo ha puesto en pie su leyenda a base de sucesos extraordinarios que le han salido al paso en su trayectoria política.
Pero, ¡ay!, el «cero absoluto» ya son palabras mayores. Y Sánchez se quedó sin palabras. Porque la Presidencia del Gobierno, el complejo de La Moncloa, la sede más blindada y comunicada del país, se quedó incomunicada durante un lapso de tiempo que a todo el Gobierno se le hizo un infinito absoluto.
«Estábamos a ciegas, que es lo peor que le puede pasar a un Gobierno, no funcionaban los móviles, no podíamos comunicarnos con los periodistas ni con los medios ni siquiera entre nosotros en el complejo y en los ministerios. Es una de las razones por las que el presidente del Gobierno, en pocos minutos, decidió que medio Consejo de Ministros se trasladara físicamente a la sede de Red Eléctrica para hablar en persona, porque la red telefónica había caído al mismo tiempo que la red eléctrica. La caída de la telefonía fue el gran problema para gestionar la crisis», señalan fuentes gubernamentales.
La comunicación del Gobierno durante las horas críticas ha sido cuestionada. Haciendo un juego de palabras no muy sofisticado, el PP ha hablado de «apagón informativo». «Ellos saben que esto le podía pasar a cualquier Gobierno. El intento de equiparar este apagón con la gestión de la dana ha pinchado en hueso. No es creíble. Lo que sí ha impactado en los presidentes del PP es el ejemplo de Valencia. En las primeras horas, hasta ocho presidentes autonómicos corrieron a pedir el nivel 3 de Emergencia y se pusieron en manos del ministro del Interior, horas después de que el PP reclamara su dimisión por los contratos con las empresas israelíes», señala el Gobierno.
Las fuentes de Moncloa consultadas reconocen que tal vez la comunicación de la crisis habría podido mejorarse, pero añaden que, en una circunstancia tan extraordinaria, les fue difícil tomar decisiones. Por ello, los mensajes fueron contradictorios en algunos momentos. Sobre todo en lo que se refiere al papel de Red Eléctrica y su presidenta, Beatriz Corredor. El Gobierno emitió reproches acerca del comportamiento de los responsables de Red Eléctrica que, según algunos ministros, no les facilitaban la información de lo ocurrido, ni al Ejecutivo ni a la ciudadanía. Corredor es una dirigente socialista con mucha experiencia a la que Sánchez designó presidenta de la compañía, ya que el Estado es su principal accionista, con el 20%.
Esto es lo que le decía Red Eléctrica al Gobierno: «No tenemos ni idea de lo que ha pasado, no sabemos las causas, es un sistema complejo y tardaremos mucho en poder establecer cómo, dónde y por qué se ha producido este fallo del sistema, y sobre todo lo más inquietante, por qué no funcionaron los instrumentos para amortiguar y aislar el evento extraordinario». Por eso Sánchez no descarta ninguna hipótesis, ataques del exterior incluidos.
Tras los momentos de pánico, el presidente del Gobierno ha dado orden de que se llegue hasta el fondo en la investigación para establecer las responsabilidades concretas, «caiga quien caiga». Y también Sánchez presiona a los encargados de la investigación para que emitan su informe lo antes posible. «Mejor en semanas que en meses». «Sabemos que es difícil, pero los españoles tienen que saber lo que ha pasado, por qué ha pasado, y quiénes son los responsables. Y, sobre todo, el Gobierno tiene que poder dar garantías de que esto no volverá a suceder, porque se pondrán los medios para que no suceda», señalan en Moncloa.
La situación de la presidenta de Red Eléctrica es delicada. «Sería una irresponsabilidad pedir el cese de Beatriz Corredor sin conocer cuál es la responsabilidad de Red Eléctrica», advierten fuentes gubernamentales. Aunque añaden que la continuidad de Corredor dependerá del resultado de la investigación. «La función de Red Eléctrica es garantizar el suministro de luz en España y eso es evidente que ha fallado. Será difícil que el operador que controla las redes de distribución no tenga ninguna responsabilidad en el apagón». Por eso, la hipótesis de que la dirigente socialista tenga que abandonar la compañía una vez que se conozcan las causas del apagón es muy real.