Publicado: septiembre 7, 2025, 4:07 am

Esta vez sí que sí. Pedro Sánchez está dispuesto a presentar en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado para 2026, pero en Moncloa son conscientes de que será difícil, si no imposible, satisfacer la voracidad subastera de todos sus socios a la vez. Porque los necesita a todos y nadie está dispuesto a bajar el precio. Podemos, Junts y ERC ya han explicitado exigencias, mientras el PNV empieza a apretar con los traspasos de competencias y en el Gobierno esperan que incluso Bildu -los más fieles- y el BNG eleven sus peticiones.
El Ejecutivo podría contentarlos a todos, pero esta vez la factura «sería inasumible», juzgan fuentes gubernamentales. Diversos dirigentes del círculo de Sánchez coinciden en que el precio para garantizar dos años extra en La Moncloa sería demasiado elevado incluso en comparación a las cesiones de las investiduras de Sánchez (la amnistía) y de Salvador Illa (la financiación singular).
Y ahora, en un momento de debilidad y con las investigaciones de la UCO sobre la mesa, el presidente teme cargar con una losa demasiado pesada para el futuro de su partido, opinan en el Gobierno. Sobre todo, ante el horizonte electoral: minaría el camino -ya de por sí complicado- hacia las elecciones de Andalucía, una especie de midterms de la legislatura y un termómetro crucial del descontento. Y con los comicios de Castilla y León como primer test de estrés.
El Ejecutivo no ha sacado adelante ninguno de los presupuestos de esta legislatura, ante la falta apoyos de sus socios. Por eso no llegó ni a presentarlos en el Congreso, como obliga la Constitución. Actualmente, están prorrogados unos de la anterior legislatura, aprobados en 2022.
Para los de 2026, la gran incógnita es si Junts y Podemos cederían en sus reclamaciones de máximos, para «apuntalar» la legislatura «dos años» o si, por el contrario, como prevén muchos de los consultados, apretarán al máximo para seguir teniendo la llave de la gobernabilidad en cada trámite parlamentario. «¿Qué ganan ellos aprobando los Presupuestos? Tiene que ser algo muy significativo» lo que le arranquen al Gobierno, explicitan.
En el Ejecutivo tienen muy claro que no van a acceder a una de las principales líneas rojas de Podemos: revertir la subida del gasto en defensa y seguridad europea frente a Putin. Y defienden que «se está logrando cumplir los objetivos» sin reducir «un solo euro» de gasto social, al contrario, por ejemplo, que en el Reino Unido.
Pero Sánchez quiere pisar el acelerador por el carril izquierdo para tratar de contentar a Sumar, Podemos, ERC y Bildu. Según ha sabido este diario, el Ejecutivo trabaja ya en tres paquetes de «medidas sociales» para darle un «propósito» adicional a la legislatura, como Sumar le ha exigido a Sánchez. Estas medidas supondrán el eje legislativo de Sánchez, y no los Presupuestos, explican las fuentes consultadas. Entre las medidas que avanzará el PSOE habrá un impulso para jóvenes. Y de las que ya están sobre la mesa descuellan los planes de vivienda asequible, regeneración democrática o cambio climático.
Pero para los morados nada de eso bastaría para aprobar los Presupuestos de 2026. Reclaman romper las relaciones diplomáticas y comerciales con «el Estado terrorista y genocida» de Israel, decretar el embargo total de armas y no comprar ni vender armas al país. Además, piden bajar por ley un 40% el precio de los alquileres, prohibir la compra de vivienda que no sea para residir la persona compradora o sus familias e ilegalizar «escuadrones como Desokupa».
Las exigencias de Junts también son «incumplibles» hoy por hoy, aseguran miembros del Ejecutivo. Desde la formación independentista aseguran que ni siquiera se sentarán a negociar si no se ejecutan previamente las partidas destinadas a infraestructuras pendientes de presupuestos anteriores. Junts la cifra en 50.000 millones. Y reclama acelerar la amnistía, que el catalán sea lengua oficial en la UE o un Poder Judicial propio de Cataluña, a la manera del CGPJ.
Consciente de la complejidad de este panorama de exigencias, la líder de Podemos, Ione Belarra, ha asegurado que la presentación de los Presupuestos es, a su juicio, una coartada, «una jugada política para ir a un adelanto electoral», como salida política a los problemas del presidente, con un «gravísimo caso de corrupción» que tiene en prisión provisional al que fuera su mano derecha en el PSOE, Santos Cerdán, e imputado a su predecesor, José Luis Ábalos.
«No le vamos a votar nada si no rectifica, pero es que Sánchez no nos necesita para gobernar», reconoce en privado un destacado dirigente morado. De hecho, en su entrevista en RTVE este lunes, Sánchez dejó claro que las cuentas de 2026 no son imprescindibles para seguir en La Moncloa. Aseguró que «los Presupuestos son un instrumento, no son un fin en sí mismo», como sí lo son crecer, hacer frente a la agenda social y vehicular los fondos europeos. ¿Y si se los tumban en el Congreso? «Seguiremos con los Presupuestos vigentes», señaló, porque «están funcionando».
ERC no se puede permitir sacar menos rédito que Junts. Por eso la semana pasada comenzó con el órdago de Oriol Junqueras. Advirtió al PSOE que la aprobación de los Presupuestos depende de los avances en la reforma del sistema de financiación singular y que, si la proposición de ley no prospera, no apoyarán las cuentas públicas del Gobierno de Sánchez. El PSOE necesita mayoría absoluta para el blindaje de la Hacienda catalana.