Publicado: marzo 15, 2025, 12:07 am

Para encontrar una calamidad gobernante de las proporciones de Pedro Sánchez habría que remontarse hasta Fernando VII y aún así habría mucho que matizar. El Rey Felón, también llamado El Deseado tuvo una familia mucho más numerosa que Sánchez. Él hacía el número ocho entre los 14 hijos que tuvo Carlos IV y tuvo cuatro esposas: Mª Antonia de Nápoles, Mª Isabel de Portugal, Mª Josefa Amalia de Sajonia y Mª Cristina de las Dos Sicilias. Cuentan sus biógrafos que a las cuatro las hizo bastante desgraciadas desde el punto de vista sexual debido al tamaño desproporcionado de su falo, pero a ninguna de las cuatro se le ocurrió instalarse un negociete en el Palacio Real ni privatizarse a una alta funcionaria del Estado para que recabara dinero para sus negocios. No consta tampoco que ninguno de sus 13 hermanos le saliera músico y le encomendaran la dirección de una orquesta en Badajoz ni la coordinación de actividades de los dos conservatorios, el Superior, dirigido por Evaristo Valentí y el Conservatorio Profesional, dirigido por Yolanda Sánchez.
¿Qué necesidad había de coordinar dos conservatorios en una ciudad tan manejable como Badajoz y lo que aún es más sorprendente, como es posible que la definición de funciones del coordinador vaya a ser establecida por sus subordinados? Sostiene Valentí, cargado de razón, que este es un caso único en el mundo.
La desgracia de Sánchez en su comparación con el más felón de los Borbones es que en aquellos tiempos, en los albores del siglo XIX no existía la UCO ni había nacido aún la juez Beatriz Biedma por lo que Fernando VII no sufrió molestia alguna por los asuntos de ninguno de sus hermanos ni por los negocios de ninguna de sus mujeres. Y hace notar la juez Biedma un asunto más que notable y es que David Sánchez Pérez-Castejón ya estaba haciendo gestiones para alquilar una casa en Badajoz antes de que se le atribuyera la plaza de coordinador de los dos conservatorios, que están a tiro de piedra uno de otro.
La juez hace una cábala muy razonable a partir del hecho de que la fecha de la búsqueda de una vivienda en la capital pacense la hace el 26 de junio de 2017, que es la víspera de su entrevista para el puesto de trabajo en la Diputación. «En dicha fecha», se malicia la juez, «parece que ya sabía que el puesto iba a ser para él».
El caso es que David Azagra, nombre artístico del hermanísimo tenía a su servicio a un funcionario de La Moncloa, Luis Carrero, como la esposísima tenía a su servicio a Cristina Álvarez, una funcionaria de la Moncloa de muy alto nivel que se encargaba de despachar con los spónsors de Bego y negociar en su nombre las aportaciones a sus negocios.
Cristina Álvarez y Luis Carrero tienen biografías estrictamente paralelas. Ambos eran funcionarios de La Moncloa que empiezan a colaborar estrecha y respectivamente con Begoña Gómez y David Sánchez para ayudarles en sus cosas. Hay que tener en cuenta que Pedro Sánchez sólo tiene una mujer y un hermano y sería un detalle no muy favorable que todo un presidente del Gobierno no supiera estar a la altura de sus responsabilidades familiares con una familia tan exigua.