Publicado: abril 30, 2025, 12:07 pm

El magistrado del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, ha dictado este miércoles un auto donde acuerda levantar el secreto que pesaba sobre las dos piezas separadas que abrió la semana pasada para el análisis pericial del material remitido en las comisiones rogatorias recibidas de Irlanda y Estados Unidos sobre el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, referentes a cuentas del investigado en Google y Whatsapp, respectivamente.
Los datos analizados, bien porque los mensajes borrados no han podido ser recuperados y entregados al TS, o bien porque no tienen interés para la causa o ya eran conocidos por los investigadores, no han logrado arrojar mayor luz al procedimiento judicial. En la actualidad, García Ortiz y la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, están siendo investigados por un delito de revelación de secretos por la presunta filtración de datos reservados de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, el empresario Alberto González Amador.
En consecuencia, el juez alza el secreto al haber concluido la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, tras analizar el material, que en la información aportada por Irlanda, en relación a los datos de Google, no se aporta ningún correo nuevo de interés para la presente causa, y respecto de la información remitida por Estados Unidos, en relación con los datos de Whatsapp, no existe ninguna «información inédita de interés para la investigación».
En el atestado, la UCO explica que «no se han podido recuperar los mensajes vinculados a la cuenta» de uno de los dos números de teléfono móvil que usa García Ortiz. Del otro número telefónico, «no se han recibido datos respecto de la tenencia de cuenta de Whatsapp», explica la Guardia Civil. Además, los agentes resaltan que el registro de información que ha podido ser analizada es posterior a que se produjese el cambio de terminal por parte del fiscal general.
Un ‘mail’ conocido
En el auto, Hurtado explica que, respecto de la Comisión Rogatoria a Irlanda, la UCO le ha informado que de los datos contenidos en la carpeta electrónica proporcionada por Google INC, «de interés para la causa solo se encuentra un correo electrónico, coincidente con el que se había localizado en el análisis de la copia de seguridad del ordenador de sobremesa perteneciente al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y que procedía de la cuenta de correo corporativa ………@madrid.org fechado el día 13.3.24 a las 23:45:50 y con el asunto RV: Denuncia Maxweel Carmona».
En el oficio policial, conocido por EL MUNDO, la Guardia Civil explica que Google no ha enviado, por ejemplo, los correos electrónicos que Rodríguez envió la noche del 13 de marzo de 2024 a la cuenta de correo personal del fiscal general en Gmail y que constan en las actuaciones gracias al análisis de los dispositivos electrónicos de la fiscal jefe de Madrid.
Ante el resultado negativo del análisis pericial, el juez señala que las razones para acordar el secreto de las dos piezas separadas han desaparecido, por lo que se alza el mismo y se acuerda dar copia del informe a las partes. El instructor del Alto Tribunal optó por solicitar cooperación internacional a Google y Whatsapp en esta causa después de que el fiscal general del Estado se deshiciese de su móvil y las copias de seguridad de sus tarjetas telefónicas en plena investigación judicial.
Además, a lo largo de la instrucción, la UCO ha acreditado que García Ortiz borró sus mensajes de Whatsapp «hasta en dos ocasiones» el pasado 16 de octubre, día en el que la Sala Segunda decidió por unanimidad abrirle causa por un delito de revelación secretos.
Por otro lado, García Ortiz también eliminó su cuenta de Gmail personal donde recibió la noche del 13 de marzo el correo electrónico incriminatorio para González Amador, donde admitía haber cometido «ciertamente» dos delitos contra la Hacienda Pública. La investigación se ha centrado, principalmente, en la filtración de ese mail por la afectación que su divulgación tuvo para el derecho de defensa y la presunción de inocencia de la pareja de Ayuso.