Publicado: octubre 14, 2025, 8:07 pm

Las fuerzas de seguridad marroquíes han reforzado el dispositivo en el norte del país, especialmente en los alrededores de Fnideq, Tetuán y Bel Younech, tras la circulación en redes sociales de mensajes que animan a concentrarse frente a la frontera de Ceuta para intentar un salto masivo hacia territorio español.
El llamamiento, difundido desde hace semanas a través de Facebook, TikTok y canales de WhatsApp, ha sido seguido de una respuesta inmediata en el terreno. Según fuentes contrastadas desde el lado marroquí, en los dos últimos días se han producido detenciones y traslados de alrededor de mil personas, entre ellas migrantes procedentes del África subsahariana, jóvenes marroquíes y varios menores.
Las redadas se han llevado a cabo en las inmediaciones de los antiguos campamentos de migrantes próximos a la valla de Ceuta, zonas boscosas donde durante años se concentraron grupos a la espera de una oportunidad para acercarse al perímetro. En esos puntos, la Gendarmería Real y las fuerzas auxiliares marroquíes han incrementado las patrullas y controles, apoyadas por unidades móviles y vehículos todo terreno.
El despliegue incluye una tanqueta equipada con cañones de agua, dispuesta para intervenir en caso de aglomeraciones, así como controles en las carreteras secundarias que conectan las localidades cercanas con la franja fronteriza.
En el lado español, la Guardia Civil mantiene desde la semana pasada un dispositivo aéreo nocturno, con uno de sus helicópteros «Cucos» sobrevolando de forma continuada la línea de costa y el trazado de la frontera. Fuentes del cuerpo confirman que no se han establecido refuerzos extraordinarios en tierra ni en el mar, aunque el refuerzo aéreo se mantiene activo como medida preventiva.
Hasta el momento no se han producido intentos de entrada, aunque la vigilancia se ha reforzado en las dos bahías de Ceuta. Las patrullas marítimas operan con normalidad y la coordinación entre ambos países permanece abierta desde el inicio del operativo.
El perímetro fronterizo de Ceuta, de algo más de ocho kilómetros, combina doble vallado, sensores de movimiento y cámaras térmicas. Es una de las zonas más controladas de la frontera sur europea y cualquier indicio de movilización activa los mecanismos de cooperación entre España y Marruecos, centrados en la vigilancia y el intercambio de información.
El recuerdo de los disturbios del 15 de septiembre del año pasado, originados tras una convocatoria similar en redes, explica la cautela actual. Aquella tentativa se saldó con enfrentamientos y carreras en los accesos fronterizos, hasta que la policía marroquí consiguió dispersar a los concentrados después de dos noches de tensión.
Las autoridades marroquíes aplican ahora una estrategia de prevención anticipada, con presencia reforzada en los puntos de tránsito y en los alrededores del perímetro. Del lado español, los vuelos nocturnos de la Guardia Civil se mantienen como elemento de vigilancia y disuasión, con especial atención a la franja costera.
Aumento de niñas migrantes
Durante el fin de semana también se registraron varios intentos de entrada por mar, protagonizados en su mayoría por menores de edad. A pesar del fuerte oleaje y del mal tiempo, una mujer consiguió alcanzar la playa del Tarajal nadando junto a su hijo de unos diez años, tras recorrer varios centenares de metros desde la costa marroquí. Ambos fueron auxiliados por agentes de la Guardia Civil en la orilla.
Las patrullas marroquíes se vieron limitadas por el estado del mar, circunstancia que facilitó el paso de pequeños grupos. Según fuentes policiales, al menos treinta menores lograron entrar a Ceuta durante el fin de semana, entre ellos varias niñas y adolescentes. Los accesos se produjeron de forma dispersa y en distintos puntos del litoral, aprovechando la falta de visibilidad y las dificultades para el patrullaje marítimo.
El incremento de llegadas ha agravado la saturación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde ya se alojan más de un millar de personas, el doble de su capacidad habitual. A la presión en el centro se suma la situación de los menores no acompañados, que las autoridades locales califican de «insostenible».
Tras esos movimientos migratorios emerge una realidad que preocupa especialmente a las autoridades locales: el aumento de niñas y adolescentes que intentan llegar por mar. Lo que hasta hace poco eran casos aislados se ha convertido en una tendencia sostenida, según confirman fuentes de los servicios de protección. En la actualidad, unas veinte menores permanecen acogidas en los recursos habilitados por la Ciudad Autónoma, que han tenido que adaptar su capacidad ante el incremento de llegadas.
En las últimas semanas ha aumentado el número de niñas y adolescentes que intentan llegar a Ceuta por mar. Lo que antes eran casos aislados se ha convertido en una presencia constante entre las llegadas de menores. En la actualidad, unas veinte niñas permanecen acogidas en los recursos habilitados por la Ciudad Autónoma, que han debido ampliar su capacidad ante la presión sostenida.
La mayoría procede del norte de Marruecos, donde la falta de empleo y de alternativas educativas impulsa también a muchas menores a salir de sus casas y emprender el viaje por su cuenta. El efecto de esa realidad se percibe directamente en Ceuta, con un incremento visible de entradas en los últimos meses. Entre los últimos casos figura una mujer que logró alcanzar la playa del Tarajal junto a su hijo de diez años, ambos ahora acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Según ha explicado el consejero de Presidencia y Gobernación de Ceuta y portavoz accidental del Ejecutivo autonómico, Alberto Gaitán, tras la reunión del Consejo de Gobierno celebrada este martes, la Ciudad Autónoma se personará ante el Tribunal Supremo en los procedimientos abiertos contra los recursos interpuestos por seis comunidades autónomas —Aragón, Valencia, Castilla y León, Baleares, Madrid y Cantabria— relativos al Real Decreto 743/2025, que regula la capacidad ordinaria de los sistemas de protección a la infancia y adolescencia.
«El objetivo es seguir de cerca el desarrollo de los recursos y conocer el estado de los trámites», indicó Gaitán, que precisó que se trata de «un procedimiento jurídico habitual», sin otra finalidad que el seguimiento técnico y administrativo de un proceso que afecta directamente a la gestión de acogida en Ceuta.
El consejero confirmó que la situación de los recursos destinados a la atención de menores «sigue siendo complicada», con más de 550 menores extranjeros no acompañados tutelados por la Ciudad, frente a una capacidad ordinaria de 27 plazas.
Gaitán señaló que el nuevo mecanismo previsto en el Real Decreto «ya se ha puesto en marcha», y que «han salido diez menores esta semana y está previsto que salgan otros siete en los próximos días». También añadió que «hay previsiones de nuevas salidas la próxima semana», destacando que el sistema comienza a funcionar «con cierta normalidad y mayor agilidad».
Además, la Ciudad se ha personado en la causa promovida por la Comunidad de Madrid contra la denominada vía de hecho relacionada con el inicio de los expedientes de traslado de menores, con el fin de asegurar la validez jurídica de todo el proceso.