Publicado: febrero 23, 2025, 1:07 pm
Luis Tudanca, además de secretario general del PSOE de Castilla y León durante los últimos 10 años, fue de los contados barones territoriales que en 2017 apoyaron a Pedro Sánchez frente a Susana Díaz, en aquel momento candidata del aparato, en su intento de recuperar el liderazgo del partido. Desde entonces se mantuvo fiel al hoy presidente del Gobierno llegando a justificar medidas como la amnistía a los encausados por el referéndum ilegal del 1-O, de difícil digestión en una comunidad como la suya, con argumentos como que es preferible que haya «menos independentistas en Cataluña» y que España «tenga menos riesgo de romperse».
Este sábado, en su despedida oficial del cargo orgánico que ha ostentado una década, Tudanca ha defendido ante Sánchez que él cree en una política en la que «el fin nunca, jamás, justifica los medios». Aunque no ha vinculado esta afirmación con las cesiones hechas por el jefe del Ejecutivo a los partidos separatistas a cambio de sus votos para poder mantenerse en La Moncloa, sí ha dejado patentes las diferencias que lo separan desde hace meses de la dirección de Ferraz y que terminaron abocándolo a renunciar a la reelección y dejar el camino libre para ser sucedido por el alcalde de Soria, Carlos Martínez, al frente de la federación socialista de la comunidad con mayor superficie del país.
En un discurso pronunciado en la inauguración del congreso de su partido este sábado en Palencia, el ya ex dirigente ha destacado que de lo que más orgulloso se siente es de su victoria en las elecciones autonómicas de 2019, la primera del PSOE Castilla y León en más de 30 años, cuyo logro ha querido hacer extensivo a su equipo. «Me ofrecí a dar un paso al lado y no ser candidato cuando a Ciudadanos, qué tiempos aquellos, les parecía demasiado sanchista para hacerme presidente, fijaos las cosas que hemos vivido… Y lo hice para que la derecha no siguiera gobernando», ha destacado del acuerdo de coalición frustrado con la formación naranja hace seis años.
Además, Tudanca ha recordado que también «en lo peor de la pandemia» del Covid tendió la mano al presidente popular Alfonso Fernández Mañueco para llegar a un pacto «porque era más importante ayudar a la gente que hacerle oposición». Y ha recordado que incluso en 2022 le ofreció sus votos «para que no metiera a la extrema derecha en el Gobierno», una opción que fue desautorizada por la cúpula de Ferraz y que abrió las puertas de la Junta por primera vez a Vox.
«Tocamos el cambio con la punta de los dedos, pero sobre todo hemos demostrado que ganar era posible, que es posible, que no hay que resignarse nunca, que la esperanza de un Gobierno mejor, decente y progresista es real y está a nuestro alcance», ha añadido Tudanca asegurando que se va «tranquilo» porque el partido «queda en unas magníficas manos». «Podéis seguir contando conmigo, en otro papel, pero con la misma convicción», ha añadido.
Traspaso de poderes
En la escenificación de este relevo como un traspaso de poderes no traumático, Tudanca le ha dicho además a su sucesor que tiene «de corazón» su apoyo y su afecto y que trabajará por él y por su proyecto «con tanto ahínco y tanta intensidad» con la que se ha empleado todos estos años por el suyo, porque ambos son solo «eslabones de esa cadena irrompible que es el PSOE». A lo que ha agregado: «Había muchos fuera esperando que esto fuera de otra manera, pero no, no nos conocen, no saben que nuestros adversarios están solo fuera».
El ya ex secretario de los socialistas castellanoleoneses no ha tenido en cambio ninguna palabra de cercanía hacia Sánchez más allá de decirle que siempre se ha preguntado quién elige las canciones que se ponen cuando entra a los actos del partido, en este caso la de Agradecido. «Ésta está bien, entrar con Rosendo al ritmo de como nosotros tenemos claro que este partido no tiene rival». Y esa ha sido toda la referencia a quien en 2017 ayudó a reconquistar Ferraz en contra de la corriente oficialista de entonces.