Publicado: abril 22, 2025, 6:07 pm

La ruptura está absolutamente consumada. Tres personas accedieron a un escaño en el Parlamento Europeo el pasado verano bajo el paraguas de Se Acabó La Fiesta (SALF), la agrupación de electores liderada por el influencer Alvise Pérez que aglutinó 800.000 en las últimas elecciones comunitarias. Sin embargo, aquel tridente ya no es tal. Después de que el líder de la formación sugiriese que sus dos compañeros podrían haber sido «comprados» por un lobby para votar a favor del Plan de Rearme, estos se desmarcan ahora completamente su cabeza de lista. Ninguna de las partes oculta la ruptura.
«Yo no sé si ha venido un lobby por detrás y me ha comprado un eurodiputado mío», afirmó Alvise en el podcast Eclécticos Worldwide, criticando que sus eurodiputados -hoy adscritos al grupo de Giorgia Meloni en Bruselas (ECR)- se desmarcaran de la línea de voto marcada por él mismo para pronunciarse a favor del Rearme. El dirigente de SALF prosiguió en sus insinuaciones, explicando «lo fácil que es que te compre [un lobby]» cuando «te deja un maletín al lado y […] en ese maletín hay un kilo[un millón de euros]».
Bajo el amparo de su grupo europeo, los diputados señalados por Alvise –Diego Solier y Nora Junco– han respondido este martes formalmente a aquellas palabras. «Las acusaciones formuladas por el señor Pérez carecen absolutamente de fundamento y están completamente desconectadas de la realidad», recoge un comunicado del ECR. Los eurodiputados dicen estar «estudiando las opciones legales disponibles para responder a estas afirmaciones difamatorias».
Solier y Junco van más allá y ponen tierra de por medio con Alvise, desmarcándose de la hoja de ruta que pueda llevar el influencer. Lo hacen refiriéndose a las formalidades. Los hoy eurodiputados concurrieron a las elecciones bajo las siglas de SALF, que entonces era únicamente una agrupación de electores. Tal y como establece la Ley Electoral, esta clase de formaciones se constituyen «única y exclusivamente para cada proceso electoral concreto» y después quedan fuera de operatividad. Se Acabó La Fiesta «dejó de existir inmediatamente después de las elecciones», aseguran Solier y Junco.
El registro de SALF como partido político se produjo hace tan solo unos meses y fuentes del entorno de Solier y Junco aseguran que estos «nunca se sumaron a Se Acabó La Fiesta como partido». En diciembre de 2024, el ECR de Giorgia Meloni sumó a ambos a sus filas, pero no a Alvise, a la espera de conocerse el resultado de las «investigaciones policiales» que implican al eurodiputado -el Tribunal Supremoha acordado abrirle una causa por financiación ilegal-. A esto hacen ahora referencia los eurodiputados del ECR: «Estamos aquí para servir, tal como exige nuestro deber como representantes electos. El señor [Alvise] Pérez, en cambio, se enfrenta en estos momentos a varios procesos judiciales por presunta corrupción y financiación ilegal».
El líder de SALF llamó a sus seguidores a «perseguir y pedir explicaciones» a sus dos eurodiputados por su voto a favor del Plan de Rearme y los acusó de estar «traicionando a 800.000 españoles» porque, en su campaña, Alvise se posicionó en contra de esta clase de estrategias marcadas desde Bruselas. Solier y Junco, en su comunicado, defienden su postura sobre el Rearme: «Este compromiso va más allá de la defensa: implica invertir en infraestructuras, garantizar el acceso a materias primas críticas, mejorar las redes de comunicación y fomentar la innovación en tecnologías clave. Eso es lo que significa preparar a Europa para los desafíos del mañana».