Publicado: mayo 18, 2025, 6:07 pm

Dos de los nueve empresarios que habían quedado atrapados en Libia por los enfrentamientos armados entre milicias han llegado este mediodía al aeropuerto de Barcelona, donde han explicado la complicada situación que han vivido en el país: «Era como ver una película de guerra desde la habitación del hotel».
Los empresarios participaban en una misión comercial organizada por la Cámara de Comercio de Tarragona en Trípoli, la capital libia, cuando se vieron sorprendidos por la peor escalada de violencia que ha vivido el país en más de un año, con una docena de muertos esta semana, informa Efe.
Tras resguardarse la noche del martes en el sótano del hotel, el miércoles pudieron ser trasladados a la Embajada de España en Libia y ayer volaron a Roma, donde esta mañana han podido coger diferentes vuelos de regreso a España.
Sin sensación de peligro
A su llegada al aeropuerto de El Prat, Roberto Barros, director de Internacional de la Cámara de Tarragona y jefe de la misión, ha comentado que se encuentran todos bien y que, pese a que los enfrentamientos se estaban produciendo a las puertas de su hotel, en ningún momento se sintieron amenazados ni temieron por su vida.
«Fue una situación muy complicada, parecía que estuviésemos viendo una película de guerra desde la habitación del hotel, pero no tuvimos nunca la sensación de peligro«, ha señalado Barros, que ha dejado claro que los milicianos luchaban entre ellos y «tenían muy claro no hacer daño ni a los extranjeros ni a la población local».
«Es un problema interno (de Libia) y nos pilló allí. Hacía años que no había problemas tan graves, hemos tenido mala suerte», ha indicado Barros, que ha llegado a Barcelona con una pequeña maleta -parte del equipaje tuvieron que dejarlo en Trípoli- «y con la misma ropa que hace tres días«.
El empresario ha destacado que durante estos días han podido comunicarse sin problemas con sus familias, porque han tenido luz, cobertura móvil e internet, y ha agradecido especialmente la labor de la Embajada de España en Libia, por lo bien que les han tratado, el apoyo que les han prestado y por haber hecho posible una rápida salida del país.
En este punto, ha indicado que la embajada les trasladó anoche por carretera hasta el aeropuerto de Misrata, próximo a Trípoli, en coches de seguridad, con avanzadillas y después de haber negociado con las milicias para garantizar la seguridad del convoy a lo largo del recorrido.
Una calma tensa
Barros ha llegado a Barcelona acompañado de David Balbás, responsable de exportación de la empresa de pequeños electrodomésticos Taurus para África y Oriente Medio, que ha relatado que estos días han vivido en Trípoli «una calma muy tensa», aunque en todo momento el grupo ha mantenido la tranquilidad.
«Los primeros acontecimientos nos asustaron bastante, porque los combates se producían justo al lado del hotel y yo estaba en la segunda planta. Eran morteros y disparos y el hotel decidió confinarnos a todos en los sótanos para que estuviéramos protegidos, pero no porque fuéramos objetivo», ha relatado.
«Nos daba miedo que hubiera alguna bala perdida, pero los combates eran entre ellos, en ningún momento intentaron atacarnos«, recalca Balbás.
Pese al susto vivido, Rafael Barros asegura que las empresas que han participado en la misión comercial están satisfechas, ya que han hecho múltiples reuniones y ven muchas posibilidades de hacer negocio en el país.
«Las empresas están contentas y con ganas de volver a Libia. Nosotros, si la cosa se calma, seguro que volveremos«, recalca Barros, que está deseoso de llegar a casa para reencontrarse con su familia y cambiarse de ropa.