Publicado: septiembre 21, 2025, 1:36 pm
Bakú fue el escenario de la redención de Carlos Sainz. Una temporada complicada llevaba a sus espaldas el piloto español, sin poder mostrar su verdadero potencial en su primer curso con Williams tras su salida de Ferrari, hasta este domingo: en el Gran Premio de Azerbaiyán, el ’55’ firmó una carrera descomunal para subirse al podio por primera vez vestido de azul, lo que desató su locura y la de la escudería británica.
«¡Vamos! ¡Vamos! El mejor podio de mi carrera, chicos, no podéis imaginaros como sabe esto. Muchas gracias. Es lo único que quiero decir. Esta es mi primera ‘smooth operation’ en Williams, pero no la última«, celebró por radio, muy emocionado, el madrileño, que llevaba seis carreras sin puntuar.
Pero fue al bajarse del coche cuando de verdad se desató el delirio: Sainz salió a la carrera para saltar sobre sus mecánicos, que le envolvieron en un gran abrazo y un sinfín de golpes al casco para felicitarle antes de que se subiese al tercer cajón para bañarse en champagne con George Russell, segundo clasificado, y Max Verstappen, que se llevó la victoria.
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«Si soy sincero, no puedo describir lo contento que estoy, ha sido mejor que mi primer podio«, confesó el madrileño en la primera entrevista antes del podio. «Hemos luchado mucho durante todo el año, pero hemos demostrado hoy que el coche va bien y que cuando las cosas funcionan, podemos hacer grandes cosas», añadió, antes de repasar la carrera. «Hoy hicimos todo bien, sin errores; y estoy orgullosísimo por haber seguido adelante después de tantos problemas, incidentes y mala suerte que habíamos tenido hasta ahora durante este año».
Sainz, además, recordó lo mal que lo ha pasado esta temporada: «El primer podio tenía que llegar así; la vida a veces te da malos momentos y por eso, cuando llegan los buenos, éstos saben mucho mejor. Ha sido toda una lección de vida. Estoy muy contento».
«Ayer dije que igual el podio era mucho pedir, era soñar. Pero soñar es gratis, y al final algunos sueños se cumplen. Eso es lo que me ha enseñado la vida durante todos estos años», celebró el madrileño, ya bañado en champagne tras el podio, ante los medios de comunicación. «Seguir trabajando, seguir cabeza abajo después de un año tan difícil… que llegue la primera oportunidad de hacer un podio y lo consiga, te demuestra que si trabajas duro y te lo curras, y te dejan de pasar cosas fuera de tu control, al final ha llegado la primera oportunidad de luchar por un podio».