Publicado: agosto 15, 2025, 4:08 pm
En las últimas horas, la provincia de León ha despedido a Abel Ramos y Jaime Aparicio, primos y voluntarias que perdieron la vida intentando apagar el incendio de Nogajeras (Zamora). Una tragedia colectiva para toda la comarca y que deja dos pueblos unidos por el mismo dolor: La Bañeza y Quintanilla de Flórez.
El jueves, más de 2.000 personas abarrotaron la plaza Mayor de La Bañeza para dar el último adiós a Abel. Se trataba de un joven empresario de 35 años y apasionado de las motocicletas, vicepresidente del Motoclub local, y muy conocido en toda la comarca. Su féretro fue recibido con largos aplausos y colocado en el atrio de la iglesia de Santa María, donde se ofició el multitudinario funeral en un ambiente de profunda emoción, marcado además por la noticia de la muerte de su primo Jaime, confirmada ese mismo día.
Jaime, de 37 años, no pudo superar las graves quemaduras sufridas en el 85 % de su cuerpo mientras intentaba frenar el avance de las llamas que amenazaban su pueblo, Quintanilla de Flórez, donde regentaba el bar. Finalmente, falleció el Hospital Río Hortega de Valladolid, a donde había sido trasladado.
Este viernes, el pequeño municipio (de apenas 20) habitantes lo ha despedido entre lágrimas y aplausos, en un funeral que tuvo que seguirse también desde la calle por decenas de familiares y amigos.
Los dos primos habían combatido juntos el fuego que saltó desde Zamora hasta la provincia de León. Una tragedia en una comarca que todavía trata de asimilar la magnitud de los incendios que están sufriendo.
