Publicado: septiembre 27, 2025, 4:07 pm
La asociación Sarrea Euskal Udalekuak que organiza los polémicos campamentos para niños en Bernedo mantienen su criterio de que niños y niñas adolescentes se duchen juntos y compartan baños como experiencia para fomentar la igualdad. «Los baños y las duchas son una herramienta para dividir a las personas según una lógica binaria y de género», han defendido en un comunicado público para responder a las acusaciones de madres de niñas presuntamente obligadas a bañarse desnudas, una situación que los monitores señalados niegan. Y mantienen que «las duchas mixtas pueden ser un espacio para deconstruir la sexualización».
«No obligamos a nadie a desnudarse delante de otras personas y ofrecemos acompañamiento y alternativas personalizadas en cada caso», aseguran los organizadores de los Euskal Udalekuak (Campamentos vascos) que desde hace décadas se organizan en los pueblos de Bernedo (Álava), Goñi y Abaigar (Navarra). La primera aclaración pública de la asociación recalca que estas colonias sin control por las instituciones públicas se basan en «el euskera, el feminismo y el auzolan (trabajo compartido)». Madres de niñas que participaron en las colonias celebradas entre el 8 y el 23 de marzo han denunciado que eran obligadas a ducharse desnudas junto a los chicos del campamento junto a monitores que también se encontraban con ellos.
Los organizadores de estas colonias en las que durante el último verano han participado centenares de niños defienden estas prácticas para «desexualizar la desnudez». «Creemos que las duchas mixtas pueden ser un espacio para deconstruir esta sexualización», insisten como parte de una metodología que está siendo ahora investigada por la Policía vasca y por la Fiscalía mientras se exigen responsabilidades a las instituciones vascas.
La asociación que desde hace ya 50 años promueve este tipo de colonias infantiles contextualizan las prácticas denunciadas por las madres dentro de una posición ideológica. «Esta propuesta es política y, por lo tanto, ética: cuestiona el binarismo impuesto, promueve la normalización de los cuerpos y quiere ayudar a construir entornos más habitables», insisten.
Además de denunciar haber recibido «recibido mensajes, ataques y discursos difamatorios contra los educadores tanto de medios privados como públicos», los monitores no dudan en la continuidad de estos campamentos que durante el verano pasado se organizaron en once turnos en las tres localidades de Álava y de Navarra. «Seguiremos trabajando», afirman mientras el consejero de Seguridad Bingen Zupiria ha reclamado a las familias afectadas que formalicen ante la Ertzaintza sus denuncias.