Publicado: noviembre 4, 2025, 3:07 am

La semana pasada, después del funeral de Estado por las víctimas de la dana, Carlos Mazón trasladó a Alberto Núñez Feijóo su intención de dimitir. Nunca antes había verbalizado el president esta posibilidad ante el líder de su partido, pero ahora sentía que «no podía más», según relatan fuentes de Génova. Desde entonces, la comunicación entre ambos dirigentes fue fluida a lo largo del fin de semana, con el objetivo de definir cuándo anunciaría Mazón su decisión y a qué escenario debía conducir a la Comunidad Valenciana. La resolución de aquellas conversaciones se hizo visible ayer: el president comunicó su renuncia a primera hora de la mañana y, sin llamar a las urnas, emplazó a los partidos a investir a su sustituto en el Palau de la Generalitat.
Sobre la mesa, en esas 72 horas estuvieron todas las posibilidades. Mazón planteó a Feijóo la opción de convocar elecciones en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, según cuentan fuentes de su entorno, desde Génova le trasladaron que esa vía debía valorarse con una visión más global, estudiando si un adelanto en esa autonomía podría afectar a procesos electorales de otras. Así, el president renunció a anunciar una llamada a las urnas para «no afectar a otras comunidades».
En la sede nacional del PP, ayer, se mostraban conscientes de que en la Comunidad Valenciana hay, actualmente, una «situación demoscópica y social» que deben analizar. Hablaban de «desgaste» y decían no ser ajenos a la realidad de la sociedad valenciana. Si Mazón hubiera anunciado ayer un adelanto electoral, este se habría producido en pleno arranque del nuevo ciclo electoral, tras los comicios en Extremadura y antes de que se llame a las urnas en Castilla y León y Andalucía, con lo que el resultado que los populares hubieran obtenido en la Comunidad Valenciana podría haber tenido cierto impacto en las demás. Sobre todo, ante el riesgo de perder la posibilidad de gobernar este territorio.
Mazón aceptó, pues, no adelantar los comicios, y entonces se abrió la ventana de quién debía ser su sucesor transitorio, quién debe sentarse en el Palau hasta que en 2027 termine oficialmente la legislatura. Sin embargo, de las conversaciones mantenidas este fin de semana entre Mazón y Feijóo, y de otras paralelas que puedan haber sucedido entre dirigentes, no salió una persona para reemplazarle. «No está cerrado el nombre», decían ayer fuentes del PP nacional.
En Génova niegan haber querido imponer a una persona en concreto. Tampoco a María José Catalá, actual alcaldesa de Valencia y una de las figuras que ha sonado este fin de semana como favorita del PP nacional para presidir la Generalitat. A la vez, también dicen no haber recibido notificación oficial del PPCV sobre su preferencia por Vicent Mompó como candidato -aunque este solo podría optar a ocupar el Palau si hay elecciones, pues no es diputado-. El nombre del secretario general del PP valenciano, Juanfran Pérez Llorca, es otro de los que está sobre la mesa, pero en las 72 horas clave no se llegó a un nombre de consenso y la incógnita sigue hoy abierta. Desde el partido a nivel nacional insisten en que, para tomar la decisión, «habrá comunicación con el PPCV en todo momento».
Si el futuro institucional de la Comunidad Valenciana sigue, por tanto, abierto, también lo está el de la formación en esta autonomía. Fuentes de Génova confirman que Mazón puso a disposición del partido su cargo como presidente del PPCV, pero la dirección popular decidió aplazar el debate sobre su sucesión en este ámbito. «No hay tanta prisa en el relevo orgánico como en el institucional», justifican. Lo cierto es que aún está pendiente celebrar el congreso del PPCV, donde posiblemente se elegirá a su sucesor. Pero Génova, a la vista de los estatutos del partido, podría haber tomado el control de esta delegación popular transitoriamente.
Según el reglamento del PP, entre las competencias de los Comités Ejecutivos -dentro del ámbito sobre el que tienen potestad- está la de «nombrar Comisiones que gobiernen transitoriamente algunas de las organizaciones territoriales dependientes de ellas, siempre que se aprecien graves circunstancias que así lo aconsejen». Feijóo no optó por apretar este botón, pese a la falta de consenso sobre quién sucederá a Mazón.
En cualquier caso, la llamada entre el president y el líder popular en la que el primero le anunció su voluntad de dimitir precipitó los acontecimientos. El PP nacional ya había decidido que Mazón no repetiría como candidato a la Generalitat y los dos dirigentes tenían previsto reunirse esta semana para hablar del contexto político de la Comunidad Valenciana. Ahora, Feijóo ve «correcta» su renuncia y «respeta» su decisión de conservar el escaño en las Cortes.
			