Publicado: marzo 5, 2025, 6:53 pm
Ha pasado menos de un mes desde que Luka Doncic fue traspasado por sorpresa a los Lakers y las primeras actuaciones del esloveno en el Crypto Arena dejan claro que su salida de los Mavericks va a ser —como se preveía— el mayor error de la historia de la franquicia de Dallas. Y todo apunta a un hombre: Nico Harrison, el ‘general manager’ de los ‘Mavs’.
El ’77’ ha caído de pie en Los Ángeles y está ejecutando paso a paso su particular ‘venganza’: a las informaciones que aseguraban que su adiós a los Dallas se decidió por sus malos hábitos, un mal estado de forma y las lesiones, ha respondido con un espectacular cambio físico en tiempo récord al volver de su lesión; y, en el peor momento deportivo de los Mavericks, que sufre una plaga de lesiones, entre ellas las de Anthony Davis y Kyrie Irving, el ex del Real Madrid ha conseguido un registro para entrar en la historia de los Lakers.
Las comparaciones entre el aspecto de Doncic el pasado 11 de febrero, en su debut de púrpura y dorado ante Utah Jazz, y en la madrugada de este miércoles, ante los New Orleans Pelicans, evidencian un Luka más ‘fino’, con una figura mucho más esbelta tras bajar de peso. Lo ha hecho en solo unas semanas, aprovechando el parón por el All-Star para entrenar siguiendo un plan específico que le permitiese ponerse en forma.
Y vaya si lo ha hecho: en su cara a cara con los Mavericks, en el que dejó varios gestos de enfado —hizo flexiones en el calentamiento al ver a Nico Harrison en la grada y miró desafiante al banquillo de su exequipo tras anotar—, acabó el partido con su primer triple-doble como laker (19 puntos, 15 rebotes y 12 asistencias) además de firmar tres robos y dos tapones. Y eso sin haber afinado puntería desde la línea de tres: solo metió un triple de los siete que intentó.
También superó la veintena de puntos en el siguiente partido, ante los Timberwolves, pese a que volvió a tener poca eficacia en el triple (uno de nueve): se marchó con 21 puntos, 13 rebotes y cinco asistencias. Contra los Clippers en el derbi angelino, tras señalar que estaba «jugando horrible» después del duelo ante Minnesota, mejoró: 29 puntos (cinco de 12 triples), seis rebotes y nueve asistencias.
Anoche, contra los Pellicans, terminó de explotar para entrar en la historia de los Lakers después de solo nueve partidos de púrpura y dorado: hizo 30 puntos, 8 rebotes y 15 asistencias para convertirse en el cuarto jugador de la franquicia de Los Ángeles en registrar esa cantidad de puntos y asistencias en un partido, junto a LeBron James, que solo lo ha logrado una vez, Jerry West, en seis, y Magic Johnson, en 19.