Publicado: diciembre 4, 2025, 5:07 am
La reunión convocada este miércoles de urgencia por la gestión de las denuncias por acoso contra Francisco Salazar no ha calmado el «enfado» en un sector del PSOE por la forma en la que se ha abordado la crisis de las presuntas actitudes machistas del ya ex trabajador de La Moncloa y ex miembro de la dirección de Ferraz. Varias responsables de Igualdad de las federaciones del partido y portavoces parlamentarias han solicitado en este encuentro telemático que el caso se lleve a la Fiscalía al considerar que puede constitutivo de un delito de violencia de género.
Según confirman las fuentes consultadas por este periódico, el «sentir general» que se ha trasladado en las intervenciones es que «hay que ir más lejos» para tratar de zanjar esta polémica. Aunque en la cúpula de Ferraz se les ha pedido «calma» y «paciencia» mientras se sigue investigando lo ocurrido, en la práctica ya no se podrían aplicar medidas disciplinarias contra el político sevillano ya que se dio de baja como afiliado la semana pasada, razón por la que algunas de las participantes han solicitado que se ponga en manos de la Justicia.
En los distintos turnos de palabra, «con distintos tonos», se ha mostrado mayoritariamente un sentimiento de «enfado», advirtiendo que «la sensación que se traslada es de no acción suficiente». Asimismo, algunas de las dirigentes convocadas creen que se ha querido hacer «una reunión rápida», con la justificación de que ya habría más adelante una presencial, y que las explicaciones que se les han trasladado han ido en la misma línea de «argumentación de lo que ha pasado» que se ha hecho públicamente esta semana.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha calificado este miércoles como «asquerosos, deleznables y absolutamente indignos» los comentarios que según las denunciantes -trabajadoras de La Moncloa- hacía Salazar sobre su aspecto físico y ha dicho que demuestran una «baja catadura moral y un machismo de más alto nivel». También ha reconocido que este caso «hace un daño terrible a la credibilidad» del PSOE, «un partido que no tolera y que no transige con la violencia machista». «Estas actitudes son un ejemplo de la peor violencia hacia las mujeres», ha recalcado.
Investigación interna
Según adelantó eldiario.es el lunes, las denuncias interpuestas hace cinco meses se borraron del canal interno del PSOE entre finales de octubre y principios de noviembre sin que nadie hubiera contactado con las autoras de las mismas. En la información se adelantaba también que, tras la llamada de este medio para preguntar por dicho asunto, el político sevillano se había dado de baja como militante el jueves de la semana pasada y que por lo tanto la dirección federal consideraba inútil seguir adelante con la investigación.
Ese mismo día en la sede de Ferraz precisaron que «la pérdida de condición de afiliado no supone en ningún caso el fin del procedimiento» para indagar internamente sobre estos hechos y que la Comisión Antiacoso redactará un informe al respecto que remitirá a la Secretaría de Organización y a las partes. «Este partido no minimiza la gravedad del acoso y no protegerá jamás a quienes lo practiquen. A la vez, respeta la presunción de inocencia y los protocolos establecidos», precisó la portavoz, Montse Mínguez.
Sobre el borrado de las denuncias, la explicación que dio la dirección socialista es que se produjo una «interrupción momentánea del acceso al canal de comunicación por parte de las denunciantes anónimas» que no fue «un error», sino «una acción automatizada del propio sistema para la protección de los datos personales», y que se recuperaría «a la mayor brevedad posible».

