Publicado: marzo 27, 2025, 5:07 pm
No hay ningún cartel que identifique el centro de trabajo de la hermana Milagros García en Cabo Verde. Bajo la petición de no desvelar su ubicación, la religiosa de la congregación Adoratrices de la Caridad lleva desde 2018 en este archipiélago tratando de rescatar a las mujeres de las mayores vejaciones. Pero para que ellas reúnan el valor de describir años de explotación sexual, violaciones y violencia, nadie debe saber lo que pasa en el territorio de la sor Milagros.
Así que no hay ningún cartel que identifique el centro donde empoderan a partir de la reinserción sociolaboral a mujeres víctimas de violencia de género o en situación de riesgo. De puertas para afuera, da la sensación que van a hacer talleres en este centro de empleo y formación. Dentro, encuentran lo que la religiosa llama «red», que no es más que un apoyo desde abogados hasta psicólogos y policías. Pero el primer contacto de las mujeres que cruzan esa puerta es con la hermana Milagros, esa mujer movida por la vocación que siempre ha trabajado con otras mujeres.
La AECID les dio los 330.599 euros que solicitaron para comenzar este proyecto, que tenía previsto trabajar con 117 mujeres víctimas de violencia de género o en contexto de explotación sexual o trata. Para Milagros, lo que se encuentra desde 2018 en Cabo Verde es mucha prostitución que termina siendo trata. «Hay niñas en la calle con sus hijos en brazos prostituyéndose«, describe, reconociendo que es testigo de situaciones desgarradoras.
Sin embargo, vive con orgullo la suerte de que el proyecto haya superado las primeras previsiones y sólo en dos meses ya ha ayudado a 168 mujeres, que se enfrentan a grandes dificultades de integración social, desconocimiento de los recursos de apoyo disponibles y carencias psicoafectivas, deterioro físico y psicológico, baja autoestima, síntomas de depresión, ansiedad y adicciones. La situación es terrible, con embarazos adolescentes y analfabetismo, lo que agrava su situación de vulnerabilidad y precariedad laboral.
Milagros denuncia la presencia de mafias en el país, y aún así, sale a la calle sin miedo, confiada, para encontrar a mujeres a las que ayudar. Ha detectado que con la luz del sol se encuentran más violencias que en la noche, cuando todo se esconde tras los muros de una casa. Su compromiso es tal que en 2024 tomó posesión como miembro del Observatorio Nacional contra la Trata de Personas en calidad del programa Kredita Na Bo.
Organiza actividades para concienciar. Como la obra de teatro en la que enseñaron a adolescentes lo que era un abuso sexual, y con la que consiguieron que algunos niños denunciaran prácticas.
Milagros es de Algeciras y hablar sin parar. Toda la experiencia que le dan los años cuidando a mujeres la trató de resumir el rato que la Reina Doña Letizia estuvo con ella en una de sus Centros de Formación. Una visita en la que fue guiada por la hermana Inmaculada Jiménez, educadora y formadora en los talleres. Fue durante la mañana de este jueves, en el último día de su viaje de Cooperación a Cabo Verde, con el que puso fin a una agenda en la que trató de visibilizar la lacra del machismo en el país.
