Publicado: marzo 29, 2025, 7:07 pm
El Ventorro ya no tiene cartel que le identifique. El restaurante de Valencia en el que comió Carlos Mazón el día de la dana ha querido borrar de una vez por todas cualquier rastro de la polémica que le acompaña desde entonces. Sin embargo, es difícil no revivir el fatídico 29-O cuando, cinco meses después, vuelven las protestas a la calle y son los propios familiares de las víctimas mortales los que ante la jueza que investiga la tragedia han cargado contra el presidente de la Generalitat. «No hay que dejar el protocolo en un cajón e irte a comer al Ventorro», decía Ernesto Martínez, que perdió a su hermana y su sobrina.
Si también esta semana el presidente de SOS Desaparecidos, que en la causa judicial representa a familiares de 70 de los 228 fallecidos, pedía a Mazón que dimitiese, este sábado lo han hecho en las calles miles de personas. 25.000, según las cifras de la Delegación del Gobierno y de la Policía Local de Valencia. El lema de la sexta manifestación que ha recorrido el centro de Valencia ha vuelto a ser el mismo: «Mazón, dimisión». El otro grito que más se ha repetido, al igual que sucedió en las protestas anteriores, es el de «el president, a Picassent».
Más de 200 entidades sociales han vuelto a movilizarse para reclamar que se «asuman las responsabilidades políticas» por la gestión de la dana y «que se haga justicia». «Mazón parásito» o «ni olvido ni perdón, Mazón dimisión» son algunas de las frases que han podido leerse en los carteles de los asistentes. Alguno llevaba incluso el de «volem votar» («queremos votar») de Diana Morant.
Entre los asistentes a la manifestación ha estado María Teresa Romero, quien perdió a su hija de 43 años, a su yerno de 45 y a su nieto de 4 al pasar cerca del barranco del Poyo en Aldaia «porque no dieron aviso en ningún sitio». «Lo que pido es justicia, porque otra cosa no me van a dar», ha afirmado.
Carteles en la sexta manifestación contra Carlos Mazón.
Pero esta vez se ha querido visibilizar también el trabajo de los servicios de emergencias y denunciar que, por ejemplo, el 112 «es un servicio público privatizado con un personal sometido a jornadas laborales extenuantes», según los convocantes. El teléfono de emergencias, de hecho, está en el punto de mira de la jueza de Catarroja Nuria Ruiz Tobarra, ya que los familiares de las víctimas han denunciado que muchas llamadas de auxilio no fueron atendidas.
A esto se suma lo que ha revelado el ex secretario autonómico de Emergencias imputado, Emilio Argüeso, que a través de su abogado ha remitido un escrito al Juzgado para asegurar que el 112 no informó de las llamadas que recibía al CECOPI, que se reunía en el mismo edificio para gestionar la emergencia el día de la dana. Tras la pancarta de la sexta manifestación se han colocado justamente trabajadores del 112, junto a bomberos, enfermeros y familiares de las víctimas. PSOE y Compromís han vuelto a dar su apoyo a la manifestación.
La presión social sobre Mazón está virando de la protesta masiva -la primera manifestación reunió a 100.000 personas, según la Delegación del Gobierno- al boicot diario en las calles. Hasta el punto de que el presidente de la Generalitat se vio obligado esta semana a suspender su visita a las fiestas de Castellón por motivos de «seguridad», según argumentaron fuentes del Gobierno valenciano. Días antes, su presencia en las Fallas de Valencia se redujo a una aparición de última hora que no figuraba en su agenda pública.
La presión social, por tanto, no afloja, como tampoco decae una instrucción judicial que, según asumen desde el entorno de Mazón, «será la que marque los tiempos». Aun así, el presidente ha logrado de momento salir a flote con el acuerdo presupuestario con Vox -y la consiguiente tregua por parte del PP- mientras trata de recuperar la iniciativa política centrando su agenda en la reconstrucción.
En su equipo creen que lo que necesita Mazón es tiempo: para visualizar la reconstrucción y para recomponer su propia figura política. Si la reciente encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO muestra que el PP valenciano empieza a levantarse del pozo en el que cayó en diciembre, las propias encuestas internas del PP confirman que se comienza a recuperar parte del crédito perdido, según fuentes del entorno de Mazón. Génova, sin embargo, ha aplazado a 2026 el congreso regional para evitar ratificar a Mazón como líder del PP valenciano.