Publicado: agosto 24, 2025, 9:15 am
Meses después de la trágica muerte de Jade Damarell, una experimentada paracaidista de 32 años que falleció el pasado 27 de abril, la policía ha concluido que se trató de un suicido. La joven decidió quitarse la vida durante un salto a más de 4.500 metros de altura en Shotton Colliery, en el condado de Durham.
Damarell, con gran recorrido en deportes extremos, saltó sin despegar su paracaídas. Desactivó manualmente el sistema de emergencia, según confirmó la investigación de la forense, que descarta un fallo técnico y asegura que es un suicidio premeditado.
Horas antes del suceso había roto su relación con su pareja, Ben Goodfellow, también paracaidista, y en su móvil dejó mensajes de despedida y datos personales.
A pesar de los indicios que apuntan que se trató de un suicido premeditado, los responsables del centro Sky-High Skydiving afirman que «nada indicaba un comportamiento extraño antes del salto».
Tras la muerte de Jade Damarell, su madre le rindió homenaje con un salto tándem. Además, su familia impulsó una campaña a favor de la organización benéfica Make-A-Wish, que concede deseos a niños y adolescentes con problemas.
Amigos cercanos de la paracaidista aseguraron en abril que Damarell «era parte de la comunidad del paracaidismo» y realizaba saltos frecuentemente, por lo que contaba con una amplia experiencia: «Estaba loca por este deporte. En tan solo dos días antes de morir, hizo 11 saltos. Debe haber hecho 80 este año», aseguró una de sus amigas a Daily Mail.
