Publicado: septiembre 9, 2025, 8:07 am
El sistema educativo español es una paradoja. Hay más jóvenes con estudios superiores que en la media de los países avanzados, pero también una mayor proporción de personas que no llegan a lo mínimo. Los alumnos dan más horas de clase, pero, a juzgar por los resultados, no les rinde. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha llamado este martes la atención a España en su informe anual de educación por «la significativa» proporción de población adulta con un bajo nivel de comprensión lectora: un tercio que no es capaz de entender simples textos cortos. La falta de cualificación para poder trabajar en un mercado laboral cada vez más competitivo afecta especialmente a los jóvenes, pues nos volvemos a colocar en cabeza de la UE en ninis, por detrás de Rumanía y por delante de Italia y de Grecia.
Se trata de una situación que tiene mucho que ver con el elevado porcentaje de personas -el 35%, más del doble que la UE y 16 puntos más que en la OCDE- que no tiene ni el Bachillerato. También entre los jóvenes, aunque la situación haya mejorado, el volumen de aquellos que se conforman con la ESO sigue siendo demasiado elevado: el 24%, el doble que la UE y la OCDE.
En España hay muchos universitarios, muchos titulados en FP superior y muchos jóvenes con máster (18% frente al 16% de media de la OCDE), así como muchos niños escolarizados en Infantil, pero, al mismo tiempo, tenemos muy pocos estudiantes que alcanzan los niveles intermedios. Existe, por el contrario, una gran cantidad de chicos que dejan las aulas en cuanto la ley se lo permite, a los 16 años, e intentan entrar en el mercado laboral sin estar suficientemente cualificados, lo que les condena al paro y a la exclusión social.
El informe Panorama de la Educación, de medio millar de páginas, se ha presentado este jueves de forma simultánea en varias ciudades. Estos son los principales problemas detectados en España por este organismo internacional que componen los 38 países más desarrollados del mundo y otros territorios asociados:
No entienden lo que leen
La OCDE destaca en su resumen específico para España que el 32% de las personas de entre 25 y 64 años tiene una comprensión lectora igual o inferior al nivel 1 de un total de 5 niveles, lo que sitúa a España peor que la media de países, que es del 27%, según los datos del Programa para la Evaluación Internacional de Competencias de la Población Adulta (PIAAC). Esto significa que las personas de este nivel «sólo pueden comprender textos muy breves con un mínimo de información que distraiga»; es decir, que se limitan a «entender textos cortos de temas que les suenan» y que «sólo se requieren conocimientos básicos de vocabulario».
¿Por qué hay tantos?
«Es el resultado de ser un país en el que todavía estamos centrados en bienes y servicios y con poco valor añadido y con poca I+D. Seguimos especializados en ocupaciones que no requieren un gran nivel de formación académica, poco intensivas en capital humano y en capital tecnológico. Si una persona desarrolla un trabajo en el que no necesita leer textos complejos, va perdiendo esa comprensión lectora», responde Ismael Sanz, director del área de Economía de la Educación en Funcas, que este miércoles celebrará un seminario con expertos de la OCDE y del Ministerio de Educación en el que se analizarán en detalle los resultados del informe.
La situación no ha mejorado, porque hace una década la proporción era del 28%.»Hay un empeoramiento general en toda la OCDE, no sólo en España, es probable que porque ahora estamos más habituados a leer menos o a que sean textos menos elaborados. Puede influir también que en algunos sistemas educativos se haya hecho un uso demasiado intensivo de la tecnología y los estudiantes no estén tan acostumbrados como en el pasado a leer libros extensos que les hagan reflexionar y mantener viva la competencia lectora», apunta el también profesor de Economía en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid e investigador visitante en la London School of Economics.
La OCDE sostiene que el nivel educativo (hasta dónde estudia cada persona) y las competencias (su comprensión lectora, su capacidad para resolver problemas o su competencia matemática) están «estrechamente relacionadas». Un universitario obtiene, de media, 27 puntos más en lectura que aquellos que se han quedado en Secundaria. También se reduce el paro y mejoran los salarios. Por eso a Sanz le ha sorprendido que las personas con estudios superiores hayan empeorado más en comprensión lectora que los que se han quedado sólo con la ESO o Bachillerato. Constata que los universitarios de ahora «no tienen la comprensión lectora que tenían aquellos que accedieron a estudios superiores en el pasado».
Muchos en educación superior
En España, la proporción de jóvenes de 15 a 19 años matriculados en educación superior (FP de grado superior y estudios universitarios) alcanza el 20%, casi el doble que en la OCDE y la UE (ambas en torno al 11%), una tendencia que el Ministerio de Pilar Alegría explica «por el impulso y la fuerte presencia en España de los ciclos de FP de grado superior».
Hay que tener cuidado, advierte Ismael Sanz, porque los graduados en FP superior sólo ganan un 11% más que los que han terminado el Bachillerato, la FP de Grado Medio o la FP Básica, mientras que esa prima salarial por estudiar dos años más es del 17% en la media de la OCDE. «A lo mejor hay que darle más importancia a aquellos ciclos de FP Superior que tengan más incidencia en el mercado laboral, para que se alcance mayor salario», propone.
En Educación Infantil, por otro lado, España destaca por una escolarización prácticamente universal en el segundo ciclo (del 98%, frente al 85% de la OCDE) y muy alta en el primer ciclo (71% a los dos años, frente al 52% de la OCDE), pero también «hay que preguntarse por qué no estamos obteniendo los frutos de esta apuesta, que beneficia sobre todo a los niños en entornos más desfavorecidos». Cuando los niños llegan a Primaria, aun habiendo estado escolarizados previamente más años que sus vecinos europeos, comienzan a perder la ventaja inicial y, al cumplir los 12 años, logran resultados más bajos en Lengua y Matemáticas, según constatan los informes PIRLS y TIMSS.
Más horas de clase
En España, el alumnado recibe 4.733 horas de clase obligatorias en Primaria y 3.158 horas en la ESO, tiempo que supera la media de la OCDE, que es de 4.560 horas en Primaria y de 3.044 horas en la Secundaria inferior, el equivalente a la ESO. En otras palabras: más tiempo en el aula que en otros países pero no mejores resultados en los ránkings.
En la mayoría de asignaturas, el número de horas es similar, pero es verdad que se podría reforzar un poco el tiempo destinado a la Lengua y a la lectura en Primaria: supone el 23% del plan de estudios, frente al 25% de la media de la OCDE. Aquí damos mucha importancia al estudio de un segundo idioma extranjero (11% frente al 7% de media de otros países), a la Educación Física (11% frente al 10%) y a la Religión o su alternativa (7% frente al 5%). En asignaturas como Matemáticas e Informática, existe un problema muy serio de falta de profesores en los institutos y se pierden muchas horas lectivas buscando sustitutos.
«Atraer profesorado procedente de otras trayectorias profesionales puede ayudar a paliar la escasez de docentes y, al mismo tiempo, incorporar a la profesión a personas con una experiencia más amplia», propone el informe de la OCDE, que precisa que 16 de los 28 países con datos disponibles ofrecen «vías alternativas específicas para acceder a la docencia» a las personas que desean cambiar de profesión. «Por el contrario, España no ofrece vías específicas para el profesorado procedente de otras trayectorias profesionales», señala. La Comunidad de Madrid quiere poner a alumnos de 3º de Matemáticas a dar clase en los institutos en situaciones excepcionales o que no haga falta tener el máster del profesorado para ejercer, según adelanta EL MUNDO.
«Hay personas en empresas a los que no les importaría desempeñar la docencia de forma flexible, con un horario bien delimitado, para aportar su experiencia», dice Ismael Sanz, que cree que» igualmente se podría hacer que profesores de FP fueran a hacer estancias cortas en empresas privadas». «Es un ámbito que falta por pulir, falta coordinación entre los centros de FP y las empresas donde los alumnos hacen las prácticas», añade.
‘Ninis’ a la fuerza: buscan empleo y no hay
España vuelve a estar en cabeza de la UE en jóvenes que estudian ni trabajan. Si en el informe del año pasado quedábamos (17,8%) por debajo de Grecia (19,4%) e Italia (18,7%), en esta edición España los supera, con un 17,6% de ninis, más que Italia y Grecia (17,5%), más que la media de la OCDE (14,1%) y más que la media de la UE (12,9%).
Sólo nos supera Rumanía (22%) dentro de los países europeos. Y, fuera de Europa, territorios como México (18,9%), Chile (19,8%), Brasil (24%) y Colombia (27,4%). Por el contrario, Alemania, Irlanda, Noruega, Países Bajos y Suecia presentan proporciones que están por debajo del 10%.
Es verdad que hemos mejorado respecto a la edición anterior y respecto a las décadas pasadas, pero hasta el Ministerio de Educación reconoce en su análisis que «España está en una situación más desfavorable que la OCDE y la UE».
Dentro de los ninis, hay que distinguir entre los que buscan empleo (los desempleados) y los que no lo buscan (los inactivos). En la mayoría de países, hay más inactivos que desempleados, pero en España hay más desempleados que inactivos. Eso significa que estos jóvenes quieren trabajar, pero no encuentran sitio en el mercado laboral.
«Esta condición puede deberse a la escasez de oportunidades laborales en contextos económicos difíciles o a un desajuste entre las competencias adquiridas y las demandas del mercado laboral. Los mercados laborales duales, que combinan empleos estables y bien remunerados con otros precarios y mal pagados, agravan este riesgo», dice el informe español.