Publicado: julio 6, 2025, 4:07 am
Hay un detalle en apariencia insignificante, pero valorado por muchos cuando caminan por la madrileña calle Ferraz para entrar en la sede nacional del PSOE. Las delegaciones suelen llegar en grupo, arropando al líder de turno, de modo que la imagen en las teles y la foto sea de equipo. Pero en ese propósito desvirtúa el llegar con la maleta a rastras. Así que algunos cuidan ese detalle, a otros se les olvida. Ayer había prisa por llegar a Ferraz, y más de uno fue equipaje en mano. Antes de la celebración del Comité Federal, Sánchez reunió a su Ejecutiva, en una cita que se prolongó más tiempo de lo habitual y retrasó el posterior cónclave porque ahí se trató la situación de Francisco Salazar, escudero de Sánchez, y acusado de «comportamientos inadecuados» por dos testimonios de mujeres que trabajaron con él.
«Comparezco ante vosotros, evidentemente con el corazón tocado, pero también con la determinación intacta», fue el mensaje que lanzó Sánchez a los suyos. Lo hacía tras conocerse que Salazar, hombre de su máxima confianza, como Cerdán, se veía obligado a renunciar a sus cargos en Ferraz, donde iba a ser adjunto a la Secretaría de Organización y desde 2017 era responsable de Acción Electoral, y en La Moncloa, donde ocupaba la Secretaría de Coordinación Institucional. Un agujero en ese propósito de dar un impulso al PSOE, pues estaba destinado, de nuevo, a ocupar una silla importante en la nueva dirección de Sánchez.
El revés, sin embargo, no merma el peso del Gobierno en la Ejecutiva socialista. La decisión es no designar a una persona en sustitución de Salazar, de manera que Organización quedará en manos de Rebeca Torró, que además asume las competencias de Acción Electoral. Junto a ella, en este departamento, finalmente habrá dos adjuntos y no tres: Anabel Mateos Sánchez y Borja Cabezón.
Más importancia a Hernando
Pero Sánchez ha decidido dar entrada en la dirección como vocal a Antonio Hernando, que había formado parte de su gabinete en Presidencia junto a Óscar López y actualmente es secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales. Vieja guardia a la que el sillón de vocal, según exponen fuentes socialistas, se le queda pequeño, dando por hecho que tendrá una importancia mayor.
Junto a Hernando, un total de 12 cargos del Gobierno forman parte de la dirección, que la componen un total de 43 miembros, esto es, el 28% de los asientos. Forman parte del órgano, además de Sánchez, la vicepresidenta María Jesús Montero; los ministros Félix Bolaños, Pilar Alegría, Elma Saiz, Jordi Hereu, Isabel Rodríguez, Óscar Puente; las delegadas del Gobierno Pilar Bernabé y Milagros Tolón; más el secretario de Estado de Política Territorial, Arcadi España. De modo que, aunque la salida de Salazar difumina esa tutela directa de La Moncloa sobre el día a día del partido, la simbiosis del Gobierno con Ferraz se mantiene intacta.
Se da la circunstancia de que Hernando fundó junto al ex ministro y ex secretario de Organización socialista Pepe Blanco la consultora Acento. Su mujer, Anabel Mateos, que como queda dicho será adjunta a la secretaria de Organización, también trabajó en la consultora Acento.
En la nueva remodelación de la dirección del PSOE, Juanfran Serrano, que fue número dos de Cerdán en la Secretaría de Organización, asumirá un área de menor importancia, la de Política Municipal, pero se mantiene en la Ejecutiva. Fuentes socialistas explican que no se ha realizado una «caza de brujas» porque eso podría dar a entender que la sospecha de la corrupción está más extendida de lo que defienden, acotando todo a «dos personas»: José Luis Ábalos y Santos Cerdán.
Juan Francisco Serrano, el que fue ‘número dos’ de Santos Cerdán en la Secretaría de Organización, se queda en la dirección del PSOE como nuevo secretario de Política Municipal. «Gracias por la confianza», expresó ayer en redes.
Las salidas son en total nueve: siete personas con cargos autonómicos o provinciales, más la delegada del Gobierno en Melilla y el mencionado Salazar. Salen: Esther Peña, Aroa Jilete,Manuela Berges, Tania Baños, Sabrina Moh, María Jesús López Moreno, Eugenia Gómez, Javier Cendón y Francisco Salazar.
La renovación de la Ejecutiva Federal fue aprobada con el 99% del respaldo del Comité Federal en una votación por asentimiento en la que sólo se mostró en contra Manuel Jiménez Barrios, persona de la confianza de Susana Díaz y una de las pocas voces críticas que quedan en el máximo órgano del partido.
Los 43 que forman parte de la nueva dirección, y en especial los ministros, tienen una orden de Sánchez: ir a los territorios a «dar la cara». Fuentes gubernamentales y socialistas explican que, pese al clima adverso que hay en la calle, se trata de pisar ésta para contrarrestar el mensaje de la derecha de que no hay más salida que elecciones y que el Gobierno agoniza y, como hizo Sánchez ayer, desgranar y detallar las medidas que está impulsando el Gobierno y que «benefician a una mayoría social, con independencia de a quién se vote». Además, se pretende tener presencia en los medios locales para hacer pedagogía frente a las críticas y las dudas.
«Vamos a incrementar la presencia de ministros en todos los territorios porque somos un partido que quiere reflejar y defender los intereses de todo el país, no solamente los de la capital de España», fue el mensaje de Sánchez.