Publicado: marzo 8, 2025, 1:07 pm
Miles de personas han salido este sábado a las calles de Madrid en un 8-M que se está viviendo pasado por agua. No sólo en la capital, sino también en la mayoría de ciudades y pueblos de España, donde los paraguas se empuñan más que las pancartas. La lluvia ha tenido una incidencia clave en la afluencia de manifestantes, pero no ha apagado en absoluto el espíritu reivindicativo y combativo de mujeres y hombres que han marchado para defender la igualdad y la lucha feminista.
Este 8-M vuelve a estar marcado por la división en algunas de las principales ciudades, como en Madrid, donde las feministas se manifiestan separadas. Es el cuarto año consecutivo que esto sucede. Asimismo, la celebración en su conjunto viene lastrada por primera vez por el impacto en la izquierda de los casos de Íñigo Errejón (Sumar), Juan Carlos Monedero (Podemos) o José Luis Ábalos (PSOE).
En la capital, la primera de las dos manifestaciones es la convocada por la Comisión 8M bajo el lema Feministas antirracistas, ¡a las calles! Nos va la vida en ello. El recorrido, que ha arrancado desde Atocha y termina en Plaza España -mismo lugar en que terminará también la de la tarde-, ha contado con la presencia de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que hará doblete aprovechando que este año hay dos horarios distintos. Pues asistirá también a la manifestación alternativa que convoca el Movimiento Feminista de Madrid a partir de las 18.00 horas. Es la primera vez que secunda ambas convocatorias.
Como es habitual desde hace muchos años, en la marcha oficial de la mañana han estado las delegaciones de PSOE,Sumar o Podemos, es decir, la esfera del Gobierno, donde las ministras y los ministros han marchado bajo la intensa lluvia detrás las pancartas de sus respectivos partidos. Esta vez sin que en la cabecera socialista estuviera la mujer del presidente, Begoña Gómez, que otros años participaba como una más.
La primera manifestación del día en Madrid ha recordado a la del año post Covid, donde las pancartas -excepto las de las pocas que han previsto plastificarlas- han sido sustituidas por los paraguas y los chubasqueros. Aún así, el ambiente ha sido totalmente reivindicativo y las proclamas siguen siendo las mismas: «Aquí estamos las feministas» o «no es no, lo demás es violación».
Por el paseo del Prado avanza Ana, que acude con su hija Claudia, de 9 años, y todas sus amigas, que han reutilizado sus disfraces de carnaval del colegio, de sufragistas. Para ella es «súper emocionante, un día bonito pero de lucha» y celebra que a su hija le inculquen en el colegio cosas que ella tuvo que aprender de peor manera: «a ellas en el cole el profe les dice que los niños pueden salir ya al patio y ellas les contestan: ¿y las niñas? «Esta mañana se me saltaban un poco las lágrimas por la lluvia, pero aquí estamos».
Ana vino por primera vez en 2018, con el «boom» feminista, y desde entonces ha venido con amigas, su madre, su marido y su otro hijo: «todo el que apoye la causa es bienvenido». Claudia y sus amigas, sonrientes y con sus pañuelos, recuerdan orgullosas que se han perdido su partido de baloncesto por la manifestación, porque «el partido es muchos sábados y esto es un día al año».
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A falta de pancartas, los cánticos se oyen hoy más que nunca, con algunos clásicos y otros adaptados al momento. Años después aún se recuerda el mediático caso de los Sanfermines, coreando: «mujer, hermana, aquí está tu manada». También al grito de «jueces patriarcales, fuera de los tribunales», las mujeres pedían una «justicia feminista que no revictimice», recordando casos como el de Mouliáa o Jenni Hermoso.
En esta línea, vestidas encarnando a la justicia y a la Iglesia, Eva y Maica reivindican que la lluvia no puede pararnos, «y más con la ola que viene detrás, que poco a poco nos están volviendo a robar nuestros derechos», dice Maica, que añade haber venido a esta manifestación en lugar de la de la tarde porque, «ante todo», ella es «transfeminista». Ambas reclaman un feminismo interseccional.
Pero el resumen del día sin duda lo hace Gloria, de 88 años, ante la pregunta de por qué está hoy aquí, lo tiene claro: «Porque soy una mujer», zanja con la misma incredulidad ante la pregunta que las pancartas que dicen no poder creer tener que protestar aún por esto.
Banderas trans con lemas pro Palestina, ritmos de batucada y de Rigoberta Bandini acompañan a las mujeres que marchan hoy en un Madrid que, aun con lluvia, se une en un 8M más.
Llamamiento a la «unidad»
En declaraciones a los medios de comunicación, antes del inicio de la marcha, la ministra Ana Redondo remarcó que este sábado, 8 de marzo, es importante que el movimiento feminista esté en las calles para defender el feminismo «en medio de una coyuntura histórica tan compleja, con una ola reaccionaria que amenaza con dar un paso atrás importante y con cercenar los derechos de las mujeres», y ante la que pidió «unidad y generosidad».
La ministra abogó de este modo por alzar la voz más que nunca, porque, «en medio de los bulos, en medio de la desinformación, en medio de las mentiras, la palabra de las mujeres tiene que sonar clara en favor de la igualdad de oportunidades y para remover todos los obstáculos que impiden todavía esa igualdad real».
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Por su parte, la eurodiputada de Podemos y ex ministra de Igualdad, Irene Montero, ha hecho un llamamiento a «la autocrítica» y ha pedido «actuar» si se conoce un caso de violencia sexual, «pero no para quedar bien», como ha asegurado en declaraciones a los medios antes de la manifestación.
Preguntada por los casos de Errejón y Monedero, Montero ha asegurado que la situación actual es «resultado del avance de la lucha feminista». «Donde antes había silencio, impunidad y mirada para otro lado, ahora se actúa ante los testimonios de las mujeres víctimas y ante los casos de violencia sexual», ha defendido. «Y se actúa en el caso de Podemos, no cuando hay que quedar bien delante de un micrófono porque ha estallado un escándalo mediático, sino cuando nadie mira, que es cuando hay que actuar para hacer que la organización sea un espacio seguro y feminista», ha vuelto a argumentar.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha hecho un llamamiento «a todas las mujeres y los hombres feministas de nuestro país a tomar las calles con alegría, con muchísima fuerza para decir que el mundo será feminista o sencillamente no será» y para poder seguir avanzando en derechos y libertades.
Así lo ha asegurado a los periodistas en la manifestación a la que también se han sumando otros ministros y ministras como Óscar López, Isabel Rodríguez, Sara Aagesen, Diana Morant, Sira Rego o Mónica García.
«No hay democracia sin las mujeres, para seguir ganando más libertades, más derechos, necesitamos más feminismo que nunca. Por tanto, más democracia económica, más derechos laborales para las mujeres, más recursos públicos para prevenir todo tipo de violencias machistas en nuestro país y en el mundo», ha afirmado Yolanda Díaz.
