Publicado: octubre 13, 2025, 2:07 am
Cuando la política del país no está para fiestas, es normal que la Fiesta Nacional de España se celebre de forma festiva en la calle y de manera oficialmente ortopédica. Las calles del centro de la capital eran un hervidero de ciudadanos de todas las nacionalidades, mientras los invitados a la recepción del Palacio Real acudían a la convocatoria del Rey, como todos los años.
Si bien no fue exactamente como todos los años. Hubo tradiciones que se perdieron en el camino desde el desfile hasta el palacio. Es tradicional que los presidentes del Gobierno presidan el día 12 de Octubre los corrillos con los periodistas en los salones imperiales donde reciben los Reyes. Los corrillos son una institución, hace décadas que forman parte de las obligaciones oficiales de los líderes políticos españoles. En su línea de cambiar el modo de conducirse de un jefe de Gobierno, adoptando nuevas formas, Pedro Sánchez había desaparecido cuando los informadores fueron a buscarle al salón que le correspondía. ¿Dónde está el presidente? Se ha ido. Vaya. «¿No le gusta el Día de la Hispanidad?», preguntó Feijóo. Quizá no le apetecía hablar con un puñado de periodistas arremolinados en torno a él dándole calor. El sofocante calor físico siempre es protagonista en Palacio. Una tradición que nunca desaparece. Sánchez mandó un vídeo para festejar la Fiesta Nacional sin bandera ni símbolos nacionales.
Es costumbre también que a estas recepciones asista, siempre, un elefante en la habitación. Alguien que está sin estar. El elefante puede ser una persona, un Rey que se exilia en Abu Dabi, un suceso o una sentencia. En 2019, por ejemplo, el elefante fue la sentencia del procés. El elefante este 2025 ha sido Santiago Abascal, líder del tercer partido de la Cámara, que rehusó asistir para dejar claro que él es el único político antisistema. No es un elefante muy original. Ya el 12 de Octubre de 2015, Pablo Iglesias, que entonces aspiraba a tomar el cielo por asalto, declinó la invitación real para dejar claro que era un líder antisistema
A falta del presidente, el ministro Óscar Puente hizo honor a la institución del corrillo. No aprecia el titular de Transportes nubes peligrosas en el horizonte del presidente del Gobierno. No existe prueba alguna que implique a Sánchez en la corrupción, ya que ha sido implacable con sus dos ex secretarios de Organización al apartarles del cargo, dijo el ministro, quien además espera que el presidente salga a hombros de la comparecencia en la comisión del Senado, como lo hicieron Ábalos, Koldo y Cerdán. Añadió que el juez debería haber cerrado ya la causa contra Begoña Gómez, que no existe dinero b en el PSOE, que él es partidario de abandonar el dinero en efectivo para los pagos y que los millones en comisiones de Cerdán no aparecen por ningún lado.
Alberto Núñez Feijóo, el líder de la oposición, fue el protagonista principal de los corrillos. El presidente del PP criticó tanto a Sánchez como a Abascal, la pinza que, según los populares, intenta ahogar a este partido. «Vox me acusa de pactar con el PSOE y el PSOE de radicalizarme». Feijóo instó a Abascal a explicar su ausencia de la recepción y equiparó la decisión del líder de Vox a las ausencias habituales de Bildu o los partidos independentistas. El líder popular se explayó en criticar la política exterior del Gobierno de Sánchez, tanto en Gaza como en Venezuela, por no felicitar a Corina Machado por la concesión del Premio Nobel. Acusó al Gobierno de quedar en evidencia por aprobar el embargo de armas a Israel horas antes del anuncio de un acuerdo de paz. «La cancillería española no puede hacer el ridículo con tanta intensidad. Hay alguna izquierda en España que ha pasado del no a la guerra al no a la paz«, manifestó.
Los periodistas le preguntaron al presidente del PP cómo estaba, toda vez que el jefe del Gobierno le deseó esta semana «ánimo, Alberto» en la sesión de control. «Estoy animado, mi pareja no está en el juzgado, mi hermana tampoco y mi número dos no está en la cárcel».
Feijóo no se muestra especialmente preocupado por la subida de Vox en los sondeos. Otra cosa son los presidentes autonómicos con elecciones el próximo año. Juanma Moreno espera que los errores en el cribado del cáncer de mama no le pasen factura electoral porque está tomando decisiones para solventar el problema. También dijo que, si pierde la mayoría absoluta, se presentará a la investidura sin pactar con Vox para que todos se retraten.
