Publicado: mayo 27, 2025, 8:07 pm
La fontanera del PSOELeire Díez se reunió al menos en dos ocasiones con el comandante de la Guardia Civil investigado en el caso Koldo, Rubén Villalba, para pedirle información sensible de los «elementos subversivos» del Cuerpo a cambio de dispensarle protección judicial y gestionar su rehabilitación en el Instituto Armado. EL MUNDO ha tenido acceso a las imágenes y al contenido del encuentro que Díez mantuvo con Rubén Villalba el pasado 10 de marzo en un restaurante ubicado en la localidad madrileña de Leganés y que se extendió durante más de tres horas. Ambos se volvieron a ver en persona el 26 del mismo mes. Díez confirma la existencia de dichas citas y asegura a EL MUNDO que el motivo fue que quería «conocerle».
La militante socialista y ex directora de Relaciones Institucionales de Correos hasta febrero de 2024 planteó abiertamente a Villalba, al que la Unidad Central Operativa (UCO) acusa de ser el nexo entre la trama y el Ministerio del Interior, que si le facilitaba información sensible de altos mandos de la Guardia Civil al frente de las grandes operaciones contra el PSOE, le garantizaría «un puesto próximo a la Dirección General como asesor». Eso sí, le apremió para que prestara una declaración voluntaria urgente en la que incriminara a los referidos responsables porque, siempre según Díez, ya estaba gestionado que la Policía Nacional abriera diligencias para investigar los hechos en un plazo de un mes. La militante socialista alude constantemente a que «esto le interesa al PSOE» y a que «los de arriba en el Gobierno» están al corriente.
Así consta en las actas del encuentro confeccionadas por el comandante investigado, que obran en poder de este diario, y que siguen un guion muy similar al encuentro mantenido por Díez con otro investigado en una trama de hidrocarburos, Alejandro Hamlyn, publicado durante los últimos días por El Confidencial. El hilo conductor de esta nueva cita fue la obtención de información sobre la comisión de delitos en el Instituto Armado.
Así, Díez planteó al principio del encuentro, entre otras cuestiones, que le consta la existencia de un «sistema de escuchas ilegal» empleado por el Instituto Armado en algunas pesquisas y puso directamente sobre la mesa la necesidad de «desmontar la Guardia Civil». En esta línea confesó que su estrategia pasa por «echar por tierra las causas judiciales» más comprometidas para los socialistas aferrándose a este u otros elementos supuestamente ilegales. «Leire dice que van a intentar invalidar por todos los medios el proceso judicial. Me lo habrá dicho unas 5-6 veces en el transcurrir de la reunión»
En este punto señaló Díez, al igual que hizo en el encuentro que mantuvo con Hamlyn, al jefe del Departamento de Delincuencia Económica de la UCO, Antonio Balas, como pieza primordial de su «operación de inteligencia». No en vano, este reconocido mando es el responsable de las investigaciones que afectan a la mujer y al hermano del presidente del Gobierno, al fiscal general del Estado o a los implicados en el denominado caso Koldo.
«Leire tiene a su disposición todas las diligencias de las operaciones de Hidrocarburos y Koldo y en todas ellas afirma que está como nexo común el teniente coronel Balas y en algunas el coronel (Manuel) Corbí (ex jefe de la UCO)», anotó Villalba en relación con los objetivos que iba desgranando su interlocutora.
«De la UCO dice que Balas va a ser contratado por Repsol como responsable de la Seguridad Corporativa». «No saben si frenar este fichaje antes de su contratación o detenerlo una vez hecha efectiva y así matarían dos pájaros de un tiro provocando una brecha reputacional» a la compañía, abundan las actas sobre lo que iba desarrollando con detalle la militante socialista.
Al mismo tiempo, Díez dijo «tener constancia de que hay mandos de la UCO que han recibido pagos de empresarios». Y agregó que si el propietario de un célebre prostíbulo ubicado en el Paseo de la Castellana de Madrid hablara, «muchos mandos caerían». «Su interés en mi persona pasa por que hable de (Víctor) Aldama, de la UCO (Balas, Corbí, Bonilla, ‘Pape’, el comandante Redondo, DAO, coroneles Rafael Yuste, Ismael Abad».
Y destacan las actas del comandante investigado que Díez intentó persuadirle diciéndole que está siendo utilizado como cabeza de turco. «Sabe que en mi caso mis superiores se están limpiando para que toda la responsabilidad recaiga sobre mí […] Me dice Leire que es injusto lo que me están haciendo, que no debería permanecer en silencio como hasta ahora, que debo luchar por mí y mis intereses y que los que están arriba, coroneles y generales, se están salvando todos». En esta línea, le llega incluso a aconsejar un cambio de letrado. «Mi nuevo abogado pelearía por mí», dejó escrito que le espetó Díez.
«Dicen tener muchas pruebas contra la Guardia Civil, incluso se han planteado ir contra toda, como un elefante en una cacharrería para mover los cimientos, pero Leire lo frenó y dijo de ser selectivos y quitarse esos elementos subversivos», prosiguen el documento del encuentro en Leganés elaborado por Villalba. «También me pregunta en varias ocasiones si Corbí sigue mandando en la Guardia Civil», añade, y destacan que llegó a ser interrogado por «el actual DAO, ya que no se fían de él».
«Leire y los de arriba en el Gobierno saben lo que está pasando en la Guardia Civil pero necesitan pruebas objetivas para poder atacar. Están recopilando información de mandos de la UCO y otros que no están destinados en la UCO». En esa lista negra, integrada por numerosos mandos del Instituto Armado, añadió que Díez incorporó de inmediato al fiscal jefe Anticorrupción. «Leire dice que el fiscal (Alejandro) Luzón es afín al PP y que cuando Feijóo llegue al Gobierno será nombrado fiscal general del Estado». Una circunstancia que tendrá lugar, reflejó Villalba en boca de Díez, «en 2027 o antes si (José Luis) Ábalos quiere». Al tiempo que no perdió la ocasión de solicitar información de uno de los subordinados de Luzón en Anticorrupción, José Grinda.
Tras exponer los objetivos, Villalba hizo constar que Díez le «planteó tres opciones». «Primero, que me reúna con Fiscalía para que cuente la dinámica de funcionamiento de la UCO»; «segundo, que me ponen al Cuerpo Nacional de Policía para destapar todo lo que la UCO y la Guardia Civil no está sacando/contando en todas estas causas judiciales y que irían contra la Guardia Civil con toda la información que tienen ellos junto a la que yo pueda contarle». Y «tercero», rezan las actas, «que sea la mano derecha de la directora de la Guardia Civil para que le cuente la dinámica de trabajo de la Guardia Civil y lo que está pasando en las unidades referenciadas para poder ellos tomar medidas». «De estas tres opciones, Leire era más partidaria de la segunda opción, pero que yo cogiera la que más quisiera».
No en vano, recalcó que «la Policía va a empezar a investigar, cosa que hasta ahora la judicatura no ha permitido, y que van a forzar que salga todo aquello que no está saliendo». «Leire quiere remover todos los cimientos de la UCO, Jefatura de Información y Generalato, y hacer una limpieza». Y de todo ello, dejó escrito Villalba, Leire le informó posteriormente a través de un intermediario que participó en los contactos, que la directora general del Cuerpo estaba informada de que «la reunión salió mejor de lo previsto».
«TRANSMITÍ ARRIBAQUE RUBÉNES UN GRAN PROFESIONAL»
Díez y Villalba se vieron en un bar a las afueras de Madrid a petición de la fontanera socialista. «Fui donde me llevaron, soy de Bilbao y ya no recuerdo dónde era», asegura a este diario.
Díez precisó que se reúne en «despachos» pero que hizo una excepción con Villalba y que hizo llegar a la dirección de la Guardia Civil que es «un gran profesional».