Publicado: julio 14, 2025, 3:32 pm
Tras el GP de Gran Bretaña, la F1 vive un parón hasta los últimos días de julio, y las personalidades de la parrilla aprovechan su tiempo libre. En el caso de Adrian Newey, se ha pasado por el mítico Festival de la Velocidad de Goodwood, donde ha tenido la oportunidad de ponerse a los mandos de monoplazas legendarios.
Su primera tanda fue con el Lotus 49B, el bólido empleado por el equipo dirigido por el legendario ingeniero Colin Chapman entre 1968 y 1969, y que en su temporada de debut llevó a Graham Hill a su segundo campeonato mundial. Sus alerones primordiales, la publicidad del tabaco Gold Leaf, el monocasco de aluminio y sus cinco marchas manuales transportaron a Newey y los asistentes a otra época.
A continuación, le tocó subirse al Ferrari 312/69, una máquina muy poco productiva para la estructura de Maranello, que acabó la temporada 1969 como el sexto mejor constructor. Poco le importaron a Newey esos pobres resultados, compensados sobremanera por la iconicidad del coche.
«Siempre he admirado la historia de la Fórmula 1. Particularmente desde mediados de los 60 en adelante, cuando era niño. Ver todos estos coches, que alguno de ellos he construido como maquetas cuando tenía 10 ó 12, y tener el privilegio de pilotarlos ahora es fabuloso«, comentó a los medios oficiales del festival.