Publicado: septiembre 28, 2025, 7:24 am
La bandera de cuadros fue la catarsis definitiva de Marc Márquez. El final de un infierno que empezó en Jerez, con una caída en la que se rompió el húmero derecho y le obligó a pasar por quirófano varias veces, y concluyó este domingo con su noveno título mundial, el séptimo de MotoGP. Por eso, el ’93’ no pudo evitar romper a llorar al cruzar la línea de meta, antes de encontrarse con su hermano Álex para fundirse en un abrazo con él.
Llevándose las manos a la cabeza, sin poder creerse que volvía a ser campeón del mundo, acabó la carrera. Se echó sobre su moto y no pudo contener las lágrimas, que fueron a más cuando alguien se acercó a su espalda y colocó la mano en su pierna izquierda para felicitarle. Era Álex, sexto en el Gran Premio de Japón.
El pequeño de los Márquez acercó su moto todo lo posible a la Ducati de Marc y se acostó sobre el regazo del nuevo campeón del mundo, que le devolvió el abrazo. No fue el último. Después de la primera vuelta de honor, Álex le esperó a un lado de la pista, donde paró Marc para, entonces sí, fundirse en un emotivo abrazo.
«Mi hermano. Álex. Lo he dicho muchas veces. Hay mucha gente, pero Álex me ha ayudado mucho. El que más. Es el que me ha ayudado directa e indirectamente, sin quererlo, sin pretenderlo. El simple hecho de estar en activo es lo que me ha ayudado más. No quiero decir un nombre, porque luego empezarán uno detrás de otro. Pero las cosas no vienen por sí solas», expresó el ’93’ ante los medios.
Los gritos de liberación, del estallido de la euforia, marcaron también la celebración de Márquez sobre la moto. Al bajarse, un vídeo preparado por MotoGP sobre su espectacular regreso a la cima del motociclismo terminó de emocionar a Marc, que se abrazó a dos personas de su equipo en Ducati para celebrar. El resto del garaje, toda su familia, le esperaban en la zona del podio, donde estaba preparado un escenario para que pudiese colocar la placa con su nombre en la torre de campeones.
