Publicado: junio 19, 2025, 8:07 pm
La profunda crisis que atraviesa el PSOE por las revelaciones de corrupción sobre Santos Cerdán están arrastrando también a Sumar. Tres de los partidos minoritarios que forman parte de la coalición de Yolanda Díaz están debatiendo acerca de abandonar el grupo parlamentario para recalar en el Mixto, como ya hiciera Podemos en diciembre de 2023. Estas fuerzas políticas son la valenciana Més Compromís (un diputado), la aragonesa Chunta (uno) y la balear Més (uno), que estudian si tomar distancia total con los socialistas y actuar libres de ataduras fuera de Sumar, aunque sin hacer peligrar con sus votos la continuidad del Gobierno de coalición.
Hoy el grupo de Sumar en el Congreso está compuesto por 27 diputados. Está en riesgo que ahora pueda perder tres de ellos pertenecientes a estos partidos. Díaz ya sabe lo que es una ruptura de este calado, porque Podemos se fue y tiene cuatro parlamentarios en el Mixto que originariamente fueron en las listas de Sumar a las elecciones generales, donde la candidatura de la vicepresidenta segunda sacó 31 escaños.
Més, el partido econacionalista de Baleares, ha celebrado este jueves sendas reuniones de la ejecutivas de Més per Mallorca y Més per Menorca. La idea original era tomar una decisión ya, pero finalmente, y tras negociaciones intensas con Sumar en las últimas horas, se ha aplazado la posición final a la próxima semana.
El argumento de la formación balear para debatir si continúa con Yolanda Díaz es que había reclamado la salida de Sumar del Gobierno de coalición a raíz de las revelaciones de corrupción sobre el PSOE en el marco del caso Koldo y de su secretario de Organización, Santos Cerdán. Sumar lo ha rechazado. Es más, descarta completamente ese escenario a día de hoy.
La negativa de Sumar precipitó que la dirección de Més quisiera abrir el debate de su continuidad y analizar cómo actuar a partir de ahora y qué hacía con su diputado Vicenç Vidal.
En el caso de Compromís, que cuenta con los diputados Àgueda Micó y Alberto Ibáñez en el grupo, la tensión interna amenaza con volver a romper las costuras de la coalición. La negativa de Sumar a que compareciera Pedro Sánchez en la comisión de investigación de la dana fue sólo la excusa para agitar el avispero. El principal partido de la coalición valenciana, Més (Micó), lanzó un órdago para romper con la formación de Díaz, lo que abrió de facto una brecha con otra de las patas de Compromís, Iniciativa (Ibáñez), reticente a dar por enterrado el pacto. Tras una negociación que se llevó al extremo, ambos pactaron continuar en el seno de Sumar con la condición de renegociar las condiciones de su relación.
Ahora bien, tras el estallido del escándalo por la presunta trama de corrupción que golpea al PSOE y al antiguo núcleo de confianza de Sánchez, Més vuelve a tensar la cuerda. El partido —con una fuerte presión interna para marcar distancias con el PSOE y el propio Sumar— tiene convocado para el lunes a su Consell Nacional, el principal órgano de representación de la militancia. El objetivo, someter a votación la posibilidad de abandonar Sumar en el Congreso para pasar al Grupo Mixto, tal y como había reclamado la ejecutiva.
Según fuentes de Més, las negociaciones con Sumar no han dado los frutos que se esperaban, pues la intención era conseguir más autonomía dentro del grupo parlamentario. Pero, de nuevo, la radiografía que se hace en Iniciativa sigue siendo radicalmente distinta, pues se aboga por preservar la entente con Sumar. En su última ejecutiva celebrada esta semana, de hecho, se acordó por unanimidad que lo importante ahora no es poner el foco en la situación interna de Sumar, sino en las medidas contra la corrupción que salpica de lleno al PSOE.
De los tres casos abiertos, el de la Chunta es el que se está cocinando a fuego lento. No hay todavía una fecha concreta para que la dirección del partido aragonés tome una decisión sobre su permanencia en Sumar, pero el debate lleva tiempo sobre la mesa. Ahora bien, los acontecimientos dentro del grupo de Sumar con otros partidos pueden propiciar que la cuestión se acelere en función de cómo se resuelva la situación de Més y Compromís.
Fue el pasado martes cuando el diputado de Chunta, Jorge Pueyo, expuso que su partido tiene un «debate» que abordar en sus órganos de dirección sobre la relación que se tiene con el PSOE, una vez que se ha producido una «crisis» manifiesta por «una pérdida de confianza total» por la corrupción y por un sentimiento muy fuerte de malestar ante los muchos «incumplimientos» del Gobierno en sus políticas con Aragón.
«Si el PSOE sigue ninguneando a sus socios», advirtió el diputado, «a Chunta cada día se le va a hacer más incómodo estar aquí». Pueyo reconoció que «todos los escenarios están abiertos» y que, en todo caso, «no se pondría en riesgo» al Gobierno.
El partido aragonés exige una interlocución más directa con el Gobierno y el desbloqueo de muchos de sus asuntos que no están siendo atendidos. Fuentes de la Chunta admiten que las presiones internas son fuertes para irse al Mixto.
Sumar ya sufrió una ruptura de su grupo parlamentario en diciembre de 2023, cuando los entonces cinco diputados de Podemos se marcharon al Mixto para iniciar un camino en solitario y hacer de oposición también a Yolanda Díaz. Esa decisión fue el desenlace a una relación tormentosa. Hoy los de Ione Belarra son cuatro, puesto que la salida de Lilith Verstrynge del Congreso hizo que Sumar recuperara uno de esos escaños perdidos.
