Publicado: julio 11, 2025, 4:07 am

La Audiencia Nacional ha procesado a José Antonio Urruticoechea, ‘Josu Ternera’, como dirigente de la banda terrorista. Así lo ha acordado el juez Santiago Pedraz en una resolución en la que enumera los elementos que han llevado a elevar la categoría de Ternera: el terrorista estuvo procesado en el sumario de Batasuna/Herriko tabernas como miembro de la banda y ahora se le sube a rango de dirigente.
Uno de los elementos empleados para ello es la pericial acústica que confirma -lo había indicado la banda- que fue uno de los terrorista que el 3 de mayo de 2018 leyó el comunicado en que ETA anunciaba el fin de sus actividades.
Josu Ternera huyó de la Justicia en 2002, cuando el Tribunal Supremo le citó para investigar su responsabilidad en el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza de 1987. Fue arrestado en el sur de Francia en 16 de mayo de 2019, cuando acudía a una cita médica, en una operación conjunta de la policía francesa y la Guardia Civil. Actualmente sigue en ese país en libertad provisional y pendiente de juicios por sus actividades en la banda terrorista en ese país. Lo que acaben resolviendo los tribunales franceses sobre su asociación de malhechores -el equivalente a pertenencia a una organización terrorista- tendrá repercusión en las condenas que se le puedan imponer en España.
Pese a su relevancia en la organización, contra Ternera no pesa ninguna condena en España. Tiene tres causas abiertas en la Audiencia Nacional de las que puede acabar respondiendo. Se trata del atentado contar la casa cuartel de Zaragoza, de l furgoneta bomba colocada en el aparcamiento de la T4 de Barajas y del sumario por el que acaba de ser procesado, conocido como el sumario de las herriko tabernas o el sumario de Batasuna.
El ascenso de Ternera en la causa al grado de dirigente tiene su origen en la petición de Dignidad y Justicia, que ejerce la acusación popular en el caso. La asociación dirigida por Daniel Portero solicitó que se revocara la conclusión del sumario para que fuera procesado como dirigente en lugar de integrante. Ternera fue procesado por primera vez en esta causa en 2005 en una larga lista en la que también figuraba el dirigente abertzale Arnaldo Otegi. El tribunal estimó la solicitud de Dignidad y Justicia y devolvió el caso a Pedraz, que dictó la ampliación del procesamiento.
El escrito dirigido al tribunal por la abogada Vanesa Santiago reunía los indicios sobre la relevancia de Ternera que la Guardia Civil recogía en los informes elaborados tras el arresto. Unos días después de la detención, la Audiencia Nacional pidió a Francia el acceso a toda la documentación que le había intervenido en la vivienda que utilizaba como residencia habitual, una cabaña-refugio de montaña en las proximidades de Saint Gervais -Les Bains.
La entrega se produjo en junio de 2020 en las dependencias de la policía Judicial en Lyon. En julio del año siguiente, la Guardia Civil remitió a la Audiencia un análisis del material. Se remitió al sumario del caso Batasuna, donde ya se le había investigado por su pertenencia a ETA.
En el registro de su refugio en Francia se localizó un disco duro con audios de Josu Ternera dirigidos a su hija y a sus nietos. El Servicio de Criminalística de la Guardia Civil los cotejó con sus comparecencias públicas en el Parlamento Vasco y con la lectura del comunicado de ETA de 2018.
También se le incautó un documento de ETA denominado BKO (Comunicación Interna General) destinado a trasladar a la militancia «el proceso de debate llevado a cabo en el seno de la organización sobre la disolución de la banda armada, con cifras de participación de sus militantes, incluyendo los votos a favor, en contra y abstenciones que se han registrado en la consulta». La Guardia Civil resaltó que han sido «escasas» las ocasiones en las que ha encontrado un documento así, y siempre ha sido a miembro del Comité Ejecutivo de ETA.
El análisis de los documentos lleva a la Guardia Civil a concluir que Josu Ternera «se encontraba integrado en la organización terrorista ETA hasta el anuncio de la disolución de la misma, siendo uno de los militantes más cualificados, partícipe en la toma en la toma de una de las decisiones más importantes y trascendentales de la propia organización terrorista a lo largo de su historia».
Con esos elementos resaltados por la acusación popular, el juez acepta la petición de la Fiscalía de considerarle un dirigente de ETA. «La valoración conjunta de los anteriores elementos, en relación con las fuentes de información de donde dichos indicios provienen (incautación de dispositivos electrónicos) se corrobora, al menos en forma indiciaria, la hipótesis incriminatoria según la cual el investigado, desde su huida de España en 2002 y hasta su detención, ha venido actuando como uno de los máximos dirigentes de la banda terrorista ETA».
«No de otro modo puede explicarse», concluye, «la posesión de documentos cuya tenencia estaba únicamente al alcance del reducido y muy restringido número de integrantes de ETA, que han de considerarse como sus entonces dirigentes. No de otro modo puede entenderse que haya intervenido en nombre de la organización en las reuniones con representantes del Gobierno de España. No se explica de otro modo, finalmente, que fuera la persona llamada a anunciar en nombre de ETA su disolución».