Publicado: marzo 20, 2025, 5:07 am
Definitivamente no son tiempos de paz en el Gobierno de coalición. En medio de la división que existe entre el PSOE y Sumar acerca del compromiso de Pedro Sánchez con Europa para aumentar el gasto militar, que hoy se va a visualizar con una fractura de los dos socios del Ejecutivo en una primera votación en el Congreso, vuelve el enfrentamiento que ambos mantienen en otro asunto: la tributación del salario mínimo en el IRPF. Ésta es una polémica que se remonta a los meses de enero y febrero pero que regresa ahora con crudeza para librar una batalla trascendental.
PSOE y Sumar han sido incapaces de llegar a un pacto sobre si el nuevo SMI (1.184 euros al mes en 14 pagas) debe pasar por la caja del IRPF o no. El debate se dirimirá al choque y, aquí, Yolanda Díaz tiene las de ganar, porque hay una gran mayoría parlamentaria afín a su tesis en contra de que los perceptores del SMI tributen. Desde el PP a Podemos, pasando por la mayoría de socios de Sánchez.
Para ganar, Sumar tendrá que hacer un extraño compañero de viaje: Feijóo, quien está dispuesto a ayudar a Díaz para torcerle el brazo a María Jesús Montero, decidida, pese al escenario de derrota, a ir hasta el final con su apuesta para que paguen.
El Gobierno tomó la decisión de que tributen y Sumar se reveló presentando una proposición de ley para evitar que lo hagan. Cuando esta llegó al Congreso se abrió un plazo de un mes para que el Gobierno decidiera si la vetaba o no. Ayer, se conoció que Hacienda ejercerá ese bloqueo amparada en la prerrogativa constitucional (artículo 134.6) que le permite hacerlo si una iniciativa altera las cuentas públicas porque disminuye los ingresos del Estado.
Sumar tiene, sin embargo, un arma y ya está confirmado que va a utilizarla a su favor. Ese tipo de vetos tienen que pasar por la Mesa del Congreso, que decide en última instancia si lo mantiene o lo levanta. El socio minoritario va a anular el bloqueo con la ayuda del PP y, así, permitirá que su ley siga su curso y pueda ser votada lo antes posible. Populares y Sumar tienen mayoría suficiente en el órgano rector de la Cámara para aislar al PSOE.
Fuentes oficiales de Sumar aseguraron ayer que van a votar «en la Mesa y en todos los sitios» para evitar que se produzca «una injusticia fiscal», así que la tributación del SMI se va a dirimir a votos en el Congreso con el riesgo de que el socio minoritario propicie una de las peores derrotas de la legislatura a Sánchez.
Sumar lleva más de un mes buscando la manera de llegar a un acuerdo pero lamenta que Montero se ha cerrado en banda. Por eso irá hasta el final sin miedo a sufrir desgaste por su alianza con el PP. La gente, avisan en Sumar, «está mirando la luna y no el dedo». El objetivo claro es que los trabajadores que reciben el SMI no tengan que tributar en el IRPF.
La decisión de Sumar ha coincidido además con una auténtica revuelta de los grupos parlamentarios contra el abuso del Gobierno en la utilización de su capacidad de veto. PP, ERC, Junts y hasta el propio Senado se levantaron ayer contra la decisión del Ejecutivo, aceptada por la Mesa del Congreso con la opinión en contra del letrado mayor, de vetar las enmiendas aprobadas en el Senado al proyecto de ley de Prevención del Desperdicio Alimentario que hoy debe votarse en el Congreso.
El PP elevó un escrito a la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, para que se aplace la votación hasta que la Mesa responda a las peticiones de reconsideración del veto y se informe sobre la legalidad del mismo. También reclamó una reunión urgente de la Mesa antes de la celebración del Pleno de hoy. Para el PP, la anulación de las enmiendas aprobadas en el Senado es «el enésimo atropello democrático por parte de la presidencia de la Cámara, que trabaja a las órdenes del Gobierno». También ERC y Junts, que vieron anuladas sus enmiendas, presentaron un escrito conjunto. La supresión en el trámite final del Congreso de enmiendas aprobadas en el Senado no tiene precedentes.
