Publicado: marzo 13, 2025, 9:07 pm
«Les ruego inicien de forma urgente los trámites necesarios a fin de que J.J. sea derivado a otro recurso más adecuado a su situación puesto que les reitero me preocupa gravemente la seguridad de mi hijo». Éste fue el mensaje que hizo llegar el padre del menor de 14 años, implicado junto a otros dos menores en el asesinato de la educadora de Badajoz. Dicha alerta la dio el mismo domingo del asesinato -9 de marzo- con sólo unas horas de diferencia previas al fatal desenlace. De tal forma que el correo electrónico dirigido a la empresa que gestiona la vivienda tutelada fue enviado a las 10.27 horas y el suceso (perpetrado después de retirados golpes violentos y el ahorcamiento por asfixia con un cinturón sobre el cuello de Belén) ocurrió por la noche. Luego robarían los enseres de la víctima, incluido el móvil, y huyeron de la escena del crimen en dirección a Mérida con el propio coche de la educadora. La escena del crimen dentro de la vivienda, según corroboran fuentes policiales, era de «extrema violencia». El padre no obtuvo respuesta ese día que alertó sobre el riesgo que sufría su hijo en compañía del otro menor, el de 15 años, en un mensaje por correo electrónico donde dejaba claro que temía por la «integridad física» de su hijo al compartir vivienda con el otro menor».
Como publicó ayer EL MUNDO, el día antes de los hechos, este progenitor presentó una denuncia en la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz contra el otro menor -el de 15 años y contra la madre de éste por supuestamente incitarle al consumo de drogas y a animarle a robar el día anterior en un bar de Villafranca de los Barros, donde se refugiaron tras huir el 1 de marzo del piso tutelado que compartían en Badajoz. Seis días después serían detenidos y ambos prestarían declaración en la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz. Fue entonces cuando el padre del menor de 14 años comprobó que su hijo presentaba síntomas de haber consumido drogas, por lo que pidió permiso a los agentes y acudió a un centro médico para realizarle unos análisis a su hijo, que darían positivo por consumo de heroína, cocaína, hachís y marihuana. En su propia declaración ante los agentes, el menor señaló que él nunca había tomado drogas hasta ese momento y relató cómo su compañero y la madre de éste le habían animado a su consumo y a la compra de sustancias, y que le convencieron para robar en el bar: «Llegando su madre a facilitar medios económicos para su adquisición o instigar a cometer delitos con el fin de obtenerlos, habiendo consumido las mismas junto a ellos», describe el padre en el correo electrónico.
Con estos antecedentes, dicho progenitor transmitió tanto a la Guardia Civil el sábado, como a la empresa que regentaba los pisos tutelados el domingo, que a su hijo le «indujeron y manipularon». Este adolescente, natural de Don Benito, había ingresado en el piso tutelado apenas un mes antes del crimen, como medida cautelar, por haber golpeado a su padre -que había recibido la tutela de su hijo de forma reciente- con el resultado de fractura de los huesos propios de la nariz. El joven acudía a recibir clases a un instituto de Badajoz.
EL AUTOR MATERIAL
En otro orden de cosas, los tres menores (los dos chicos y la joven de 17 años también implicada en el suceso) han vuelto a prestar declaración en las últimas horas ante la Fiscalía de Menores en el Centro de Menores Marcelo Nessi, de Badajoz, donde fueron internados el pasado lunes, por orden del Juzgado de Badajoz. El abogado de la chica, Leopoldo Torrado, ha declarado a EL MUNDO que «hay que preservar la presunción de inocencia», y más teniendo en cuenta de que se trata de un caso de menores «y hay que ser prudentes», pero sí ha dejado claro que «ella no participó en los hechos», una versión que, en principio, también es la que maneja la investigación policial, aunque a la vez se constata que estuvo presente cuando ocurrió el suceso y luego huiría de la vivienda y viajaría en coche en Mérida (adonde terminaron llegando en autostop tras el accidente) con los otros dos menores.
En cualquier caso, este abogado ha señalado que «hasta que no haya un juicio público, con todas las garantías de defensa y se determine la culpabilidad de mi representada, no podemos llegar a ninguna conclusión». El otro joven de 14 años también ha negado su participación material en el asesinato. Hay que recordar que dentro de la vivienda cuando se produjeron los hechos se encontraba a su vez un cuarto adolescente, que fue el que salió de la casa a toda prisas tras comprobar cómo se sucedían los hechos y dio la voz de alarma a otra educadora, que fue quien avisó a la Policía, aunque cuando los agentes llegaron a la vivienda ya nada pudieron hacer para salvar la vida de Belén.
