Publicado: octubre 31, 2025, 11:07 am

Un Pedro Sánchez bastante más juvenil y menos deteriorado que el actual, y un Koldo García aparentemente muy unido, brazo con brazo, a quien le llamó, en 2014, «último aizkolari socialista».
Es lo que se puede observar en una más de las imágenes que García guarda, en su archivo particular, para rememorar su relación con el hombre al que ayudó a aupar primero a la cúpula del PSOE, y luego a la Presidencia del Gobierno.
La imagen que acompaña estas líneas, a la que ha tenido acceso EL MUNDO, ilustra la que el presidente denominó este jueves en el Senado como «relación anecdótica» entre él y García, restándole valor y alejándole de quien hoy se ha convertido en epicentro de la causa de mordidas a cambio de contratos públicos que investigan la Guardia Civil y el Tribunal Supremo.
En realidad, García condujo el célebre Peugeot 407 rojo en el que Sánchez recorrió España para recuperar la dirección socialista -que también ocupaban Santos Cerdán y José Luis Ábalos-, e incluso custodió, durmiendo con ellos, los avales con los que el ahora presidente se presentó a las primarias.
El propio Sánchez contaba en el libro ‘Manual de resistencia’ cómo Koldo defendió los avales guardados en el piso de la calle Marqués de Riscal de Madrid: «El día de la entrega era el 4 de mayo. Las dos noches anteriores, Koldo, un miembro de la candidatura, se quedó a dormir en la oficina para custodiarlos. Como anécdota, valga contar que una vecina del edificio le ofreció su baño para que se duchara porque él no quería dejarlos sin vigilar ni un solo momento».
Antes, en 2014, Sánchez había escrito en Facebook, refiriéndose a García, quien había abierto lista para los socialistas en Huarte (Navarra): «Pamplona nos descubrió a uno de los gigantes de la militancia en estas tierras navarras. No obstante, este guerrillero de grandes dimensiones físicas, y corazón comprometido, es un referente político en la lucha contra los efectos de la crisis y las políticas de la derecha. Es el último aizkolari socialista».
El vínculo fue durante esos años constante entre el ahora presidente y García, que guardó en sus archivos, que la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil cifra en unos 30.000 -parte de los cuales los agentes recuperaron de la nube tras se destruidos-, prueba de ello. Sánchez, en cambio, tachó este jueves de «anecdótica» su relación con García, poniendo distancia con el imputado, que fue luego apoyo durante años de José Luis Ábalos.
 
			
 
            
      
   
  
  
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		